viernes, 4 de junio de 2010

El Patriarca de Moscú acusa al clero occidental, influido por la nueva moda de las ideas liberales, de no llamar a los pecados por su nombre



El Patriarca Kiril, máximo jerarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, criticó al clero occidental por seguir la moda liberal en vez de llamar los pecados por su nombre. «En algunas naciones de Occidente, la Iglesia, influida por la nueva moda de ideas liberales, desiste de calificar como pecado abortos, relaciones homosexuales y divorcios» mientras que la misión eclesiástica es «decir que es incorrecto y peligroso», proporcionarle a la gente «un criterio de verdad», manifestó el Patriarca durante su visita a la ciudad de Petrozavodsk, en el noroeste de Rusia.

La Iglesia, a su modo de ver, debería recordarle constantemente a la gente los principios éticos que se sustentan en la ley de Dios. “Es una cuestión de la que dependen la felicidad y la prosperidad del hombre”, agregó.

El Patriarca Kiril visitó esta semana Petrozavodsk, capital de la república de Karelia, junto a Finlandia, en vísperas de la celebración del 90 aniversario de la integración en Rusia de esta república. El jueves, el patriarca consagró un monumento al gran líder militar, religioso y político del medievo, Aleksandr Nevski, Gran Príncipe de Novgorod, Kiev y Vladimir, que fue canonizado por la Iglesia ortodoxa en 1547. El monumento está situado cerca de la Catedral de San Aleksandr Nevski de Petrozavodsk.

En sus declaraciones Kirill dijo claramente que Rusia y sus ciudadanos son responsables de la renovación espiritual del norte del país:

“En los últimos años se ha visto comenzar un renacimiento en toda regla de Karelia –siguió diciendo Kirill, citando su primera visita a la república en 1966–. En ese momento, centrábamos nuestras oraciones en el renacimiento espiritual del norte de Rusia, al menos en Karelia, donde a finales de 1960 sólo se habían abierto cuatro iglesias de pequeñas dimensiones. En aquél momento, todos creíamos firmemente en la resurrección espiritual de Rusia ”.

En este momento hay ya cerca de 500 parroquias en Karelia, un indicio claro de recuperación espiritual. En la república existían a principios del siglo pasado nada menos que 565 parroquias, 20 monasterios y más de 1.300 sacerdotes.

El patriarca Kirill dijo que la recuperación en curso de Karelia refleja los esfuerzos de Rusia por adherirse a los valores espirituales, lo que ha de contribuir considerablemente a su prosperidad y a su influjo en el mundo. Por el momento, la tarea principal de la Iglesia es para reconstruir lo que fue destruido, y aseguró que “nuestra santa fe contribuirá a realizar esta delicada tarea”.

Por otro lado, durante su intervención en el Concilio Mundial del Pueblo Ruso, dedicado a los problemas de la educación nacional, el Patriarca calificó de hazaña el oficio del pedagogo y exhortó a todos los maestros y profesores dar promesas de llevar una vida casta y servir de ejemplo a sus alumnos.

“La pedagogía es una materia ascética, es un trabajo vinculado con una hazaña y abnegación. Los pedagogos consagran su energía y hasta su vida que ya no les pertenece”, dijo el patriarca durante la inauguración del evento en la Catedral de Cristo el Salvador en Moscú.

El patriarca Kiril destacó que al igual que los médicos presentan el Juramento Hipocrático, los maestros y profesores “deben dar promesas de llevar una vida casta, proteger la santidad del matrimonio y servir de ejemplo” para sus discípulos, ya que, dijo, el ejemplo personal es el principal instrumento de influencia pedagógica.

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