jueves, 3 de abril de 2008

Magdi Allam condenado a muerte por su conversión al catolicismo.


El conocido periodista italiano, Magdi Allam, musulmán convertido al catolicismo, explicó que con este paso su mente se liberó del "oscurantismo de una ideología que legitima la mentira".

Allam, de 55 años y origen egipcio, expone en una carta al diario 'Corriere della Sera' del que es uno de sus subdirectores, los motivos que le llevaron a convertirse a la religión cristiana católica, renunciando a su precedente fe islámica.
El periodista, experto en el mundo árabe y que en el pasado se definió a sí mismo como musulmán moderado, señala que su conversión es fruto de una "larga gestación vivida". La conversión -escribe Allam- liberó su alma "de las tinieblas" de una religión en la que "el odio, la intolerancia" frente al que es diferente, quien es condenado como "enemigo", priman sobre "el amor y el respeto al prójimo".

Además, su mente se ha liberado "del oscurantismo de una ideología que legitima la mentira y el disimulo, la muerte violenta que induce al homicidio y al suicidio, la sumisión ciega y la tiranía, permitiéndole unirse a la auténtica religión de la verdad, de la vida y de la libertad". Allam escribe que más allá del fenómeno de los extremistas y del terrorismo islámico a nivel mundial, "la raíz del mal es innata en un islam que es fisiológicamente violento e históricamente conflictivo".

"Hay que distinguir al Islam como religión y a los musulmanes como personas. Si yo decidí convertirme, es totalmente obvio que lo hice porque maduré una valoración negativa del Islam. Si yo pensara que el Islam es una religión verdadera y buena, no me habría convertido, habría seguido siendo un musulmán. Pero nosotros vivimos en una Europa que está enferma de relativismo y que está sometida a lo políticamente correcto. Entonces hay que decir que todas las religiones son iguales, prescindiendo de sus contenidos, y no hay que decir nada que pueda hurtar la susceptibilidad de los demás. Pero yo rechazo esto porque creo que el ejercicio de la libertad de expresión no puede ser limitado. Y digo lo que pienso".

Por sus opiniones, vive desde hace cinco años bajo escolta policial, debido a las condenas a muerte y amenazas proferidas contra él por "extremistas y terroristas islámicos".
El periodista, nacido en El Cairo y que desde pequeño frecuentó colegios católicos, sabe que su conversión al cristianismo le valdrá "ciertamente una enésima y más grave condena a muerte por apostasía".

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