domingo, 6 de noviembre de 2011

palabras del Padre Hilarión Argatu

La última vez que fui de peregrinación a Rumanía me vine con grandes regalos que hicieron para nuestra parroquia y uno de valor inapreciable es un felonio del P Hilarión Argatu. Hoy cuando leía unos textos suyos, no podía evitar pensar en toda la situación que estamos viviendo. Leámoslos con atención y lo más importante, veamos que enseñanzas podemos sacar de ellos. La traducción es lo más ajustada que he podido, perdonad mis carencias.


La vida es difícil porque ha disminuido la fe en las personas. Por la pobreza, la gente vende su alma por comida y ropa. El mundo se va a amargar y el amor y la misericordia desaparecerán entre los hombres. Los sacerdotes se diluirán entre los laicos y ya no serán los guías de su rebaño. Los creyentes se perderán porque no encontrarán un pastor. Sólo les moverá el dinero, la fortuna y el interés. Irán buscando la riqueza, no el bien de los fieles y no tendrán compasión de sus almas, ni las cuidarán. Todo será un negocio, se le pondrá precio a la salvación, no habrá temor de Dios, no importará el deber, la obligación, la conciencia, sólo el dinero. Se entregarán unos a otros, la maldad en el mundo será insoportable, pues no habrá temor de Dios.

Vimos en los últimos tiempos, no tenemos idea de que sucederá, No sabemos lo que está sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Ya no se les educa en el temor de Dios y no se les enseña a tener una vergüenza piadosa. No se les enseña lo que son las dificultades de la vida y no se les educa con rigor para que puedan enfrentarse a los problemas. Por esto los niños son víctimas de muchos males. Mucho llorarán las madres porque fueron entregados a la lujuria de este mundo; mucho llorarán, muchísimo, porque no los guardaron y los hicieron hijos del infierno. Si el mundo se apartara del mal y del pecado no viviríamos los males que vivimos y viviremos.

Todo está al revés, no hay vergüenza, ni compasión, no hay amor y cada vez será peor. Creíamos que con la Revolución (Habla de la revolución de Rumanía que hizo caer la dictadura comunista de Chauchescu) se haría la luz, que todo iría bien, que saldríamos de las tinieblas… Pero no ha sido así, la libertad trajo consigo males como el aborto que han convertido a Rumanía en el país del mundo en el que se matan a más niños no nacidos. El vacío se ve en todas partes, en los periódicos en la radio, en la televisión que arruinan la mente del hombre, la violencia que se muestra en las películas. Sobre todo el mayor de los males es la televisión.

Que ha venido a ser Rumanía sino el hazmerreir del mundo, el que tenía que ser la mejor entre todas las flores porque tiene la fe verdadera, la Fe Ortodoxa. ¿Es qué no os acordáis de Esteban el Grande? ¿Es qué no te acuerdas de Constantín Brancoveanu que vio como martirizaban a sus hijos antes de ser el mismo martirizado por los turcos? ¿Es que no recuerdas las palabras de su hijo que antes de morir dijo que prefería la muerte a vivir como un pagano, negándose a convertirse a la impiedad del islam? Hoy nuestro país está en manos de los ateos, amigos de los turcos, de los chinos, de los árabes. Paganos y vuestras hijas se entregan a la fornicación con los turcos buscando su dinero. No hay vergüenza, ni sentido común, ni respeto, ni amor y el poco que hay se perderá.

¿Cuál será el futuro? Cada vez peor.

La vida familiar será cada vez peor. Los esposos no se respetarán, se caerá en el adulterio, se engañarán; los hijos no obedecerán a sus padres y esto ya lo vemos hoy en día.

Pondremos nuestra mano en el vientre y miraremos al cielo preguntándonos con qué comeremos y con qué daremos de comer a nuestros hijos, con qué los criaremos.

Todo es fornicación y vicio, ese es el camino que siguen los jóvenes. Por todos los lados los vemos diciendo toda clase de palabras vergonzosas y haciendo todo tipo de gestos deshonestos. Las jóvenes van medio desnudas por la calle. El hombre y la mujer ya no se encuentran el uno al otro, se ofenden, no hay ni amor ni respeto, compasión, ni hay sentido de sacrificio por los demás.

A causa de todo esto, los matrimonios se deshacen rápidamente, los divorcios están de moda hoy en día, todo el mundo se divorcia.

Habrá lágrimas en todos los hogares y todos estarán preocupados por el trabajo. Mirad como el mal está en todas las familias: la pobreza, la enfermedad, los niños sin escuela, los padres sin trabajo, con miedo diario a dar o no dar.

Los demonios los tomarán. Más no tendrán poder sobre los que están inscritos en libro de la vida, los que fueron bautizados según las reglas de la Iglesia Ortodoxa, los que confiesan y comulgan, los que guardaron su virginidad hasta el matrimonio, los que cumplen con los ayunos a lo largo del año, los que asisten a la Iglesia, los que hacen buenas obras. Las fuerzas del mal no tendrán poder sobre ellos. Entonces aullando como un lobo el demonio buscará a quién coger.

Que terrible es la actitud de muchos padres hoy en día cuando tiene que poner el nombre de bautismo a sus hijos. Son muchos los que ponen nombres incomprensibles, que están de moda, o nombres de actores famosos. Ya no se sigue la piadosa costumbre de poner al niño el nombre del santo del día de su nacimiento, para que él le proteja durante toda su vida; ya no se eligen los nombres que tienen una cruz roja en el calendario, los grandes Santos y protectores de la Iglesia: San Jorge, San Nicolás, San Gregorio, los santos Pedro y Pablo. Muchos incluso les ponen nombres paganos, y peor es todavía el cura que permite el bautizo con tal nombre.

No hay comentarios: