miércoles, 1 de mayo de 2013

El Gran Miércoles Santo



En Gran y Santo Miércoles, los himnos del Servicio del Esposo nos recuerdan a la mujer pecadora que le hecho ungüento precioso a la cabeza de Cristo en la casa de Simón el Leproso (Mt. 26:7).

Los discípulos se quejaron del desperdicio extravagante, porque le mirra se podía haber vendido y el dinero repartido a los pobres. En este mismo día Judas acuerda entregar al Señor por treinta piezas de plata. Porque la traición sucedió en miércoles, Cristianos Ortodoxos ayunan la mayoría de miércoles en el año.

A la vez, el Salvador declaro que esto que hizo la mujer será recordado donde sea que se predique el Evangelio (Mt. 26:13), porque ella lo ungió en preparación para su sepultura (Mt. 26:12).

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