miércoles, 28 de noviembre de 2012


FIESTA DE SAN ANDRÉS APOSTOL
EL PRIMERO DE LOS LLAMADOS
PATRÓN DE LA PARROQUIA ORTODOXA
DE ALICANTE

Jueves 29 de noviembre

18:00 hh Solemnes Vísperas, Litia y Artoclasia

Veneración de las reliquias del Apóstol

Viernes 30 de noviembre

8:00 hh

Divina Liturgia


viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Por qué dejé el Papismo? - Obispo Pablo de Ballester Convallier - 3° Parte



3.- Lo absurdo de la enseñanza del Papa

Exactamente a continuación, en el ramo de artículos en los que sabiamente mi líder espiritual había reunido, la verdadera naturaleza de este sistema monárquico, conocida como la Iglesia de América, comenzó a desmoronarse. Supongo que un resumen de sus características, no sería superfluo.

En primer lugar, para los católicos, la Iglesia Cristiana "no es más que una monarquía absoluta", cuyo monarca es el Papa, que funciona en todas sus facetas como tal. En esta monarquía papal "todo el poder y la estabilidad de la Iglesia se encuentra en sus manos", ya que de otro modo "no habría sido posible". El cristianismo es apoyado completamente por el papismo. Y todavía un poco más, "papismo es el agente más importante de la cristiandad", es decir, "es su cenit y su esencia".

La autoridad monárquica del Papa como jefe supremo y la cabeza visible de la Iglesia, la piedra angular, maestro universal infalible de la fe, Representante (Vicario) de Dios en la tierra, pastor de pastores y Jerarca Supremo, es totalmente tiránico y dominante y abarca todas las enseñanzas y los derechos legales que tiene la Iglesia. El "Derecho divino" se extiende a todos e individualmente en cada hombre bautizado en todo el mundo entero. Esta autoridad dictatorial puede ejercerse en cualquier momento, por cualquier cosa y en cualquier cristiano en todo el mundo, ya sean laicos o religiosos, y, en cualquier iglesia de cualquier denominación y el idioma que sea, teniendo en cuenta el Papa es el obispo supremo de todas las diócesis en el mundo.

Las personas que se niegan a reconocer todo el poder y no se someten a ciegas son cismáticos, herejes, impíos, y sacrílegos, y sus almas ya están destinadas a la condenación eterna, porque es esencial para nuestra salvación, que creemos en la institución del papismo y someternos a sus representantes. De esta manera el Papa encarna al líder imaginario, profetizado por Cicerón, quien escribe que todos debemos reconocer que él es santo.

Siguiendo la enseñanza latina, "aceptar que el Papa tiene el derecho de intervenir y juzgar todas las cuestiones espirituales de todos y cada cristiano por separado, mucho más es lo que tiene derecho a hacer en los asuntos mundanos. No se puede limitar a juzgar sólo a través de penas espirituales, negando la salvación eterna a los que no se someten a él, sino que también tiene derecho a ejercer autoridad sobre los fieles. La Iglesia tiene dos cuchillos, símbolos del poder espiritual y mundano. La primera de ellas está en manos del clero, y el otro en manos de los Reyes y los soldados, aunque también están bajo la voluntad y el servicio del clero".

El Papa, sosteniendo que él es el representante de Cristo, cuyo "reino no es de este mundo", de aquel que prohibió a los Apóstoles imitar a los reyes del mundo, que "conquista las naciones", se designa a sí mismo como un rey terrenal, continuando así el imperialismo de Roma. En diferentes períodos en que, de hecho, se había convertido en señor de grandes extensiones, declaró sangrientas guerras contra otros reyes cristianos para adquirir extensiones de tierras, o incluso para satisfacer su sed de más riqueza y poder. Era dueño de un gran número de esclavos. Jugó un papel central y muchas veces un papel decisivo en la historia política. El deber de los señores cristianos es retirarse ante la cara "del rey por decreto divino" que le entrega su reino y su trono político-eclesiástico "que se creó para ennoblecer y dar cabida a todos los tronos del mundo". Hoy en día la capital del mundo, el Papa se limita a la Ciudad del Vaticano. Se trata de una nación autónoma, con las representaciones diplomáticas de los gobiernos de ambos hemisferios, con un ejército, armas, policía, cárceles, moneda, etc.

Y como corona y pico de la omnipotencia del Papa, tiene un privilegio más fiel que incluso el más innoble idólatra ni siquiera podía imaginar - el derecho divino infalible, según la regla dogmática del Concilio Vaticano, que tuvo lugar en 1870. Desde entonces la humanidad debe hacer frente a lo que le dirige al Señor:« Tú tienes palabras de vida eterna ". A partir de ahora no hay necesidad de el Espíritu Santo para guiar a la Iglesia "hacia toda verdad". No hay necesidad de más de la Santa Biblia, ni de la Sagrada Tradición, por ahora hay un dios en la tierra sobre la base de la infalibilidad.

El Papa es el único canon de la verdad, que incluso pueden expresar cosas contrarias a la sentencia de toda la Iglesia, declarar nuevos dogmas que los fieles deben aceptar si no quieren ser separados de su salvación. "Sólo depende de su voluntad y su intención de considerar lo que quiera, como sagrado y santo de la Iglesia" y las cartas decretales debe considerarse, que se cree y obedece "como las epístolas canónicas". Ya que es un Papa infalible, deberá recibir la obediencia ciega. El cardenal Roberto Belarmino, que fue declarado santo por la Iglesia latina, dice simplemente: "Si el Papa algún día impune pecados y prohibe las virtudes, tiene la obligación de la Iglesia de creer que estos pecados son buenos, y estas virtudes son malas".

P. Cleopa Ilie: Sobre los Santos Arcángeles y Ángeles

La fiel Iglesia de Cristo celebra, una vez al año, a los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, junto a la legión de todos los ángeles. La palabra “arcángel” significa “más importante que los ángeles” o “el primero de entre los ángeles”. Por su parte, la palabra “ángel” significa “anunciador”, porque los ángeles anuncian en la Tierra la voluntad de Dios. Los ángeles son “espíritus que trabajan”, como dice el profeta David en el Salmo 104. Ellos fueron creados por Dios antes del hombre y del mundo visible.

Según las enseñanzas de los Santos Padres de la Iglesia, los ángeles se pueden clasificar en nueve grupos, teniendo cada grupo una misión que cumplir en el cielo y en la tierra. Los ángeles son espíritus, es decir, cuerpos inmateriales, inmortales, o como dice San Pablo, tienen “cuerpos celestiales”, es decir, cuerpos angelicales que se diferencian de aquellos terrenales, que son mortales. El propósito principal para el que fueron creados los ángeles, que forman un mundo invisible, es para alabar incesantemente a Dios. Luego, para cumplir ante todo Su voluntad, para revelar a los hombres la voluntad de Dios y para ayudarlos a cumplir con Sus mandatos.

De entre todos los Santos Padres, quien habla más largamente sobre los ángeles, es San Dioniso el Aeropagita, discípulo del Santo Apóstol Pablo, Él dice que los ángeles se dividen en nueve grupos, cada uno de ellos teniendo un nombre y una misión propia. Así, las legiones angelicales se dividen en tres jerarquías o grupos. Así, el grado más alto, que tiene su lugar cerca de la Santísima Trinidad, está formada por los Serafines, Querubines y Tronos. Estos están alrededor del trono de Dios, anunciando Su voluntad a los ángeles. La jerarquía del medio está formada por los Señores, Poderes y Soberanos, como los llama también el Apóstol Pablo. Ellos dominan sobre los ángeles de más abajo y sobre los poderes del infierno y del universo entero. La jerarquía más baja es la de los Principiantes, Arcángeles y Ángeles. Estos están mucho más cerca de los hombres, a quienes dan a conocer la volunta de Dios y los ayudan a escapar de las astucias de los ángeles malos, de las tentaciones del enemigo.

Los Santos Arcángeles son siete, quienes están frente al trono glorioso de Dios, según las palabras del evangelista San Juan en el Apocalipsis (1, 4). Estos son: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Salael, Gudiel y Varael. Cada uno de ellos tiene su propia misión divina qué cumplir.

Miguel, que se interpreta “el poder de Dios”, es el soberano de las huestes celestiales y el primero de los Arcángeles. Él sostiene una espada de fuego y tiene como mandato proteger la Ley de Dios y vencer al enemigo, Él mismo dijo “Yo soy el Jefe de los ejércitos del Señor y acabo de llegar”.(Iosué 5, 14).

Gabriel, que se interpreta como “hombre-Dios”, es el arcángel de las buenas nuevas de felicidad, quien tiene como misión el anunciar a los hombres los misterios divinos. Él no lleva una espada de fuego, sino un lirio de perfecta alegría. Se le representa con una mirada dulce y con gesto de divina serenidad. Por esto, fue el elegido y enviado por Dios para anunciar a la Virgen de Nazaret el gran misterio de la encarnación del Señor.

Rafael, el tercer arcángel, es el sanador de las aflicciones humanas; Uriel es el encargado de iluminar a quienes están en desesperación; Salael es un intercesor ferviente por toda la humanidad; Gudiel es quien glorifica a Dios fortaleciendo a quienes viven haciendo el bien; Varael, el último de los arcángeles, es quien lleva las bendiciones divinas a los hombres.

No olvidemos que los Santos Arcángeles son los primeros ángeles en interceder ante Dios por los hombres. Ellos cuidan y protegen a los cristianos, ayudándolos en el camino de la salvación. El Arcángel Miguel es el protector directo de los monjes, de los ejércitos cristianos, de los soberanos que portaban en momentos de batalla el ícono de este arcángel. El Arcángel Gabriel, es principalmente el protector de las vírgenes cristianas, de las familias cristianas, de las parturientas, de los niños y de las monjas.

Padre Cleopa Ilie

domingo, 11 de noviembre de 2012

SAN NECTARIO,EL SANTO DEL AFECTO Y DEL PERDÓN.


No dejará, la Iglesia de Cristo de forjar santos, hasta el final de los tiempos. Se regocija la Iglesia por los santos que se revelan en nuestros días, y especialmente por el dulcísimo néctar de la vida virtuosa, la vasija preciosa de los dones del Espíritu Santo, el inspirado y fiel obispo, San Nectario Obispo de Pentápolis. Este Santo de Dios, nac...ió el 1º de octubre de 1846 en Silibría de Tracia Oriental, y recibió el nombre de Anastasio. Sus padres eran, Demóstenes Kefalás y María. Su madre era muy devota y cuando el santo tenía cinco años, le enseñó el salmo 50 de David.

Cuando el santo llegaba a la estrofa "enseñaré a inicuos tus caminos", la repetía muchas veces, como si supiera cuán determinante sería su rol más adelante.

Por razones económicas, cuando terminó la escuela primaria y el ciclo básico de la Escuela Secundaria de su ciudad natal, se trasladó a la edad de catorce años a Constantinopla y fue empleado en el comercio de un pariente, con la única remuneración de comida y habitación. A pesar de las condiciones adversas, encontró refugio en el estudio, que fue la fiel compañía de toda su vida. Los aforismos que creía útiles para los clientes del comercio, los escribía en el envoltorio del tabaco que les vendía. Más tarde trabajó como preceptor en un establecimiento de Constantinopla perteneciente al Santo Sepulcro, en que su tío se desempeñaba como rector. Le gustaba mucho participar, a diario, de los oficios religiosos y sentía una fuerte vocación por la vida monástica.

En 1868, a la edad de veinte años se fue de Constantinopla para trasladarse a la isla de Quíos, donde trabajó como secretario comunal y maestro de escuela en la localidad Liti, hasta 1873, en que ingresa como novicio al monasterio Nea Moní y después de un noviciado de tres años recibe la consagración monacal con el nombre de Lázaro. El día 15 de enero de 1877, en el aniversario de su bautismo, es ordenado Diácono por el Metropolitano de Quios, Gregorio con el nombre de Nectario. En Quios, termina la escuela secundaria, pero a causa del terremoto de 1881 se ve obligado de trasladarse a Atenas, donde rinde sus últimos exámenes en la Escuela Varvaquios, como alumno libre y recibe su título secundario.

En el mismo año 1881 viaja a Alejandría, donde es recibido por el Patriarca Sofronio, que le recomienda estudiar en la universidad. Ello se hizo posible gracias a la contribución económica de los hermanos Joremis. En 1882 se hizo acreedor de una beca de la Fundación A.G. Papadakis. Recibe así su diploma universitario en octubre de 1885 con la calificación de “bueno”.

El 23 de marzo de 1886 es ordenado presbítero por el Patriarca de Alejandría Sofronio. El 6 de agosto del mismo año es promovido al oficio de Gran Archimandrita y Confesor y es designado en la Legación Patriarcal de El Cairo. Trabaja sin pausa y con abnegación, por lo cual, la Iglesia de Alejandría le confiere el grado máximo del sacerdocio. El 15 de enero de 1889 es ordenado Metropolitano de Pentápolis, en la Iglesia de San Nicolás de El Cairo (que fue remozada por el Santo), por el Patriarca Sofronio, el ex Metropolitano de Corfú Antonio y por el Metropolitano de Sineo Porfirio. Como Metropolitano, siguió cumpliendo las mismas funciones que antes, ahora, sin remuneración alguna, a causa de la pésima situación económica del Patriarcado. Participó activamente en las celebraciones de las bodas de oro en el episcopado del patriarca, su patrocinante y protector, que más adelante se convertiría en su perseguidor.

Recibió con mucha humildad el grado de obispo y es notable y digno de mención qué le decía al Señor en sus oraciones: “Señor, ¿porqué me subiste a tan alto grado y dignidad? Yo sólo te pedí poder estudiar teología, no Metropolitano. Desde mi juventud, te pedí que pudiera ser un simple trabajador de Tu divina palabra, y Tú Señor, ahora me pones en prueba con tantas cosas. Pero me someto, Señor, a Tu voluntad y te suplico que cultives en mi la humildad y l asemilla de las demás santas virtudes, de la manera que Tú conoces, y hazme digno de vivir todos los días de mi vida conforme a las palabras del bienaventurado Pablo que decía: “Yo no vivo más, vive en mi Cristo”. Y el Señor escuchó la plegaria del humilde obispo. Las virtudes del santo fueron divulgadas por todas partes y todos comentaban con admiración del tesoro que Dios les había regalado. Pero el maquinador de la maldad, el Diablo, no tardó en aparecer. Un grupo de clérigos ambiciosos que se habían metido en el entorno del nonagenario patriarca, calumnió al Santo, acusándolo de que agitaba al pueblo con el intento de usurpar el trono de Alejandría. Además se sugirieron que el justo Nectario había cometido desarreglos morales. Con todo ello, lograron que sea removido el santo de la dirección de la Legación Patriarcal y sólo se permitían recibir alimentos de la mesa común, junto a los demás clérigos y alojarse en la sede de la Legación. Poco tiempo después es expulsado de Egipto con la excusa que “no pudo acostumbrarse con el clima de Egipto”. En vano solicitó ser recibido en audiencia por el Patriarca. Los fieles se afligieron porque fueron privados del “más simpático de los Obispos y del mejor y más activo de los clérigos”.

Aceptó el santo padre esta injusticia y amarga prueba con mucho agradecimiento al Señor y partió de Egipto, trasladándose a Atenas en 1889, sin dinero y afligido, en busca de empleo, para poder pagar el alquiler de la casa que ocupaba en Neápolis (Exarjia). Después de muchos esfuerzos logró ser designado como predicador en la isla de Ebea. En julio de 1893 es trasladado al departamento de Ftiótida-Fokida, donde trabajó incansablemente durante seis meses, dejando óptimas impresiones. En marzo de 1894 es designado Rector de la Escuela Eclesiástica Rizarios, en Atenas.

Allí trabaja con celo de Dios para enraizar el celo sacerdotal a los seminaristas, para asegurar el futuro ministerial de todos ellos, para la reorganización del programa de estudios y para mejorar la dieta y los ejercicios físicos de los estudiantes. Logró que se otorguen cuatro becas por año a alumnos provenientes de Asia Menor.

Lo más importante es que, él en persona, es un ejemplo viviente para los seminaristas. Puso especial énfasis en la vida cultual y convirtió en un centro litúrgico a la iglesia de San Jorge de la Rizarios, y toda la escuela en un instituto espiritual donde invita a destacadas personalidades de la ciencia para dar conferencias. Su oración era el fertilizante más importante para el florecimiento de la escuela. Paralelamente ejercía su ministerio litúrgico, la predicación, la confesión y la filantropía. Establece relación con el cura Planás y participa en vigilias en la capilla de San Eliseo, donde cantaban Papadiamentis y Moraitidis (famosos escritores de la literatura moderna). En julio de 1898 visita por primera vez el Monte Atos. Permaneció allí durante todo un mes, visitando los monasterios más importantes. Conoce en particular al Anciano Daniel con quien entabla una larga amistad. Traba también amistad con el padre Jerónimo Simonopetritis, quien más tarde le sucedió a San Sabas de Cálimnos en la dirección espiritual del Monasterio de Éguina. En el siguiente verano, en agosto de 1898, viajó a Constantinopla y a su pago natal Silibría. Tuvo la oportunidad de venerar la imagen de la Virgen de Silibría y las tumbas de sus padres. En 1904 se hizo realidad su deseo de crear una comunidad monástica de mujeres, que inicialmente estaba constituida por cuatro hermanas. El Santo no dejó nunca de guiarlas espiritualmente y de sostenerlas moral y económicamente. El 7 de febrero de 1908 presentó su renuncia por enfermedad a la dirección de la Escuela Rizarios.

En adelante se consagra a la dirección de las monjas, a la construcción del monasterio en Éguina, a la escritura, y a la ayuda espiritual y económica de los pobres habitantes de la isla. Pero las pruebas no terminaron. Por diversas causas, el reconocimiento del Monasterio no se logra sino después de su fallecimiento. Además fue injustamente acusado de inmoralidad por la madre de una joven que llegó al Monasterio para convertirse en monja. Todas estas pruebas las sobrellevaba con absoluta confianza en Dios y es muy característico que, una de sus tareas más queridas era la de hacer pequeñas cruces en las que escribía: “Cruz parte de mi vida”.

La salud del Santo fue siempre frágil. Desde comienzos de 1919, su afección de próstata comenzó a empeorar. A pedido de las monjas es internado el 20 de septiembre en el Hospital Areteio de Atenas, donde es hospitalizado durante cincuenta días. El domingo 8 de noviembre de 1920, cerca de la medianoche, entregó, colmado de paz celestial, su dichosa alma en las manos de Dios viviente, a quien amaba desde su juventud y a quien glorificó a lo largo de toda su vida, a la edad de 74 años. Los preciosos restos del Santo exhalaban un perfume celestial y de su rostro brotaba un perfume de celestial fragancia. Ese mismo día su cuerpo fue llevado a Éguina, en su pequeño Monasterio, donde se ofició el ritual póstumo y fue sepultado en medio de una gran afluencia del clero y del pueblo.

Su tumba fue abierta repetidas veces en los años siguientes. Después de más de veinte años, su cuerpo se hallaba intacto e incorrupto, exhalando el perfume indescriptible de la santidad, como un recipiente del Espíritu Santo. Pero después se consumió, según el criterio que sólo Dios conoce, como se han consumido inexplicablemente muchas otras reliquias de santos, antes incorruptas.

El 2 de septiembre de 1953 se llevó a cabo el desentierro de las reliquias del Santo, por el Metropolitano de Hidra Procopio, con la participación de muchos clérigos, monjes, monjas y una gran multitud. Un perfume indescriptible inundaba la zona. En 1961 se realizó el solemne reconocimiento del Santo, por el Patriarcado Ecuménico.

“Grande es nuestro Señor y Su grandeza no tiene límite, que glorifica a quienes le han glorificado”, como lo anunció sin desmentir. En efecto, San Nectario es el Santo del siglo XX. Dulce, manso, exento de maldad, humilde, y por todo ello recibió y recibe la gracia del Señor de la Gloria. Que el Santo conceda a cada uno, en todo tiempo y lugar, su protección y socorro paternal y salvífico. Amén.



Turquía y su sistemática descristianización cultural e histórica de Chipre






Cabras en las iglesias: lo que está haciendo Turquía con Chipre

Las raíces cristianas del país están siendo extirpadas desde la invasión de 1974, con 720 templos devastados y 85 convertidos en mezquitas.

Lo más grave ante esta situación es que Chipre es un país miembro de la Unión Europea, y Turquía aspira a serlo (Dios no lo permita nunca) y uno de los obstáculos es precisamente la ocupación a la que somete el 36,2% del territorio chipriota tras la invasión de 1974, y que está sirviendo para una sistemática descristianización cultural e histórica de la zona invadida, denunciada hasta su muerte por el primer presidente de la República independiente, el arzobispo Makarios (1913-1977).

En los últimos treinta y ocho años, la parte de Chipre bajo el poder destructor de Estambul ha visto cómo 575 iglesias, capillas y monasterios ortodoxos han sido vandalizados, 19 iglesias completamente destruidas, 85 convertidas en mezquitas y 41 utilizadas como establos: en total, 720 lugares de culto cristiano que han desaparecido de una zona del país de extensión similar a la provincia de Álava.

Una sistemática destrucción, pues, destinada a extirpar todo recuerdo de la Cruz en estas tierras, y que está siendo denunciada por el Comité de los Ayuntamientos del Chipre Ocupado a través de un vídeo producido en la capital de la zona libre, Nicosia.

En quince minutos se detalla la rica herencia cultural de la isla, cristiana y precristiana, y la forma en que puede desaparecer del todo por la presión de las autoridades turcas, que no reparan ni siquiera en las realización de excavaciones ilegales en lugares de gran valor arqueológico.

Con la voz quebrada

En el documental, Cecilia Wikström, europarlamentaria sueca que es además teóloga luterana, se emociona hasta contener el llanto cuando explica la destrucción de las iglesias y de los restos de civilización europea, incluso los cambios de los nombres de las cosas, a las que se está aplicando el gobierno turco en el Chipre ocupado: "Me rompe el corazón ver que lugares que la gente ha considerado santos son desmantelados y vandalizados de esta forma", dice con la voz quebrada en el interior de un templo destrozado. La imagen de un cementerio profanado con cientos de cruces caídas completa su testimonio.

Por su parte, Francesco Bardarin, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, explica que ante la destrucción masiva de obras de arte y de valor cultural en el Chipre ocupado tienen muchas dificultades para intervenir directamente porque la ONU no puede hacerlo: "Sólo podemos apelar a Turquía y a otras entidades que están allí para que tengan respeto en cuanto miembros de la civilización internacional".

Mercado negro y mezquitas en las iglesias

El vídeo continúa denunciando la destrucción de monumentos cristianos, así como la exportación ilegal de obras de arte y las excavaciones ilegales. A eso se suma el fomento de la inmigración para "alterar la demografía característica de la isla": hasta 160.000 turcos han entrado en el país desde la invasión de 1974. Se han construido además decenas de mezquitas con la finalidad de cambiar la esencia cultural chipriota.

Se muestran entonces las imágenes de un grupo de mahomentanos leyendo el corán en la iglesia de San Juan Crisóstomo en Akanthou. Y explica cómo los chipriotas tienen que pagar para visitar como turistas las iglesias que como cristianos les pertenecen. Del mismo modo, los nombres tradicionales de ciudades y lugares, precristianos o cristianos, han sido cambiados por nombres turcos. Una bandera turca ondeando en una catedral medio derruida es la imagen más evidente del drama.

Como también lo es la composición de fotogramas (antes y después) de los mosaicos, plenos de color y vida, que representaban escenas cristianas, y que han sido saqueados para hacer negocio con ellos en los mercados de antigüedades europeos o norteamericanos ante la indiferencia mundial.

Los ojos arrancados

En cuanto a los templos, no hay distinción: ortodoxos, católicos, anglicanos, maronitas, armenios... La mayor parte de los lugares cristianos de oración y culto están en su mayor parte "en condiciones terribles".

Sólo en algunos de ellos, y en algunos días del año y bajo estrictas restricciones, se puede celebrar culto cristiano. Y otros, los que se mantienen cuidados, es porque se han transformado en mezquitas.

El vídeo concluye con las impresionantes imágenes de unos frescos de santas y santos cristianos con los ojos raspados, simbólicamente extraídos por los bárbaros.

Esta es la verdadera cara del islam, la falsa revelación que odia a los cristianos, los martiriza y destruye las iglesias. Esta es la realidad de Chipre, de Egipto, de Turquía y ahora también de Siria gracias a la pasividad absoluta de la comunidad internacional.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Tropario de San Nectario de Egina

9 de noviembre: solemne conmemoración de nuestro padre San Nectario de Egina, Obispo de Pentápolis.



Oración a San Nectario

Oh, Bienaventurado Padre San Nectario, en los días de destierro y persecución indigna, irradiaste la bienaventuranza y abatiste la cerviz del opresor. Por eso, Cristo te concedió el don de curar las llagas incurables que nos carcomían por nuestros pecados. En verdad creemos, oh justo de Dios, que Él te ama, y, por tu intercesión, tendrá misericordia de nosotros, pecadores y nos librará de la opresión y las penurias de este mundo. Y, por todo el Universo, será glorificado y temido Su Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Por qué dejé el Papismo? - Obispo Mártir Pablo Ballester - II Parte



2.- Me dirijo a mi confesor.

Dentro de este trastorno psicológico fue que me dirigí a mi confesor e, ingenuamente, le describí la situación. Fue uno de los sacerdotes más famosos del monasterio. Me escuchó con tristeza, consciente de que se trataba de un problema muy difícil. Tras pensar durante unos minutos mientras buscaba en vano una solución aceptable, finalmente me dijo lo siguiente que confieso que no esperaba:

"La Biblia y los Padres te han hecho daño, hijo mío. Hágalos a un lado y limítese a seguir las enseñanzas infalibles de la Iglesia y no sea víctima de esos pensamientos. No permita que las criaturas de Dios, quienquiera que sean, escandalicen su fe en Dios y la Iglesia ".

Esta respuesta se dio de forma muy explícita y aumentó la causa de mi confusión. Yo siempre sostuve que por encima de todo la palabra de Dios es la única cosa que uno no puede dejar de lado.

Sin darme tiempo para responder, mi confesor agregó: "A cambio, te daré una lista de autores destacados por sus obras para que tu Fe se relaje y te apoyes". Y me preguntó si había alguna otra cosa "más interesante" para pedir, dio por terminada nuestra conversación.

Unos días más tarde, mi confesor partió desde el monasterio a una gira de predicación por las iglesias de la orden monástica. Me dejó la lista de autores, recomendando que los leyera. Y me pidió que le informara de mi progreso en estas lecturas.

A pesar de que sus palabras no me convencieron en absoluto, recogí estos libros y empecé a leerlos con atención y lo más objetivamente posible.

La mayoría de los libros fueron textos teológicos y manuales de las decisiones del Papa, así como de los Concilios Ecuménicos. Me dediqué al estudio con verdadero interés, ya que sólo la Biblia es mi guía " Lámpara es a mis pies tu palabra ,y lumbrera a mi camino" (Salmo 118:105).

A medida que avanzaba en el estudio de los libros, me gustaba comprender más y más que yo no era consciente de la naturaleza de mi Iglesia. Habiendo sido criado y bautizado en el cristianismo, tan pronto como terminé mis estudios, continué con estudios de filosofía sólo al comienzo de los estudios teológicos. Consistía en una ciencia totalmente nueva para mí. Hasta entonces, el cristianismo y la Iglesia latina fue para mí una amalgama, algo absolutamente indivisible. Mi vida monástica se refería únicamente a su apariencia exterior y no se me dio ninguna razón para examinar en profundidad los fundamentos y las razones de la estructura orgánica de mi Iglesia.

Fallece el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria

Maxim, el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria, murió esta madrugada en un hospital público de Sofía, una semana después de cumplir los 98 años, según confirmaron a Efe fuentes de la clínica. Maxim, que estaba al frente del Sínodo ortodoxo del país balcánico desde 1971, estaba ingresado desde hace un mes por problemas de salud debido a su avanzada edad.

Ahora, el Santo Sínodo, formado por trece obispos, elegirá a un presidente interino que asumirá las riendas de la Iglesia Ortodoxa búlgara hasta que el Consejo Eclesiástico se reúna y designe al sucesor de Maxim, en los próximos cuatro meses.




viernes, 2 de noviembre de 2012

P Efrén de Vatopedi: Sobre la Ortodoxia


Amados hijos, ¿Qué es la Ortodoxia? Somos ortodoxos y generalmente no conocemos la altura, profundidad, longitud de la Ortodoxia. Necesitamos, entonces, observarla en toda su santidad.

Ortodoxia es la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo, así como nos la dio el mismo Dios Encarnado, a través de Su enseñanza completa. Así como la expresó posteriormente el pensamiento y el corazón de San Pablo. Así como la describió el discípulo del amor y otros apóstoles y evangelistas con la divina luz del Espíritu Santo. La Ortodoxia es la síntesis maravillosa entre dogma y tradición, entre teoría y práctica, así como nos fuera dejada por los Santos Padres de Alejandría, Constantinopla, Capadocia, Siria y, más tarde, del Monte Athos.

Todos estos, desde San Policarpo, que fue, como se sabe, discípulo de los apóstoles, y hasta San Nicodemo el Aghiorita, quien reposó a principios del siglo XIX, con sabiduría y santidad, con todos los sacrificios y trabajos que pasaron, nos dejaron la preciosa herencia de la fe y la vida correctas, el tesoro de la tradición ortodoxa. Ortodoxia es lo que expresaron oficialmente los Santos Sínodos, esos cónclaves benditos de los miembros de la Iglesia de Cristo, provenientes de todas partes del mundo..Esos hombres de Dios "dotados con la ciencia del alma y el Espíritu Divino" discutieron sobre los grandes problemas del hombre y su alma, y asentaron el fundamento, la base de la civilización espiritual.

La Ortodoxia ha sido marcada con la sangre de los mártires de todos los tiempos, de toda la comunidad santa formada por millones de héroes e inmolados, hombres, mujeres y niños. Desde las arenas de Roma hasta los campos de concentración en Rusia, todos demostraron que la enseñanza cristiana no es una simple teoría, sino verdad y vida. El heroísmo más hermoso, es la victoria en contra la violencia cruda y el poder material, por parte del señorío y del Reino del Espíritu.

Luego vendría a ensalzar la Ortodoxia el culto eclesial, con su bella poesía e himnografía inspirada por Dios, que llena lo material con lo inmaterial, lo terrenal con lo celestial, lo individual con lo comunitario, lo franco con el respeto profundo, lo que se ve con lo que proviene del misterio. En una atmósfera de exaltación y santidad, se recuerda en culto el sacrificio del Dios hecho hombre, el drama divino de la Liturgia, en cada Liturgia en la que participan los fieles. Igualmente, ahí son honradas y glorificadas las victorias de los grandes de la fe y de la Soberana de la Iglesia, la Santísima Madre de Dios, la Virgen Maria. Ahí se enaltece el dogma, no sólo como verdad, sino como respuesta al llamado de los hombres.

Pero tampoco el ideal por el cual ha luchado siempre el monaquismo difiere del propósito de la Ortodoxia. Según estudios especializados, el monaquismo ortodoxo ha constituido desde tiempos remotos la comunidad espiritual que siempre ha luchado por lograr la libertad espiritual, por conseguir la plenitud del hombre. Su objetivo ha sido siempre darle una forma al alma para la renovación de la mente.

Justo en este punto está el corazón del espíritu monacal: éste es su objetivo y su conquista. Los trabajos y luchas inmateriales de los ascetas son nuevas batallas también del espíritu. Estas llevan al hombre a una vida amante de la sabiduría, en busca de la divinización. Así, el camino del monje no es otro que el de la pureza y retorno a Dios. La Ortodoxia le ha dado significado a la santidad, no sólo de los ascetas, sino de todo el mundo cristiano.

Debemos mencionar también el aspecto social. El elemento fundamental de la Ortodoxia es el amor al prójimo, entendido en su sentido más profundo. No se trata sólo de caridad, sino, en general, se trata del amor. El trabajo social, en general, es algo de lo que hasta hace poco se ha empezado a hablar. Pero se olvida que éste nació en Jerusalén, después de la Resurrección del Señor. Ahí comenzó la labor con los primeros comedores públicos, de los que se ocuparon los primeros siete diáconos, así como se describe en los Hechos de los Apóstoles. San Pablo, de hecho, puede decirse que fue el primer trabajador social. Junto a la difusión del Evangelio, se dedicó también a la práctica del amor, de muchas formas. De igual manera, fueron también trabajadores sociales los sucesores de los Apóstoles, los Obispos. No existe algo más falso que afirmar que los Padres de la Iglesia se ocuparon sólo de los dogmas, y nada más. En los tiempos de los sínodos de la Iglesia, en Cesaréa apareció, como se sabe, la “Basiliada”, bajo la dirección de San Basilio el Grande. En Constantinopla funcionaban comedores para siete mil pobres y en Alejandría se construyeron las primeras maternidades. No sólo los obispos sino también emperadores y monjes participaron en todos esos trabajos, por amor. Por medio de todos ellos, la Ortodoxia fue al mismo tiempo la fe correcta y también el trabajo correcto.

Otro elemento importante de la Ortodoxia ha sido siempre el heroísmo reflejado por tantos de sus mártires.Pero esto no se ha limitado solamente a la ofrenda de la vida por la fe. Los hijos de la Ortodoxia siempre han sabido demostrar su valor y decisión ante cualquier tipo de asechanza, como fue la del emperador Juliano, la de los arianos y monofisitas, o la de los iconoclastas y de los monjes atraídos por los desvíos de los latinos. Esta multitud de héroes de la Iglesia Ortodoxa no incluye sólo a San Atanasio, a San Basilio y a San Juan Crisóstomo, sino también a San Teodoro el Estudita junto a todos los monjes que hacían parte de su monasterio, además de San Máximo el Confesor y a San Marco Eugenicos, Arzobispo de Éfeso.

Otra característica de la Ortodoxia ha sido también su trabajo apostólico. Nuestra Iglesia, sin hacer ninguna labor proselitista, ha difundido la luz del Evangelio por muchos lugares, con amor y templanza. Esta forma de enseñanza nos es ilustrada con claridad por los Santos Tres Jerarcas, que han iluminado todo ser con los rayos vivos de la doctrina correcta sobre Dios y el hombre. Por esto, ellos son tres enormes astros en el firmamento espiritual de la Iglesia.

La Ortodoxia ha sido siempre el camino real del Evangelio. Ella ha mantenido puro y auténtico el espíritu del cristianismo, frente al misticismo sombrío de las herejías occidentales, del centralismo papal de los latinos y al subjetivismo racionalista del protestantismo. Ella ha mantenido siempre la mesura y la armonía, sin equivocarse nunca. Todo esto, debido a que los Padres de la Iglesia fueron iluminados por el Espíritu y guiados por Dios en forma santa.

La Ortodoxia no ha ignorado nunca al hombre, ni a la inteligencia, ni a la naturaleza, ni al arte. Ha explicado todo y ha creado también cultura.

La Ortodoxia es el camino del hombre hacia su Creador, hacia su propia divinización. Ella lleva al hombre a su desarrollo pleno en Cristo y por Cristo.

La Ortodoxia no es solamente teología; es también la verdadera psicología y el humanismo auténtico, es asimismo sociología. Es un diamante que refleja la verdad desde todos sus lados.

Conozcamos, entonces, nuestra Ortodoxia.  No teóricamente, sino que sintámosla y vivámosla en toda su profundidad y longitud. Sólo así lograremos valorarla y demostrar su valor.

Nuestra Ortodoxia no es un museo, no es pasado, sino vida, creación y luz. Es nuestro ideal más grande, es la preciosa esperanza de nuestra salvación. Es nuestra honra en Cristo el divulgarla con heroísmo y gloria, como verdaderos hijos de los grandes héroes que Ella ha dado

jueves, 1 de noviembre de 2012

¿Por qué dejé el Papismo? - Obispo Pablo de Ballester Convallier - 1° Parte

1.- Cómo empezó todo.

Mi conversión a la ortodoxia empezó un día mientras yo estaba reordenando el catálogo de la biblioteca del monasterio al que pertenecía. Este monasterio perteneció a la orden franciscana, fundada en mi país, España. Mientras estaba en la clasificación de diferentes artículos viejos sobre la Santa Inquisición , se me ocurrió venir a través de un artículo que fue realmente impresionante, que data de 1647. En este artículo se describe una decisión de la Santa Inquisición que anatematizado como hereje a cualquier cristiano que se atrevió a creer, aceptar o predicar a los demás que apoya la validez apostólica del Apóstol Pablo.

Fue este hallazgo horrible que mi mente no podía comprender. Pensé inmediatamente para calmar mi alma que tal vez se debió a un error tipográfico o debido a alguna falsificación, que no era poco común en la Iglesia de Occidente de la época en que fueron escritos los artículos. Sin embargo, mi conmoción y mi sorpresa fue mayor después de investigar y confirmar que la decisión de la Santa Inquisición que se refiere el artículo era auténtica. De hecho ya en dos ocasiones anteriores, a saber, en 1327 y 1331, los Papas Juan XXII y Clemente VI habían condenado y anatematizado cualquiera que se atrevió a negar que el apóstol Pablo durante toda su vida apostólica estaba totalmente subordinado a la autoridad monárquica eclesiásticos del primer Papa y rey de la Iglesia, a saber, el apóstol Pedro. Y mucho más tarde el Papa Pío X en 1907 y Benedicto XV en 1920, habían repetido la misma anatema y condenas.

Había, por tanto, que descartar cualquier posibilidad de que se debía a una cita incorrecta o falsificación. Así que me enfrenté a un grave problema de conciencia.

Personalmente, me era imposible aceptar que el apóstol Pablo se había conducido sin las órdenes del Papal. La independencia de su labor apostólica entre las naciones, contra lo que caracteriza la labor apostólica de Pedro entre los circuncidados, para mí fue un caso inquebrantable que gritó desde la Santa Biblia.

Era totalmente claro para mí que él era, como las obras exegéticas de los Padres sobre este tema no dejan la menor duda. "Pablo”, escribe San Juan Crisóstomo, "declara su igualdad con el resto de los apóstoles y se debe no sólo en comparación con los demás, pero con el primero de ellos, para demostrar que cada uno tenía la misma autoridad". En verdad, todos los Padres están de acuerdo en que "todo el resto de los apóstoles fueron los mismos, como Pedro, a saber, que fueron dotados con el mismo honor y la autoridad". Era imposible que cualquiera de ellos pudiera ejercer mayor autoridad sobre el resto, pues el título de apostólico que cada uno tenía era la "más alta autoridad, el culmen de las autoridades". Estaban todos los pastores, mientras que el rebaño era uno. Y el rebaño fue guiado por los apóstoles de conformidad por todos.

El asunto es muy claro. A pesar de ello, la enseñanza del latín estaba en contra de la situación. De esta manera, por primera vez en mi vida he experimentado un dilema terrible. ¿Qué podía decir? Por un lado estaba la Biblia y la Sagrada Tradición y en el otro lado de la enseñanza de la Iglesia? Según la teología latina es esencial para nuestra salvación, creer que la Iglesia es una monarquía pura, cuyo monarca es el Papa. De esta manera el sínodo del Vaticano, el voto conjunto de las condenas anteriores, declaró oficialmente que "si uno dice ... que Pedro (que se supone que es el primer Papa) no fue ordenado por Cristo como el líder de los Apóstoles y Cabeza visible de toda la Iglesia ... sea anatema.”