jueves, 21 de febrero de 2008

Joan Boada propone "socializar" las Iglesias"


"Que los gobiernos municipal y de la Generalitat expropien la catedral de Gerona y la conviertan en un centro popular para todos los ciudadanos", y "reclamo que la catedral de Girona y otras se socialicen y sean lugares de reflexión de todos los ciudadanos"


Joan Boada es Director General de Interior del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, es decir, el principal responsable de la policía catalana, sólo por debajo del conseller Saura, de su mismo partido. Con este señor al cargo de la policía y una Ley de Control de Actividades de Culto en Cataluña que no da garantías de libertad a las comunidades religiosas... ¿veremos cómo Boada cumple su sueño y "socializa" las catedrales? ¿Y qué hace un gobierno con un templo, cuando "socializa" una catedral?


Cosas que se hacen con las catedrales, siguiendo e ejemplo de la afortunadamente desaparecida URSS, después de socializarlas:
1.- Uno de los campos de concentración pioneros de la URSS apareció en Solovki en 1920, reformado con los años en un megacentro de exterminio de régimen especial. Las torturas y eliminación física de miles de personas dieron al nombre de Solovki un significado aterrador. Durante dos decenios miles de presos se apretujaron en el kremlin del monasterio y las ermitas de islas lejanas, barracones y agujeros excavados, celdas monacales y capillas.
Allí encontraron su fin miembros de los partidos aniquilados por Stalin, militares zaristas, religiosos y presos comunes, campesinos considerados ricos, intelectuales; con el avance de las purgas en el partido bolchevique, el archipiélago incluso se llenó de veteranos comunistas, dirigentes de los servicios secretos y de represión, personalidades de ciencia, cultura y arte.
Hoy, además de cementerios anónimos que llenan las islas, su memoria la guarda el Museo de Solovki, y el monasterio se ha devuelto a la comunidad monacal y es uno de los centros de peregrinaje mas concurridos de Rusia, además de formar el Patrimonio Universal de UNESCO.2.- A siete kilómetros al este de Moscú, coronando un valle precioso, se erige un monumento esbelto del clasicismo ruso, la iglesia ortodoxa de la Transfiguracion, de finales del siglo XVIII. Una joya rara para la provincia: un templo con pórtico jónico, dos campanarios, iconos de auténtica escuela italiana...
En los años de ateísmo militante fue saqueada y privada de todos sus adornos. Su párroco, privado de derechos, voz y voto por ser religioso, desapareció en las turbulencias de la época. Desaparecieron todos los cuadros e iconos. Fueron quemados los archivos y robadas las campanas.
Este templo se usaría como fábrica de gutalina, después como almacén y después como biblioteca. Este ultimo uso salvó la iglesia de ser destruida, aunque sus interiores se vieron cortados por unos forjados que ahora ya no se pueden quitar sin dañar los muros.
En el 1990 los varios intentos de la comunidad ortodoxa de recuperar el templo tuvieron éxito al fin. La iglesia se devolvió a los creyentes, que empezaron la restauración del edificio y de la vida parroquial.3.- La historia del Templo del Cristo Salvador en Moscú es especialmente dramática. En su época fue monumento a la victoria de Rusia contra Napoleón. Su construcción duró 44 años. El 5 de diciembre de 1931 fue volado por los aires en una especie de ejecución ejemplar para amedrentar a todos los creyentes.
Con el auge de la megalomanía en la arquitectura soviética, aquel amplio espacio en el centro de la capital pareció inmejorable para edificar el Palacio de los Soviets. Además serviría como pedestal para una gigantesca estatua de Lenin de cien metros. A nadie le importaba que con el clima de Moscú un edificio de 415 metros de altura quedaría cubierto de nubes y niebla al menos 200 días al año, sin dejar ver la estatua del jefe del Proletariado.
Para realizar el proyecto, estaba previsto enterrar unas cuantas calles históricas y mover 100 metros la pinacoteca Pushkin, todo para allanar y asfaltar un mega- aparcamiento para 5.000 coches.
Al empezar la Segunda Guerra Mundial, la construcción se paralizó. La estructura semiacabada fue recortada para fabricar defensas antitanques: era mas urgente. En la miseria de la postguerra no era viable seguir con el proyecto, aunque la idea seguía dando vueltas por la cabeza de Stalin y Kruchev.
Durante décadas allí, en pleno centro de Moscú, lo único que había eran unos cimientos de cemento en forma circular, llenos de aguas pluviales. Quizá esto sugirió a los urbanistas de Kruchev convertir aquello en una piscina pública, que tuvo éxito entre los moscovitas por ser abierta y climatizada. Era divertido nadar entre vapores en medio del crudo invierno ruso.
En 1994 desapareció la piscina, empezaron los trabajos de reconstrucción y en el 2000 resurgió el majestuoso Templo de Cristo Salvador, según el diseño original pero usando tecnologías modernas. Hoy es el centro de todos los eventos multitudinarios de la Iglesia Ortodoxa Rusa y además alberga congresos y actos culturales laicos.
4.- La capilla del Último Adiós pertenecía al monasterio cercano de Salvador de Andronic y conmemoraba la despedida en 1365 entre San Sergio y su discípulo el abad Andronic, fundador del monasterio mencionado. El edificio envejecido se restauró varias veces hasta ser reconstruido a finales de XIX, en el quinto centenario de la muerte del gran santo ortodoxo.
La capilla, con el pasar de los años, llegaría a ser una con la calle Tulinskaya (llamada así por “Tulin”, uno de los seudónimos clandestinos de Lenin). Cerrada en los años 20, siempre estuvo amenazada de destrucción. Perdió su esbelto chapitel, estucados y adornos. Quizá por ser de muy reducido tamaño, no era preciada ni como solar de construcción.
Fue aprovechada para varios usos: fue tienda y también un taller de relojería. En los años 90 se devolvió a la comunidad ortodoxa, fue reconstruida y ahora forma digna parte de la calle que también recuperó su histórico nombre, dedicado a San Sergio.

5.- El precioso Templo Memorial de la Resurrección, en San Petersburgo (conocido mundialmente como San Salvador sobre la Sangre), se edificó en memoria del magnicidio del Emperador ruso Alexander II del 1881, como templo expiatorio del pueblo ruso.
Es la cumbre del modernismo ruso en su vertiente religiosa, aprovechando toda la riqueza de la arquitectura tradicional (recuerda el famoso San Basilio de la Plaza Roja), aportando humanidad y viveza al canon iconográfico milenario.
A pesar de su evidente valor artístico, en la campaña de destrucción de edificios religiosos no se hacían excepciones, y se tomó la decisión de destruir el templo. La cuestión se aplazó varias veces.
En 1941 los artificieros soviéticos llegaron con explosivos bajo los muros de la iglesia, pero por puro milagro en el ultimo momento les trasladaron al frente y el templo quedó sin demoler. Ya en mal estado, abandonado y desconchado, durante la guerra sirvió de depósito de cadáveres en el Leningrado asediado durante casi 3 años. El siguiente intento de destrucción data de 1956. Resultaba estar justo en el trazado de una nueva avenida y la administración de Leningrado decidió que era más fácil volar el monumento arquitectónico que desviar la carretera.
Gracias a la lentitud de la burocracia soviética la avenida tardaba en construirse y en 1970, el director de entonces del cercano Museo de Religiones y Ateísmo (en realidad, la catedral confiscada de Nuestra Señora de Kazán, que comentaremos) pudo demostrar el valor artístico del templo condenado y promover su restauración que duró (sin ningún fervor) casi 30 años.
Hoy es uno de los museos mas visitados y originales de San Petersburgo y a veces escenario de servicios religioso11. La catedral de Nuestra Señora de Kazan, en San Petersburgo fue construido en 1811 para engarzar uno de los iconos mas venerados en Rusia. Es un lugar muy curioso, una especie de copia pequeña de San Pedro de Vaticano, con cúpula y columnata incluidas.
Después de la Revolución Socialista fue nacionalizada. La cruz que la coronaba fue sustituida por una bola dorada y en 1932 la convirtieron en el Museo de la Historia de las Religiones y del Ateísmo (es decir, de las religiones vistas desde el ateísmo científico), destino de visita obligatoria para escolares, estudiantes y turistas soviéticos de paso por Leningrado.
El 4 de noviembre de 1990, en la fiesta de Nuestra Señora de Kazan, después de más de 70 años de profanación, en el templo volvió a oírse misa. Ahora que vuelve a ser una parroquia, a cualquier hora del día hoy hay una curiosa mezcla de ejecutivos con maletín, chicas jóvenes y abuelitas poniendo velas ante los numerosos iconos del templo.
12. San Salvador sobre las Arenas, en el centro tranquilo de Moscú, es un bonito ejemplo de iglesia tradicional de nave, con su chapitel y porche-campanario. Se salvó de la furia atea por ser eternizada en un famoso cuadro ruso del XIX: “Un solar moscovita” de Polenov, dueño de la finca a la que pertenecía dicha iglesia. En los 90 la devolvieron a los fieles ortodoxos, restaurada y ahora es prácticamente irreconocible, tan bien le ha sentado la renovación.
Quien sabe, la Catedral de Gerona podría ser un buen centro de reeducación para los que no están de acuerdo con todas estas barbaridades.

1 comentario:

Ludmila Hribar dijo...

Aterrador! al señor Boada habria que trasladarlo atras en el tiempo para que pudiera "saborear" por si mismo las "ventajas" de aquel "socialismo" o al menos darle unas lecciones de historia, de la verdadera, no de la que le contaron.