viernes, 25 de junio de 2010

Los brujos, los hechiceros y los magos de todo pelaje en la noche de San Juan.


Lo de este país está llegando a un extremo en el que ya no sabemos si estamos boca abajo o boca arriba. Los alcaldes socialistas se traen a brujas en medio del año 2010 para hacer rituales que aplaquen a los espíritus de los fusilados mientras se prohíben los crucifijos en los lugares públicos. Miles de personas saltan hogueras (incluidos ortodoxos) en las playas, queman papeles con deseos y realizan sortilegios recomendados en la televisión y la radio por hechiceros, mientras se ridiculiza a Cristo y al Evangelio. Y así barbaridad tras barbaridad disfrazadas de de costumbres, tradiciones, y demás pamplinas tan favorecidas por el sincretismo religioso y la New Age.

Mientras tanto a los cristianos se nos acusa de integristas y fanáticos y tachan el Evangelio de relato mítico mientras se entregan los acusadores a toda clase de despropósitos oscurantistas propios de tribus del África profunda.

A los cristianos ortodoxos recordarles los mandamientos del Señor: “Sólo a tu Dios adorarás” y “No tendrás otro dioses delante de mí”.

Pero en medio de esta sociedad enloquecida, pronto todo se contagia de una manera sutil y los piadosos cristianos ortodoxos no ven más problema en consultar horóscopos y adivinos; realizar rituales paganos en los que se adora al demonio disfrazado de espíritus y dioses bondadosos y compasivos y en llevar amuletos de lo más variado como piedras, bolsitas con hierbas…

¡Qué sutil es el enemigo de las almas! Todo propiciado para alejar las malas influencias y atraer la fortuna. ¡Ignorantes! Pisoteáis y desprecias la sangre de Cristo derramada por nuestra salvación para entregaros a los demonios y a la blasfemia.

“Sólo a tu Dios adorarás y ante Él sólo te postrarás en adoración” SÓLO a ÉL, SOLO.

Tengamos hermanos muy presente esto y no corramos tras los falsos dioses y cultos que como vemos en las actas de los Santos Mártires y nos dicen los Padres Teoforos, sólo ocultan la adoración del demonio y sus pompas.

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