domingo, 10 de octubre de 2010

Homilia de San Juan Crisóstomo sobre el Evangelio de San Juan: "A los suyos vino y no le recibieron"

¿Cómo tuvo esto lugar y por qué causa? Oyelo de labios de San Pablo. Pues él no cesó de investigarlo con gran diligencia, hasta hallar la causa, y se la descubrió a todos los demás. Y ¿cuál es ésta? Y ¿de dónde a los judíos tanta ceguedad? Oyeselo decir a él, que estuvo encargado de este ministerio. ¿Qué es, pues, lo que él dice, para soltar la duda de muchos? No conociendo ellos, dice, la justicia de Dios, y tratando de establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios (Rom., X, 3). Por eso les fue tan mal. Y otra vez, explicando lo mismo de otro modo, dice: Pues ¿qué diremos —Que los gentiles que no seguían la justicia han alcanzado la justicia, pero la justicia que es por fe; mas Israel, que iba tras la ley de justicia, no ha llegado a la ley de justicia. Dime: ¿por qué? porque no (la buscaron) por fe, pues tropezaron en la piedra del escándalo (Rom., IX, 30, 32): Y lo que dice significa: la causa de estos males fue para ellos la incredulidad; y ésta nació de la soberbia. Porque cómo, habiendo sido antes superiores a los gentiles por haber recibido la ley y conocer a Dios, y todo lo demás de que habla San Pablo, después de la venida de Cristo vieron que también aquellos por la fe eran llamados con el mismo honor, y que recibida la fe no había diferencia entre circunciso y gentil; de la soberbia pasaron a la envidia, sintiéndose mordidos de ella, y no pudieron sufrir la benignidad inefable y sobreabundante del Señor. Lo cual no les nació sino de su arrogancia, perversidad y odio de los demás.

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