domingo, 20 de febrero de 2011

Viaje a Rumanía II: Patra Fontanela y La Rahau

Monasterio de Piatra Fantanela


Icono de la Madre de Dios "Prodromita"
Iniciamos nuestra peregrinación a los monasterios haciendo la primera parada en el monasterio monjas de Patra Fontanela donde nos encontramos con la hermana Elena que visitó hace dos años nuestra parroquia. El monasterio está dedicado a la Natividad de la Madre de Dios. Las madres y hermanas llevan un taller de iconografía y de vestiduras litúrgicas que ayudan a mantener el monasterio.

 En la Iglesia se venera un hermoso y milagroso icono de la Madre de Dios traído del Monte Atos, la madre de Dios "Prodromita", copia del icono venerado en el monasterio de Prodromu.

Tanto la acogida por parte de las Madres como del P Confesor del monasterio fueron impresionante y sobre todo me llenó de alegría poder encontrarme de nuevo con la H Elena, renovando así nuestros pomelnics, pidiendo nosotros desde la parroquia por el monasterio y allí, las Madres y Hermanas, pidiendo por toda la Parroquia ante la Madre de Dios.

Después de cenar iniciamos nuestro camino hasta el monasterio de Rarau.


Monasterio de Rarau
Monje rezando el Akathsito ante el icono de la Madre de Dios
Subimos al monasterio ya entrada la noche, nuestro objetivo era poder llegar al oficio de Privighere, el Oficio de la Media Noche. No me esperaba una subida así, por en medio de bosques de abetos totalmente nevados, conduciendo por una pista forestal. A mitad de la subida tuvimos que parar para poner las cadenas pues la pista estaba completamente helada. Paramos y la temperatura era de 15º bajo cero. Después de poner las cadenas continuamos la ascensión hasta el monasterio. Al llegar estaban las puertas abiertas como señal de que nos estaban esperando. Entramos justo en el momento en el que empezaba el oficio de Mezonoptico. Cuando entras en la pequeña iglesia monástica dedicada a San Juan el Teólogo no puedes evitar que la primera mirada se dirija al Milagroso Icono de la Madre de Dios "Rugul Aprins", la Zarza que arde sin consumirmerse y al que dirigen sus alabanzas miles de cristianos ortodoxos por medio del akathisto compuesto en su honor por el bienaventurado Padre Daniel Tudor. En medio de la intima oscuridad de la iglesia iluminada tan sólo por las lámparas de aceite y las velas, el Icono d ela Madre de Dios brillaba como si tuviera luz propia. Al salir de la Iglesia algo milagroso verdaderamente ocurrió causando el asombro de los que llegan del mundo ignorando las realidades celestiales. Los pájaros cantaban a las 4 de la mañana, y alrededor de la capilla se veían algunos ciervos como si ellos también bajasen a celebrar la Liturgia y cantasen con los monjes las divinas alabanzas. Tales son los milagros de la gracia!!!

Icono milagroso de la Madre de Dios "Rugul Aprins"
El monasterio sigue las reglas athonitas por lo que a media noche se celebra el Mezonoptico y Utrenie dejando después unas horas para que el alma descanse en la hesiquia invocando el dulce nombre de Jesús, el Hijo de Dios, e implorando el perdón para nosotros los pecadores.

Después de estar en el Privighere, nos indicaron donde podíamos descansar hasta las 7, hora en que comienzan los Akathistos antes de la Divina Liturgia. La hospedería del monasterio tienen espacio para 150 personas y son muchos los que acuden los sábados y domingos de peregrinación al monasterio estando siempre llena estos días a pesar de lo difícil de la subida.

Cruz en el Monasterio
No era tiempo para dormir sino para darle vida al alma, por lo que después de una breve charla con el P Hospedero y de un breve descanso salí a contemplar la maravilla de la creación que en aquellos momentos brillaba en el cielo. En medio de la oscuridad de la noche y sin ninguna contaminación lumínica de las ciudades el manto de estrellas cubría con su esplendor el cielo nocturno. El aire era purísimo y a pesar del frío y la nieve no sentía ningún dolor el cuerpo y el alma reposaba en tranquila hesiquía mientras los labios y el corazón repetían la dulce oración  dirigida a Cristo Salvador. Pornto el sonido de la toaca convocó a monjes y peregrinos a la Iglesia. Allí aquellos hombres curtidos por los trabajos ascéticos y las labores del campo lloraban en silencio por sus pecados y por los de todos los hombres en una atmósfera incomparable. El Icono de la Madre de Dios lo iluminaba todo brillando al resplandor de las lámparas mientras se desarrollaba la Liturgia terrena a imagen de la celeste. Poco a poco los terrores nocturnos daban paso a la alegre claridad de la aurora. Después de la ´Liturgia pudimos hablar con algunos monjes y nos invitaron a la comida en el refectorio. Mamaliga, alubias, queso seco y salado, pan y agua. No necesita más el cuerpo para mantenerse, no al servicio del estómago, sino al servicio de Dios. Alimentos sencillos pero que saben a gloria pues están preparados con cariño y oración.

Después de la comida nos esperaba el Protosingelos Benjamín, Igumeno del monasterio en sus habitaciones. Allí nos obsequió con un poco de vino hecho en el monasterio y sobre todo con su valiosa conversación y sus consejos espirituales.

Marchamos del monasterio cargados de grandes regalos espirituales sobre todo con un icono de la Madre de Dios "Rugul Aprins" akathistos, cds con el akathisto cantado, libros y estampas del icono para repartir como bendición suya a los feligreses de la Parroquia de Alicante por la cual se reza en aquél santo lugar de Rumanía.

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