Desde hace unos años, muchos sacerdotes han contemplado como se habían introducido cambios en el Liturgicon y Libro de los Sacramentos. Lo más alarmante fue la aparición de retoques en los oficios de la Semana Mayor aparecidos en el Triodio. Este año se han confirmado los cambios en la nueva publicación oficial y obligatoria para todas las iglesias y monasterios en las que se han modificado las estrofas del Prohodul o canto de las Lamentaciones Fúnbres. La escusa que se ha dado era la adecuación a los textos griegos pero esto es completamente falso y se puede certificar comparando los testos de las stasis del Epitaphios Trinos. Más conforme es la adecuación al estilo de los papistas que cambiaron toda la liturgia de su Viernes Santo para que no aparecieran por ningún lado los "impíos judíos", dejando de pedir en las Grandes Letanías por su conversión y haciéndolo por "su fidelidad a la Alianza" como si la Antigua Alianza no hubiera sido superada por la Alianza de Cristo firmada con su sangre en el Gólgota y como si Cristo no fuera el verdadero Mesías anunciado por los Profetas. Pues en esta dinámica van los cambios realizados por el Patriarcado que ha seguido, como en los mejores tiempos de la "Securita" con infiltrados en las iglesias para ver que sacerdotes seguían el nuevo edicto imperial o los textos litúrgicos de la Iglesia. Algunos Obispos se han negado a aplicar las reformas de Bucarest, pero son muchos los sacerdotes que han tenido miedo a las posibles represalias.
La historia no se puede cambiar y todavía en la lectura de la Pasión resuenan las terribles palabras del otrora pueblo elegido: "caiga su sangre sobre nuestras cabezas y las de nuestros hijos". ¿Se atreverán también a cambiar el Evangelio y pondrán a los samaritanos clamando por la Sangre del redentor?
Lo que hay que hacer para agradecer la ascensión al trono...
En esta imagen se pueden ver las modificaciones introducidas.
Todo esto ha provocado que muchos sacerdotes busquen en los monasterios y librerías de segunda mano los libros anteriores a los publicados por Teoctist y en los cuales se conserva la Liturgia sin ningún tipo de recorte y los servicios sin modificaciones.
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