Ayer, celebrábamos las Vísperas de la fiesta de San Fanurio en la Parroquia de Alicante. Al final de las mismas se bendijeron las fanurópitas que habían llevado los fieles agradeciendo la protección de San Fanurio durante el año.
Se contaba el siguiente suceso que motivó la entrega de una de las fanurópitas.
En abril del año pasado una señora había usado unos pendientes. Además del valor material que tienen se le añadía que eran un recuerdo herencia familiar por varias generaciones. Dicha señora había guardado otra vez los pendientes en su sitio habitual. Al ir a utilizarlos meses después comprobó que la caja estaba vacía y los pendientes no se encontraban en su sitio. Después de mucho tiempo buscándolos y cuando iba a hacer un año de la pérdida, esta señora preguntó al padre que podía hacer, había buscdo por toda la casa, incluso había pensado que alguien podría haberlos cogido. El padre le dió una esampa de San Fanurio con el tropario y le dijo que con fe piudiera al Santo su ayuda prometiendo llevar una fanurópita a la iglesia el día de su fiesta. Eso era domingo y el lunes hacía un año y volvía a necesitar usarlos. Por la mañana sacando otros pendientes, vio la caja de los perdidos, despues de invocar al Santo la abrió y allí estaban los pendientes de la bisabuela. Había abierto esa caja muchas veces y la había contemplado vacía con gran tristeza. Ayer llevó con alegría la fanurópita a la iglesia. (Por cierto estaba buenísima :)
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