lunes, 28 de noviembre de 2011

FIESTAS PARROQUIALES 2011

Icono de los Santos Patrones
FIESTA DE SAN ANDRÉS APÓSTOL, EL PRIMERO DE LOS LLAMADOS

Martes 29 de noviembre

18:30 hh Paraclesis a San Andrés

19:00 hh oficio de Vigilia: Vísperas, Litia, Artoclasia y Oficio de la Aurora (Utrenie)

Veneración de la reliquia de San Andrés Apóstol, el Primero de los Llamados.

Miércoles 30 de noviembre

9:00 hh Divina Liturgia.

VISITA DE VLADIKA LUKA A LA PARROQUIA.
FIESTA DE LOS SANTOS PATRONES SAN ANDRÉS Y SAN NICOLÁS

Sábado 3 de diciembre

19:00 hh recepción en la parroquia de Vladika Luka.

Solemnes Vísperas, Litia y Artoclasia

Veneración de las Reliquias de San Andrés y San Nicolás.

Domingo 4 de diciembre

10:00 hh Divina Liturgia Pontifical.

Al finalizar, comida parroquial con Vladika Luka.

FIESTA DE SAN NICOLÁS, OBISPO DE MIRALunes 5 de diciembre

18:30 hh Paraclesis a San Nicolás.

19:00 hh Vísperas, Litia y Artoclasia.

Veneración de la reliquia de San Nicolás.

Mártes 6 de diciembre
 
8:30 hh Utrenie
 
10:00 hh Divina Liturgia. Actuación del coro de niños "Teotokos" de Alba Iulia.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Memoria de San Estilianos, protector de los niños


Oración a san Estilianos

Oh Padre bienaventurado San Estilianos, que movido por el amor a Cristo dedicaste tu vida a cuidar a los niños huérfanos siendo un padre y una madre para ellos en la tierra y esnseñandoles a adorar a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y venerar a su santísima Madre en el cielo. Proteje de todo mal y asechanza del maligno enemigo a nuestros pequeños; líbralos de las envidias y malas miradas envidiosas; ilumina a sus padres en la tarea de su educación humana y cristiana para que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos; Que siempre permanezcan en la única, santa y verdadera Fe Ortodoxa, no desviándose por el pernicioso camino de las herejías. Oh Padre San Estilianos, que ellos y nosotros podamos alabar juanto a ti a nuestro Dios un día en el cielo, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

P hm Nicolás

viernes, 25 de noviembre de 2011

Acrtuaciones del coro de niños "THEOTOKOS" de Alba Iulia en Alicante / Concert Corul de copii "TEOTOKOS" de la Alba Iulia


El Patriarca Ilia veneró el Cinturón de la Madre de Dios en Moscú.


პატრიარქმა ილია ქამარი ეწვია ღვთისმშობლის მოსკოვში.

El Patriarca Ilia veneró el Cinturón de la Madre de Dios en Moscú.

Renace la santa Rusia

Renace la santa Rusia


Las colas de casi veinticuatro horas para besar una reliquia de la Virgen en Moscú ilustran la pujanza de la fe religiosa entre los rusos tras el comunismo.
 
ABC RAFAEL M. MAÑUECO / MOSCÚ


Día 25/11/2011
Los fieles veneran el cinturón de la Madre de Dios en la Catedral de Cristo Salvador
Más de un millón de personas harán cola pacientemente ante la catedral moscovita de Cristo Salvador para besar el relicario que contiene uno de los tres fragmentos existentes del milagroso cinturón de la Virgen María. «No había visto antes nada parecido aquí en Moscú», reconoce Natalia, una mujer de unos cuarenta años que espera su turno cargada de fe y estoicismo.

A Natalia, que lleva ya seis horas en la fila con temperaturas inferiores a los seis grados bajo cero, le quedan todavía por delante no menos de quince horas de paciencia. Los tiempos de espera al raso eran al principio de unas seis horas, pero han ido aumentando hasta llegar a veinticuatro. Una jornada entera en la cola. Y eso que la catedral está abierta de forma ininterrumpida.

El archimandrita Tijon Shevnukov, abad del monasterio Srétenski (ubicado cerca del Kremlin, junto a la sede de los servicios secretos), subraya: «Esta es una demostración más de la enorme fuerza que tiene la fe en nuestro país». Shevnukov, considerado un ultraconservador dentro de la Iglesia Ortodoxa rusa, es el consejero espiritual del primer ministro, Vladímir Putin.

El ex jefe del Estado ruso y candidato a las presidenciales de marzo fue precisamente uno de los primeros que tuvieron la oportunidad de venerar el cinturón de la Virgen el pasado 20 de octubre, en San Petersburgo. La prenda —tejida por la propia madre de Jesús con lana de camello— ha llegado a Rusia desde el Monasterio Vatopedi, en el Monte Athos (Grecia), y ha recorrido ya, además de San Petersburgo y Moscú, las ciudades de Ekaterimburgo, Krasnoyarsk, Norilsk, Tiumén, Ussurisk y Vladivostok.

Lo cierto es que, desde hace años, Putin acude sin falta a las grandes solemnidades religiosas. Y le encanta que los reporteros le fotografíen poniendo velas a los santos. Últimamente, ha tomado además la costumbre de despedirse de los mítines deseando a los asistentes que «Dios les proteja»: frase por completo nueva en su vocabulario.

No se queda atrás en fervor religioso el presidente Dimitri Medvédev, cuya esposa, Svetlana, mantiene una estrecha vinculación con Kiril, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa. Medvédev y Kiril participaron a comienzos de noviembre en un cónclave de la jerarquía eclesiástica convocado con motivo del vigésimo aniversario del renacer religioso en Rusia, que comenzó tras la desintegración de la Unión Soviética y la caída del comunismo ateo.

«Desde mi percepción como creyente ortodoxo, lo que ha ocurrido con la fe en Rusia en estos últimos veinte años solo puede ser calificado de milagro», declaró el jefe del Kremlin. «Jamás pude imaginar que se fuera a recuperar tan deprisa la religión ortodoxa en nuestro país», añadió Medvédev.


Vemos ya en el horizonte las fiestas de nuestros Santos Patrones, el Santo Apóstol Andrés, el Primero de los Llamados y el santo Jerarca Nicolás de Mira.

El corazón se nos ha de llenar de alegría y el alma de regocijo de contar, por la misericordia de Dios con tan grandes protectores celestiales en este pequeño y hermoso rincón de España, poder venerar su icono y sus santas y preciosas reliquias.

Preparémonos para su fiesta, preparémonos para la que es también nuestra fiesta y pidamos a Dios por su intercesión que perdone nuestros pecados y salve nuestras almas.

Este video sirva como anticipo y deseo de su celebración

CÓMO EDUCAR A LOS HIJOS CRISTIANAMENTE

Estos son algunos consejos y advertencias para los padres que quieran educar a sus hijos espiritualmente sanos en medio de esta sociedad violenta y amoral.

A los padres se les presenta un gran dilema a la hora de plantearse el modelo de educación a seguir con sus hijos. La gran pregunta es: ¿Quieres qué tus hijos sean ricos, tengan éxito yo por el contrario quieres que sean honestos, buenos hombres y mujeres? Muchos cansados de los programas espantosos de la televisión, las series y dibujos violentos, los planes de educación diseñados por pedagogos ateos y llenos de hambre espiritual, buscan el camino recto a seguir y la orientación correcta para que los hijos no crezcan como una mala hierba en medio del camino, vacíos espiritualmente, en medio de la más absoluta permisividad y agostados por la sed de la verdadera espiritualidad.

¿Cuál ha de ser la primera responsabilidad de los padres? Centrarse en la misión de no permitir que el pecado entre en los hijos, protegerlos de las espinas y cardos de las malas obras y hacer que crezcan en medio de aquellas virtudes que los constituirán en hombres y mujeres de provecho y que harán que sus vidas sean beneficiosas para la sociedad.

El pecado no requiere esfuerzo y el alma, en su debilidad, disfruta en medio de sus influencias negativas. No crece siempre de la misma forma después de haber echado raíces en el corazón, por eso es muy necesario seguir el comportamiento de los niños y estar atentos a sus primeras manifestaciones. No es muy difícil contemplar como comienza a surgir el egoísmo. El niño siente placer en el tener cosas, al principio son sus juguetes y pronto surge el hecho de que no quiere compartirlos ni con sus hermanos ni con otros niños. Si no es corregido a tiempo y se le enseña a no decir “Mis juguetes” sino “nuestros juguetes” porque los comparto con mis hermanos o con los niños que están en el parque o en el colegio esto puede degenerar con posterioridad en una pasión desmesurada por poseer cosas materiales acompañado por el amor desmesurado al dinero y un corazón duro capaz de ver las necesidades de los demás.

Los niños y adolescentes de nuestro tiempo no se cansan nunca de pedir dinero, de exigir determinadas cosas alentados por una agresiva publicidad que fomenta el consumismo, disfrazada en estos días de buenos deseos navideños y villancicos. Cogen grandes pataletas o incluso pueden amenazar verbalmente o agredir a sus padres si sus deseos egoístas no son satisfechos. Tanto ellos y más ellas exigen la ropa de marca que ven en la televisión y que llevan los personajes de moda o el personajillo popular de clase o del grupo de amigos. Esto irá creciendo conforme ellos también crezcan y se convertirán en consumidores compulsivos, que desearán todo lo que les rodea y vivirán dominados por sus pasiones.

Una amiga me dijo que había dejado de llevar a sus hijos de compras con ella al supermercado. Cuando los llevaba, el carro de la compra subía hasta cien euros más de lo normal y al repasar lo comprado descubría infinidad de productos que los niños había pedido insistentemente normalmente porque aparecían en la televisión. Sin embargo cuando iba sola el valor de la compra descendía ya que podía comprar marcas blancas mucho más baratas y prescindía de artículos innecesarios como bollería industrial, bebidas y alimentos que no son precisamente ni necesarios ni tan siquiera beneficiosos para los niños por mucho que se empeñen en promocionarlos la publicidad de las grandes multinacionales.

Más grave es la situación a la hora de comprar la ropa, niños que sólo quieren vestir con chándales y zapatillas de marca, que exigen los uniformes de sus equipos de futbol , niñas disfrazadas de mujer con aire de busconas que quieren llevar la misma ropa que su cantante favorita…

Los padres ante estas situaciones tiene actuar lo primero con prevención anticipándose para que estos hechos no se produzcan, lo que hace necesario un buen conocimiento de las relaciones, de lo que ven y hacen sus hijos, no de una manera que resulte inquisitorial sino educativa y amorosa. Los niños han de ser llevados a la Iglesia por los padres para que reciban los Santos Sacramentos, se les han de enseñar las oraciones rezándolas con ellos en casa, se les han de comprar libros religiosos que hay muchos y muy buenos pensados para ellos, así como ponerles DVD de tema religioso. ¿Por qué han de tener como personaje preferido a Bob Esponja cuando hay videos con las vidas de Cristo y los Apóstoles, historias del Antiguo y Nuevo Testamento y pueden admirar a héroes como San Jorge o los grandes Santos y Santas de nuestra Iglesia Ortodoxa?

lunes, 21 de noviembre de 2011

Cuidaos porque esta noche Dios puede pediros cuentas.


Dos cosas son las que condena el Señor en la actitud del hombre del Evangelio: Por un lado su egoísmo y por otro su pensamiento material.

En realidad, si aplicamos la verdad que nos muestra Cristo en este Evangelio descubrimos que no es necesario ser rico, en el sentido en el que lo entendemos actualmente, para vernos reflejados en ese hombre que después de haber tenido una gran cosecha, se ve disfrutando de la buena vida.

El problema, el gran pecado es el egoísmo, vio sus riquezas reunidas, el grano que había recogido y lo primero en lo que piensa es en construir unos graneros más grandes para acumular sus bienes. En ningún momento se para agradecer a Dios esos bienes que le han sido concedidos. Gratitud al Creador de todas las cosas, que hizo a la tierra fecunda, que hizo crecer los granos, derramó las lluvias que hicieron mullida la tierra en la que fueron plantados y que hace salir el sol cada día para que con su calor de vida a todo lo que crece bajo su luz.

¡Por cuantas cosas tendría que haber glorificado y haberle dado gracias aquel rico a Dios! Sin embargo, Dios está fuera de su mente, él se considera el autor de todo.

Y a esta ingratitud hacia Dios hay que añadir el que nadie, ni sus vecinos, ni amigos entren en sus planes. En su mente y corazón sólo hay sitio para él mismo. Esta es la locura de la que habla el Evangelio, la insensatez, la enfermedad del corazón y el alma.

Su locura es anteponer lo material a todo lo demás, a Dios, a los demás, a su propia alma. Su descanso está puesto en lo que ha de llenar los graneros, eso es lo que él cree que le permitirá descansar y será causa de su alegría.

Más que es lo que contemplamos a nuestro alrededor. ¿Son estas cosas materiales las que causan la alegría en el hombre, son las que conceden la paz al alma? No, las riquezas materiales, su acumulación no producen más que intranquilidad, desasosiego. Por la posesión de las cosas materiales los hombres se matan entre ellos, los países entran en guerra. El que tiene mira a su alrededor con recelo y su corazón enfermo cada vez quiere más.

Nuestra sociedad, alejada de los valores del Evangelio, nuestra sociedad, que ha dado la espalda a Dios, el hombre se mira a si mismo incapaz de reconocer los beneficios que Dios le otorga y olvida que si esos bienes se le dan es para que los comparta.

El Evangelio nos enseña a huir del egoísmo y a poner en el centro de nuestras vidas a Dios. Él creo la hermosura de la creación, puso cada cosa en su orden y nosotros queremos y pretendemos ocupar su lugar, pensando que somos el centro del universo.

Nada más que tenemos que mirar a nuestro alrededor y más en estos días en los que comienza el ayuno de la Navidad. Todo se prepara para incitar a gastar a la gente incluso el dinero que no tiene, los centros comerciales, las tiendas se llenan de mensajes que incitan al hombre a mirarse así mismo olvidando que el verdadero sentido de la Navidad es el de Dios que se hace hombre para traernos lo verdaderamente importante la redención y salvación de nuestras almas .

En cualquier momento Dios puede llamarnos a su presencia, nada de lo que hayamos atesorado en esta tierra podremos llevárnoslo con nosotros, todo lo que hayamos acumulado se quedará aquí, el único tesoro que podremos llevarnos serán nuestras buenas obras, nuestro amor a Dios y a los hombres nuestros hermanos.

Pidamos a Dios que nos ayude a comprender este misterio y pidamos a la madre de Dios que nos acompañe. Ella fue llevada al templo en cumplimiento de la promesa hecha por sus padres a Dios, despreciando las cosas de este mundo se entregó completamente a Dios, por su ascesis y oración se liberó de las pasiones y ataduras de este mundo manteniendo la lámpara encendida de la fe.

Ella, que fue alimentada con pan celestial por el ángel, nos conduzca al alimento que da la vida, al Pan bajado del cielo, Cristo nuestro Dios, al que llevó en su seno y para cuyo nacimiento nos preparamos con ayuno y oración.

jueves, 17 de noviembre de 2011

LAS CUARENTA LITURGIAS DE LA CUARESMA DE NAVIDAD

En algunas ocasiones he escuchado de algún hermano sacerdote la siguiente queja: “si por la mañana celebro la Liturgia sólo me encuentro con un puñado de abuelitas” Y esta queja, que conste proviene de un país ortodoxo. El ritmo de vida actual que se está imponiendo en los países de mayoría ortodoxa cada vez más occidentalizado hace que si el día de fiesta eclesiástica no coincide con la fiesta laboral, las iglesias aparezcan vacías, bueno, vacías no pues estas buenas ancianas siempre están presentes. Claro está que a mí la queja me indigna, pues si esto es lo que ocurre en una parroquia de Bucarest o de Tesalónica, peor es en una parroquia en España, Francia o Alemania. La gente trabaja, la parroquia no suele estar cerca de casa y no todas las ciudades y pueblos tienen iglesia ortodoxa a la que poder asistir (ya no hablamos del caso de que si soy ruso no iré a una parroquia rumana, que además sigue el nuevo calendario o si soy griego no iré a una iglesia rusa)

Sueles agudizar el ingenio, poner la Liturgia a las 7 de la mañana, pero no es solución pues si ya se hace pesado madrugar para ir a trabajar imaginad el problema si te tienes que levantarte aún más pronto para ir a la Iglesia. Ponerla más tarde, o que siga a su hora habitual también es un problema porque los que podrían ir entonces están trabajando. Después está la cuestión de que para celebrar la Liturgia el sacerdote necesita por lo menos a un cantor que le responda y a un acólito que le asista en el santuario y los habituales estudian trabajan o no están disponibles.

Ante esto el sacerdote, vamos yo mismo, cae en la desesperación cada vez que se acerca una de las grandes fiestas del año, o aquellos días en los que conmemoramos santos con la cruz roja en los calendarios porque normalmente tiene que perseguir a unos y a otros para poder celebrar la Divina Liturgia. Algunas veces me he quedado con la proscomidia preparada esperando que llegase alguien y aún estando presentes los querubines y serafines me he quedado sin poder celebrar.

Y es que cada vez somos más “cristianos domingueros” vamos a la Liturgia los domingos (los que van, claro) y el resto de la semana hacemos lo se puede o se quiere. Así pasan sin pena ni gloria solemnidades como la Anunciación, la Transfiguración, la Natividad de la Madre de Dios, o la próxima en celebrase que es la de la Entrada de la Madre de Dios en el Templo.

Entonces yo, desterrado en este valle de lágrimas que es España, me acuerdo de los que se quejan de aquellas piadosas ancianas y me gustaría gritarles que ojalá tuviera yo un autobús lleno de ellas, griegas, rumanas, rusas, ucranianas, georgianas, todas con sus pañuelos en las cabezas, siempre con un murmullo de akathistos en los labios y garantes para el sacerdote de que se podrá celebrar la Divina Liturgia en la iglesia. Porque abuelas en España hay pocas, las que hay o está en casa cuidando de los nietos mientras las hijas trabajan o toman café, o son de las que se visten de rojo y se tiñen el pelo.

Y claro, si los fieles son de fin de semana, el sacerdote se convierte en un dominguero más.

Al inicio de la Cuaresma de Navidad siempre miro con tristeza el calendario. A partir del día 15 de Noviembre y hasta la víspera de Navidad los sacerdotes ortodoxos observan la costumbre de las cuarenta Liturgias. Es un tiempo en el que se celebra diariamente tal y como se hace en catedrales y monasterios. Para algunos, que sólo celebran la Utrenie o Maitines diariamente esta es una pesada carga más esto no es más que una gran ignorancia manifiesta de los infinitos beneficios espirituales que reporta a los que participan en ellas así como para los vivos como para los difuntos que son conmemorados en estas celebraciones. Así San Ignacio de Antioquía dice que para los que se reúnen en la celebración de la Liturgia de forma continua y en el mismo lugar los poderes de Satanás son destruidos pues lo que él quiere es impedir la unidad de la fe (Cf Ef 13) El poder inconmensurable de la Divina Liturgia no es algo mágico sino real y está basado en la manifestación del amor y unidad en Cristo que por nosotros y por nuestra salvación se ofreció en sacrificio. Se manifiesta así la unidad de la Iglesia, unida a la viña verdadera por la que fluye la gracia, unida de los santos, de los vivos y de aquellos que duermen en espera de la resurrección.

En las divinas Liturgias de la Cuaresma de Navidad, la conmemoración de los nombres de los vivos y los difuntos se muestra como señal del amor que hemos de tener los unos con los otros como miembros de la Iglesia. Nada hace más presente el amor de Cristo por la humanidad, que tomó carne por la salvación de los pecados, que el sacrificio diario de la Divina Liturgia ofrecida por el perdón de los pecados y por la vida eterna de aquellos que duermen. Así San Juan de Krostadt escribía que en la Divina Liturgia se celebra el misterio del amor perfecto de Cristo, amor que se manifiesta en su sacrificio. El P Paisios Aghiorita nos dice que es necesario orar por los difuntos y llevar su nombre para que el sacerdote los conmemore en la Proscomidia ya que ellos no pueden por ellos mismos ofrecerla por el perdón de sus pecados. Nos dice el P Paisios que los trisagios, paniquidias y parastases, no son nada sin la Divina liturgia y que lo mejor que podemos hacer por los difuntos es ofrecer las cuarenta liturgias por ellos y llevar sus nombres a la proscomidia, siempre que ésta sea celebrada junto a nuestra limosna por ellos. San Simeón de Tesalónica escribe que durante la proscomidia el sacerdote coloca partículas del pan de la prósfora en el discos nombrando a los difuntos, estos reciben el perdón de sus pecados por la Sangre preciosa de Cristo siendo por ello consolados. San Juan Crisóstomo dice: “No tengas duda alguna sobre el beneficio espiritual que reciben los difuntos. Ellos no son nombrados en vano en la santa mesa de la prótesis con fe en Dios”.

Nunca olvidemos, estemos en España, en Italia, en Estados Unidos, en Rusia o Rumanía, nuestras santas tradiciones y sobre todo cuando veamos a las ancianas en la iglesia respetemos sus años y su piedad.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Homilia del Domingo XXV después de Pentecostés: El Buen Samaritano

Dos son los mandamientos principales que han de regir la vida del cristiano y en ellos se resume toda la ley y las enseñanzas de los profetas según nos lo dice el Señor en su Evangelio:

Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

Amor a Dios y amor al prójimo y el que ama a Dios y no ama a su prójimo es un mentiroso ya que todo lo que hacemos a aquellos que nos rodean a Dios mismo se lo hacemos.

Y el que ama a los que lo rodean pero no ama a Dios, se olvida que Él es el autor y Señor de toda la creación y su amor no es cristiano sino mera filantropía.

¿Y quién es nuestro prójimo? Para los judíos el prójimo era aquel que pertenecía al pueblo de Israel, el miembro de la tribu, el que compartía la sangre y la fe.

¿Más para nosotros quien es nuestro prójimo? Para el cristiano, nuestros prójimos son todos los hombres, son no sólo aquellos a los que mamamos, pues si ayudamos a los que amamos y nos aman, qué mérito tiene ese amor, eso ya lo hacen los paganos y los sin Dios. El amor al prójimo cristiano da un paso más adelante: “Mi prójimo es incluso aquél que me odia y me desea el mal.

Este es el mensaje de esta parábola del Evangelio que hemos leído en este domingo y que ha resonado en todos los oídos de los ortodoxos: “Todos los hombres son tu prójimo”.

Un hombre que iba camino de Jerusalén es asaltado, robado, apaleado y dejado como muerto al lado del camino. Un sacerdote del templo de Jerusalén, sujeto a la ley mosaica, pasa a su lado y mirando a otro lado sigue su camino. Luego es un levita, perteneciente al clero menor el que pasa de largo no asistiendo al que agoniza por los golpes de los salteadores. Según la antigua ley de los judíos, el contacto de los sacerdotes con cuerpos muertos los convertía en impuros, tanto el sacerdote como el levita se dirigen al templo a ejercer su sacerdocio, si se acercan al herido no podrán ofrecer el sacrificio. Para ellos este sacrificio, Dios, está por encima del herido, y lo dejan allí abandonado a su suerte, moribundo, por no contaminarse.

El tercero que pasa es un samaritano. Ellos eran los enemigos declarados de los judíos, se odiaban mutuamente, y siempre estaban enzarzados en guerras y luchas fratricidas pues ambos se consideraban Hijos de Abraham.

El samaritano, cuando pasa al lado del hombre, no ve en él a un judío, sólo ve alguien que lo necesita y sin dudarlo un momento, baja, lava sus heridas con vino, las unge con aceite, las venda, lo carga en su caballo y lo lleva a la posada pagando al dueño para que lo cuide hasta que se restablezca.

¿Quién es el que actuó correctamente, pregunta el Señor al especialista en la ley de los judíos? El que demostró amor, y compasión por el herido.

El Señor nos revela este infinito amor misericordioso del Padre hacia la humanidad. Dice el apóstol San Pablo que tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su propio Hijo para que sufriera y muriera en la cruz y así la humanidad fuera salvada.

Esta es la interpretación que nos dan los santos Padres de esta parábola:

El hombre cae herido en la emboscada que le tienden los demonios que lo golpean con las pasiones y el pecado dejándolo como muerto, quitándole la vida de la gracia.

El aceite y el vino son los sacramentos que curan las heridas dejadas por el pecado;

La Iglesia es la posada donde es llevado el que está caído en medio del pecado, el arca de la Salvación donde el hombre encuentra el tratamiento que le devuelve la salud del alma y el cuerpo.

Los dos dinares son el Antiguo y el Nuevo testamento donde Dios se ha revelado a los hombres, y donde se muestran los cuidados de Dios hacia los hombres.

Cristo es el Buen Samaritano que se acerca a los hombres caídos en medio de las sombras de la muerte, golpeados por los vicios y las pasiones. Es el que venda y unge nuestras heridas curándolas con la medicina de su divina y preciosa sangre y el aceite de la alegría.

Queridos hijos:

¿No somos ungidos con el divino aceite que llena y sella nuestros corazones con el Espíritu Santo una vez que han sido borrados nuestros pecados al salir de la fuente del bautismo?

¿Y no se nos da como prenda de salvación y salud de nuestras almas y cuerpos y perdón de nuestros pecados, el divino Cuerpo y la Sangre preciosa de nuestro Salvador y Dios Jesucristo?

¿Y no actúa el Padre Todo todopoderoso concediendo la salud del alma y el cuerpo a los que son ungidos con la mezcla del vino y el aceite en el Sacramento de la Santa Unción?

¿No veis actuar a la santa Trinidad en este misterio de las heridas lavadas, ungidas y vendadas con el aceite de la misericordia y el vino de la Redención?

Más en esta época en la que reina el egoísmo, el individualismo, el antropocentrismo, la indiferencia, en el que hasta se ha profanado y desvirtuado el verdadero sentido del amor y la compasión, actuar según nos enseña nuestro Señor en esta parábola tendría que ser lo que nos distinguiera como verdaderos Cristianos ortodoxos.

¿No era este amor lo que más asombraba a los paganos? ¿Y no era ese amor verdadero y puro, entregado totalmente lo que los llevaba a acercarse a la Iglesia? Más si nuestro comportamiento es como el de los paganos, como el de los ateos, ¿qué es lo que llevara a los hombre a encontrase con el amor de Dios si no ve reflejado ese amor en nosotros sus hijos?

El amor es la esencia de la vida y el fundamento de la Iglesia que según nos dice san Ignacio de Antioquía es la unidad de la fe y el amor. Por eso el mayor acto de amor hacia nuestros semejantes es mostrarles cuál es la verdadera fe a los hombres, donde está la salvación y la redención, donde la vida eterna. Y solamente la fe nos hace capaces de amar hasta a los enemigos porque en ellos vemos a Dios y lo que a ellos hacemos es a Dios mismo a quien se lo hacemos.

Así y solamente así se manifestará en la vida cotidiana la bondad, la amabilidad, la reconciliación, la mansedumbre y en definitiva el amor infinitamente de nuestro Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén

jueves, 10 de noviembre de 2011

SFANTUL NECTARIE DE EGHINA, AJUTORUL CELOR NEMANGAIATI

Vindecarea de cancer a unei maicute din Patmos

Una dintre maicile Sfintei Manastiri Bunavestire din Patmos a inceput sa aiba grave probleme de sanatate. In cateva luni, acestea s-au accentuat si mai tare. Cu binecuvântarea maicii starete si insotita de una dintre maici, a fost internata la spitalul de boli canceroase Sfantul Sava din Atena. Era in luna iunie a anului 1996.

Dupa analize minutioase, chirurgul Gheorghios Frankakis a dat diagnosticul: forma avansata de cancer uterin. Fara sa-i spuna pacientei tot adevarul, i-a dat doar sa inteleaga ca are de trecut printr-o operatie foarte complicata. Intamplarea facea insa, ca maica respectiva fusese in viata civila, asistenta medicala. Nu i-a fost deci greu sa inteleaga adevarul. Mai mult, aruncându-si privirea pe caietul de diagnostic, uitat intr-o zi de asistenta sefa pe masa, a avut imaginea completa a situatiei in care se gasea.

S-a intristat foarte tare, dar nu a cazut in deznadejde. A inceput sã se roage fierbinte la Sfântul Nectarie Taumaturgul. In acelasi timp, a cerut si de la duhovnicul ei, fericitul intru pomenire parinte Amfilohie Makris, ca unul ce avea mare trecere in fata sfântului, deoarece fusese unul dintre ucenicii sai, sa se roage si dânsul pentru sanatatea ei.

Totodata, la manastire, rugaciunile bateau cu putere la portile cerului. Duhovnicul, maica stareta si toate maicile faceau in continuu privegheri, acatiste si paraclise spre ajutorul maicii bolnave. Acestea sunt cheile cu care se poate descuia cerul.

Dupa rezultatul pozitiv al biopsiei, cu toate ca se simtea atat de rau, maica incepuse sa simta ca totusi ceva urma sa se schimbe. Si intr-adevar, medicul fara de arginti, Sfântul Nectarie, intrase de garda. Maica ii simtea pretutindeni prezenta binefacatoare. O pace si o liniste ii umpluse inexplicabil inima. Simtea ca totul va decurge bine. Avea senzatia ca se impartasea in fiecare zi de Hristos.

La un moment dat, doctorul i-a spus: «Sora, uite cum stau lucrurile. Situatia este foarte grava. Va trebui sa faci tratament cu radiatii si apoi chimioterapie. Dupa aceea te vom opera».

Cu o zi inaintea operatiei, duhovnicul manastirii Bunavestire s-a dus si la staretul Nectarie Vitalis, rugandu-l si pe acesta sa mijloceasca pentru insanatosirea calugaritei grav bolnave. Acesta i-a dat ulei sfintit de la candela ce ardea la icoana Sfantului Nectarie, zicandu-i sa mearga si sa o insemneze pe cea aflata in suferinta cu semnul Sfintei Cruci. Apoi a inaltat si el impreuna cu toata obstea rugaciuni fierbinti pentru vindecarea bolnavei.

A doua zi de dimineata, maica a fost dusa la sala de operatie. Se ruga neincetat si simtea in preajma ei prezenta Sfantului Nectarie. Dupa operatie, care a durat mai multe ore, i s-a facut din nou biopsia. Rezultatul: negativ…! Se vindecase deci, nu mai avea cancer! Slavit sa fii, Doamne!

Doctorul nu-si putea crede ochilor. Repeta mereu: ‘‘Aici s-a rostit multa rugaciune…! A avut loc o mare minune…!” Acelasi lucru i l-a spus si maicii, dupa ce s-a trezit din anestezie.

La opt zile au iesit si ultimele rezultate ale biopsiei generale. Cancerul se vindecase total. La manastire se faceau de acum slujbe de multumire catre Dumnezeu Cel in Treime, catre toti Sfintii Bisericii, incununati de Taumaturgul Sfant Nectarie.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Απολυτίκιον Αγ. Νεκταρίου Tropario de Nectario de Egina

Svyatyni: la devoción ortodoxa por las Santas Reliquias.

Los sociólogos dicen que es imposible hacer que los rusos salgan a la calle, de hecho es uno de los países, si podemos llamarlo así, occidentales en el que menos manifestaciones hay, y cuando estás se producen no se contarán más de cien o doscientas personas.

Más hay algo que sí que es capaz de mover a cientos de miles de personas a la calle en un torrente constante, a lo largo de kilómetros, con lluvia, nieve o heladas: las Santas Reliquias y los Iconos milagrosos, lo que en ruso se denomina “Svyatyni” un fenómeno que ha sido olvidado en gran parte en Occidente, dominado por un fe errónea y un cristianismo carente de gracia pero que sigue muy vivo en el pueblo ruso al igual que en otros países ortodoxos como por ejemplo Rumanía y en menos medida en Grecia cada vez más occidentalizado, por desgracia.

En estos días estas manifestaciones religiosas se han producido a lo largo y ancho de la tierra Rusa. Millones de personas, y no es una hipérbole o metáfora, sino un dato real, han salido a la calle en unos actos sin precedentes en toda la historia de la Ortodoxia. El motivo no ha sido ni la llegada de un político, ni la de una superestrella del celuloide, ni un actor o deportista de fama. El causante de tal movimiento de masas nunca visto antes en el país ha sido el Cinturón de la Madre de Dios, una de las reliquias más sagradas del Monte Athos y que es guardad en el santo Monasterio de Vatopedi y que por primera vez salía de Grecia.

Salí el cinturón de la Madre de Dios con gran honor, escoltado por seis monjes de Vatopedi. En San Petersburgo fue recibido y venerado por el primer ministro Vladimir Putin. Se calcula que más de un millón de personas pasaron a venerar la Santa Reliquia que fue expuesta a la veneración durante tres días y noches. Los fieles esperaron bajo la lluvia una media de entre doce y catorce horas para venerar el santo relicario que contiene la faja tejida con lana de camello por la misma Madre de Dios para su uso y que a pesar de los siglos permanece incorruptible.

Y así podríamos seguir enumerando ciudades por las que ha pasado este inapreciable tesoro. En Ekaterimburgo una procesión de veinte mil personas acompañó a la reliquia a la Catedral Metropolitana, pasando posteriormente ante ella más de cuatrocientas mil personas. Ciento cincuenta mil fueron las que la veneraron en Krasnoyarsk. Cientos de miles han sido los que la han venerado desde el Círculo Polar Ártico hasta Volgogrado y Stavropol en el sur donde estrá en los próximos días.

Muchos de los que se acercan a venerarla son mujeres ya que es una ocasión irrepetible para venerarlo ya que no pueden acceder al Jardín de la Panaghía. Muchas lo hacen con lágrimas en los ojos y gran fe y esperanza en el corazón suplicando el hijo que no pueden concebir. Recorren los peregrinos en ocasiones cientos de kilómetros teniendo que esperar horas para poder venerarla un momento que llena de gozo espiritual el alma en una experiencia irrepetible. Las colas son interminables bajo la lluvia, de noche a la interperie más sólo se escuchan oraciones, el canto de los acatistos a la Madre de Dios, no hay impaciencia ni malas palabras, ni discusiones amargas. Como decía un comentarista estos días de la televisión rusa: “parece que toda la ciudad sea una gran iglesia”.

¿Y en Occidente? Fue robada la cabeza de san Juan Bautista de Constantinopla y la catedral de Amiens, que es donde está ese gran tesoro espiritual permanece vacía, fría, muerta en su inútil belleza. Igualmente fue robada la Corona de Espinas de nuestro Señor y cuando los primeros viernes de cada mes es expuesta en Notre dame de París son apenas unos pocos los que se acercan a venerarla.

Un amigo que visitó Tierra santa hace dos años me contaba que estando en la gruta de la natividad en Belén, entró un grupo de peregrinos-turistas americanos protestantes, todos vestidos con la misma camiseta, con los pines acreditativos con un lema cristiano. Hablaban en voz alta, reían, tomaban fotos e incluso una pareja se sentó junto a la estrella para fotografiarse. Al poco tiempo entraron un grupo de peregrinos rumanos, que seguramente también harán turismo durante su peregrinación, las mujeres llevaban cubierta la cabeza, encendieron velas, se arrodillaron ante la estrella que marca el nacimiento del Salvador de los hombres, y juntos siguieron el canto del tropario de Navidad entonado por el preot que iba con ellos. ¡Qué diferencia de actitud, que no es más que la expresión de la vivencia interior! Seguramente los protestantes conocerán mejor la Biblia, serán más cultos, tendrán más dinero, pero no tienen ni idea de lo que es un lugar sagrado, no sienten la gracia que emana de él, no están conectados a la fuente de esa gracia que es Cristo.

Hoy en día muchos son los que quieren peregrinar a estos lugares donde se veneran tantas reliquias que han sobrevivido a guerras y revoluciones en occidente, la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma, la de Santiago en España, el Cáliz de la Cena en Valencia, también en España, el Mandilion en la ciudad italiana de Turín…. Más no es bueno ni aconsejable que se haga por mucho que nos duela. Decía un Padre de la Santa Montaña que no tienen gracia al encontrarse en las parasinagogas de los papistas que se alegran de poder quitarles a algunas el polvo después de estar olvidadas desde hace décadas en los armarios de sus sacristías.

¿Alguien quiere venerar las Reliquias de los santos Pedro y Pablo? Haga pintar un icono en un monasterio según los cánones de la Santa Iglesia, que el sacerdote lo bendiga y que esté cuarenta días en el santuario y luego que lo ponga a la veneración de los fieles en su parroquia y sentirá como la gracia de Dios se derrama abundantemente sobre aquellos que con fe lo veneren, pero por favor, que no se le ocurra ir a la Gran Babilonia del Anticristo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

palabras del Padre Hilarión Argatu

La última vez que fui de peregrinación a Rumanía me vine con grandes regalos que hicieron para nuestra parroquia y uno de valor inapreciable es un felonio del P Hilarión Argatu. Hoy cuando leía unos textos suyos, no podía evitar pensar en toda la situación que estamos viviendo. Leámoslos con atención y lo más importante, veamos que enseñanzas podemos sacar de ellos. La traducción es lo más ajustada que he podido, perdonad mis carencias.


La vida es difícil porque ha disminuido la fe en las personas. Por la pobreza, la gente vende su alma por comida y ropa. El mundo se va a amargar y el amor y la misericordia desaparecerán entre los hombres. Los sacerdotes se diluirán entre los laicos y ya no serán los guías de su rebaño. Los creyentes se perderán porque no encontrarán un pastor. Sólo les moverá el dinero, la fortuna y el interés. Irán buscando la riqueza, no el bien de los fieles y no tendrán compasión de sus almas, ni las cuidarán. Todo será un negocio, se le pondrá precio a la salvación, no habrá temor de Dios, no importará el deber, la obligación, la conciencia, sólo el dinero. Se entregarán unos a otros, la maldad en el mundo será insoportable, pues no habrá temor de Dios.

Vimos en los últimos tiempos, no tenemos idea de que sucederá, No sabemos lo que está sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Ya no se les educa en el temor de Dios y no se les enseña a tener una vergüenza piadosa. No se les enseña lo que son las dificultades de la vida y no se les educa con rigor para que puedan enfrentarse a los problemas. Por esto los niños son víctimas de muchos males. Mucho llorarán las madres porque fueron entregados a la lujuria de este mundo; mucho llorarán, muchísimo, porque no los guardaron y los hicieron hijos del infierno. Si el mundo se apartara del mal y del pecado no viviríamos los males que vivimos y viviremos.

Todo está al revés, no hay vergüenza, ni compasión, no hay amor y cada vez será peor. Creíamos que con la Revolución (Habla de la revolución de Rumanía que hizo caer la dictadura comunista de Chauchescu) se haría la luz, que todo iría bien, que saldríamos de las tinieblas… Pero no ha sido así, la libertad trajo consigo males como el aborto que han convertido a Rumanía en el país del mundo en el que se matan a más niños no nacidos. El vacío se ve en todas partes, en los periódicos en la radio, en la televisión que arruinan la mente del hombre, la violencia que se muestra en las películas. Sobre todo el mayor de los males es la televisión.

Que ha venido a ser Rumanía sino el hazmerreir del mundo, el que tenía que ser la mejor entre todas las flores porque tiene la fe verdadera, la Fe Ortodoxa. ¿Es qué no os acordáis de Esteban el Grande? ¿Es qué no te acuerdas de Constantín Brancoveanu que vio como martirizaban a sus hijos antes de ser el mismo martirizado por los turcos? ¿Es que no recuerdas las palabras de su hijo que antes de morir dijo que prefería la muerte a vivir como un pagano, negándose a convertirse a la impiedad del islam? Hoy nuestro país está en manos de los ateos, amigos de los turcos, de los chinos, de los árabes. Paganos y vuestras hijas se entregan a la fornicación con los turcos buscando su dinero. No hay vergüenza, ni sentido común, ni respeto, ni amor y el poco que hay se perderá.

¿Cuál será el futuro? Cada vez peor.

La vida familiar será cada vez peor. Los esposos no se respetarán, se caerá en el adulterio, se engañarán; los hijos no obedecerán a sus padres y esto ya lo vemos hoy en día.

Pondremos nuestra mano en el vientre y miraremos al cielo preguntándonos con qué comeremos y con qué daremos de comer a nuestros hijos, con qué los criaremos.

Todo es fornicación y vicio, ese es el camino que siguen los jóvenes. Por todos los lados los vemos diciendo toda clase de palabras vergonzosas y haciendo todo tipo de gestos deshonestos. Las jóvenes van medio desnudas por la calle. El hombre y la mujer ya no se encuentran el uno al otro, se ofenden, no hay ni amor ni respeto, compasión, ni hay sentido de sacrificio por los demás.

A causa de todo esto, los matrimonios se deshacen rápidamente, los divorcios están de moda hoy en día, todo el mundo se divorcia.

Habrá lágrimas en todos los hogares y todos estarán preocupados por el trabajo. Mirad como el mal está en todas las familias: la pobreza, la enfermedad, los niños sin escuela, los padres sin trabajo, con miedo diario a dar o no dar.

Los demonios los tomarán. Más no tendrán poder sobre los que están inscritos en libro de la vida, los que fueron bautizados según las reglas de la Iglesia Ortodoxa, los que confiesan y comulgan, los que guardaron su virginidad hasta el matrimonio, los que cumplen con los ayunos a lo largo del año, los que asisten a la Iglesia, los que hacen buenas obras. Las fuerzas del mal no tendrán poder sobre ellos. Entonces aullando como un lobo el demonio buscará a quién coger.

Que terrible es la actitud de muchos padres hoy en día cuando tiene que poner el nombre de bautismo a sus hijos. Son muchos los que ponen nombres incomprensibles, que están de moda, o nombres de actores famosos. Ya no se sigue la piadosa costumbre de poner al niño el nombre del santo del día de su nacimiento, para que él le proteja durante toda su vida; ya no se eligen los nombres que tienen una cruz roja en el calendario, los grandes Santos y protectores de la Iglesia: San Jorge, San Nicolás, San Gregorio, los santos Pedro y Pablo. Muchos incluso les ponen nombres paganos, y peor es todavía el cura que permite el bautizo con tal nombre.

La resurrección de la hija de Jairo y curación de la Hemorroisa.

Dos hechos tristes y dolorosos son los que aparecen en el Evangelio que se ha leído por hoy. Por un lado un hombre desesperado, por otro lado una mujer que arrastraba desde hacía años una penosa enfermedad.

El hombre es Jairo, jefe de la sinagoga, padre de una niña de 12 años, enferma terminal que agoniza. La mujer es la hemorroisa, enfermedad muy penosa en aquellos tiempos pues aparte de la dolencia estaba el problema de la marginación social y religiosa que suponía la hemorragia continua de sangre. Había gastado toda su fortuna en los médicos que la habían declarado incurable.

Los dos sufren, cargados de dolor, desesperados, incluso en el caso de la hemorroisa, marginada también en cuanto a la religión.

Ante esta situación límite, se vuelven hacia Cristo, sólo les queda el recurso de la fe. Jairo no lo duda. A pesar de su posición y cargo, la sinagoga se ha quedado vacía y sin gracia y se acerca al Señor y lo adora y le ruega por su hija; la mujer temerosa por su situación de impureza por el flujo de sangre y por el posible rechazo que pudiera sufrir, no se atreve ni a pedir la curación, tiene fe, y se acerca a Cristo para tocarle la orla de su vestido, con la seguridad de que será sanada.

Como resultado, como fruto de su fe, Jairo vuelve a abrazar a su hija arrancada del poder de la muerte como manifestación del poder de Cristo, como Dios que es, sobre ella y en anuncio de la verdadera Resurrección. La mujer se ve curada en su cuerpo y en su alma, arrancada de la enfermedad y de la impureza de la ley por el que es la fuente de la salud y el autor de la ley.

Y Cristo desde el Evangelio nos invita a poner hoy nuestros sufrimientos y tribulaciones ante él, nos invita a buscar la vida no ya del cuerpo sino de nuestra alma y a buscar la verdadera salud. Pues ¿De qué nos sirve recuperar la salud del cuerpo si nuestra alma sigue muerta y enferma por el pecado?

Para buscar la salud del cuerpo, no dudamos ni un momento en acudir a los mejores médicos, ni a recorrer medio mundo si sabemos que vamos a recuperar la salud pero buscamos con el mismo afán la salud de nuestras almas. ¿Nos esforzamos por alcanzar los bienes materiales con el mismo afán que buscamos a Dios? ¿Nos acercamos a las cosas y nos separamos del Creador? Y nos damos cuenta que el vivir alejados de Dios es lo que causa en el hombre la verdadera enfermedad y la muerte.

Hay veces que Dios permite que la desgracia toque a nuestra puerta para que despertemos y abramos los ojos. Un pequeño mal, puede liberarnos de un mal mayor y producir en nosotros un bien inmenso. Estos golpes nos hacen abrir los ojos y despertarnos. ¡Cuántas personas se habían olvidado de Dios y cuando ha llegado la enfermedad o el dolor lo han descubierto en medio de sus padecimientos y se han vuelto de nuevo a Él librándose de la muerte eterna!

Y cuantas veces el éxito llena a la persona de soberbia y de orgullo, de egoísmo. Cuantos se han enriquecido y se han olvidado incluso de las necesidades de sus padres y estos reveses de la vida le han hecho recapacitar, y se han vuelto bondadosos e indulgentes.

Recordar la parábola del Hijo pródigo. Sólo cuando ha caído en la más absoluta de las miserias después de haberlo perdido todo es capaz de reconocer lo bien que estaba en casa de su padre. Ve su miseria y reconoce su pecado, su corazón se llena de humildad y vuelve a la casa de su padre.

Es esto a lo que los Santos Padres llaman la pedagogía del dolor. Dios envía penas que nos ayudan a aumentar nuestra fe y nuestras virtudes, que nos hacen despertar espiritualmente, que reavivan en nosotros el deseo de la oración, que aumentan nuestra esperanza en Dios Todopoderoso, que nos ayudan a apartar nuestros ojos de la vanidad de este mundo; cuantos se ven liberados del pecado, cuantos adquieren fortaleza y paciencia. En definitiva cuantos son purificados por esta pedagogía y se ven elevados espiritualmente.

La hemorroisa, después de tantos años enferma, de verse arruinada, desesperada, sin poder tocar a nadie, abandonada por el temor de quedar impuros si la tocaban, no murmura contra Dios, lo busca llena de fe y cuál es nuestra actitud en medio de los males que os afligen. ¿Maldecimos a Dios o humildemente lo buscamos? Y en definitiva, para Jairo ¿qué fue más importante, ver a su hija resucitada o encontrarse cara a cara con Cristo, Dios y Hombre?

Muchas veces parece que Dios no escucha nuestras oraciones, nos sentimos abandonados, no vemos respuesta para aquello que suplicamos. Y hemos de comprender que igual que los azotes y los golpes que sufrió Cristo en su dolorosa pasión sirvieron para nuestra salvación, los sufrimientos y dolores de esta vida, nos son útiles si los aceptamos con paciencia y ánimo agradecido.

Él no tenía pecado y sin embargo cargo con los nuestros sufriendo por nuestra salvación. Y es de Cristo Crucificado del que hemos de sacar fuerzas para afrontar con alegría y paciencia las pruebas de esta vida que se vuelven más ligeras pues es Él el que alivia nuestro dolor.

Acerquémonos con fe a Él que es nuestro Dios Todo poderoso y como la hemorroisa toquemos con humildad y con el corazón lleno de fe la orla de su vestido, buscando la salud de nuestras almas y el perdón de nuestros pecados.