POR QUÉ CRISTO COMIÓ PESCADO Y UN TROZO DE PANAL DE MIEL DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN

 

San Gregorio Palamás. Homilía XXI sobre la Ascensión de Cristo.

Ese cuerpo incorruptible fue alimentado después de la resurrección, no porque necesitara alimento, sino para demostrar que había resucitado y para demostrar que era el mismo que había comido con ellos antes de la pasión. Sin embargo, no consumió la comida de la manera en que lo hacen los cuerpos mortales, sino por energía divina, ya que, por así decirlo, el fuego disuelve la cera, excepto que el fuego tiene que tener combustible para sostenerla, mientras que los cuerpos inmortales no necesitan comida. para el sustento

El trozo de pescado al horno y el panal que comió también fueron símbolos del misterio de Cristo. La Palabra de Dios se unió hipostáticamente con nuestra naturaleza humana, que era como un pez nadando en las aguas de la vida apasionada y amante del placer. Por el fuego divino inalcanzable de Su Divinidad, Él limpió esta naturaleza de toda tendencia hacia la pasión, y la hizo igual a Dios, y, por así decirlo, al rojo vivo. El Señor vino a enviar fuego sobre la tierra ( cf.Lucas 12:49), y mediante la participación en este fuego Él hace divina no solo la sustancia humana que Él asumió por nuestro bien, sino a cada persona que se encuentra digna de comunión con él. Por otro lado, la naturaleza humana es como un panal porque poseemos el tesoro de la razón en nuestros cuerpos, así como la miel está contenida en el panal. Esto es especialmente cierto para cualquiera que crea en Cristo, ya que tiene la gracia del Espíritu divino almacenada en su alma y cuerpo como miel en cera. El Señor comió estas cosas porque le agradó tomar la salvación de cada ser humano como su alimento. Sin embargo, no se lo comió todo, sino solo un pedazo de panal, es decir, una parte de él, porque no todos creían. Tampoco tomó esta porción en sí mismo, sino que se la dieron sus discípulos, porque los discípulos presentaron ante él solo a los creyentes,

Al comer el pez y el panal delante de sus discípulos, de esta manera y por estas razones, les recordó las palabras que les había dicho anteriormente cuando se acercaba a su pasión, probando así que era veraz.