lunes, 29 de julio de 2013

Concelebración de los Patriarcas de Serbia y Moscú en la Laura de la Santísima Trinidad y San Sergio


 
El 18 de julio en la fiesta de la Invención de las reliquias de San Sergio de Rádonezh, el Patriarca Kiril de Moscú y el Patriarca Ireneo de Serbia celebraron la Divina Liturgia en la plaza frente a la Catedral de la Asunción de la Laura de la Santísima Trinidad y San Sergio. Era la primera vez en la historia de la Laura en que se celebraba la Liturgia en la Plaza de la Catedral.
 
Junto a los Primados de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la de Serbia concelebraron jerarcas y clérigos del Patriarcado de Moscú y miembros de la delegación que acompaña al Patriarca Serbio en su visita a Rusia.
 
Al terminar la Liturgia, el Patriarca Kiril y el Patriarca Ireneo celebraron un Tedéum en la Plaza de la Catedral de la Laura, frente al venerado icono de San Sergio de Rádonezh. Junto a los Primados concelebraron los jerarcas que en el mismo día habían oficiado la Liturgia en los templos de la Laura de la Santísima Trinidad y San Sergio.

Después del Tedéum, el Patriarca de Moscú dio la bienvenida al Santísimo Patriarca Ireneo.
 
En su intervención de respuesta, el Primado de la Iglesia Serbia agradeció al Patriarca Kiril por su invitación para asistir a una de las fiestas más importantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa; destacó el ejemplo de San Sergio de Rádonezh y subrayó la importancia para los estudiantes de Serbia y otros países extranjeros de su presencia de la Academia y del Seminario Espiritual de Moscú, ubicado en la Laura.
 
Luego el Santísimo Patriarca Cirilo se dirigió  a los múltiples peregrinos presentes.
 
 
Fuente: Departamento de Relaciones Eclesiales Exteriores del Patriarcado de Moscú y Toda Rusia

sábado, 27 de julio de 2013

UNA FOTO DEL PADRE ARCHIMANDRITA JUSTIN PARVU EMANA MIRO EN EL DÍA CUARENTA DE SU REPOSO EN EL SEÑOR


 
 
UNA FOTO DEL PADRE ARCHIMANDRITA JUSTIN PARVU EMANA MIRO EN EL DÍA CUARENTA DE SU REPOSO EN EL SEÑOR

El día 25 de julio, sobre las 11 de la noche momento en el que se cumplían los cuarenta días del reposo del P Justín Parvu, sus hijos espirituales fueron consolados con un milagro en la habitación donde pasó los últimos años de su vida y se durmió en el Señor.

En el sillón donde solía recibir y bendecir a los peregrinos los monjes pusieron una gran fotografía suya. Cuando los monjes y monjas, así como los peregrinos se encontraban en la celda del padre de la mano derecha comenzó a brotar miro. Este mismo hecho se repitió al día siguiente ante los peregrinos que rezaban llenos de fervor.

Este hecho milagroso se ha dado a los fieles como señal de que el P. Justín sigue escuchando las oraciones de sus hijos espirituales.