Hay cosas que parecen incomprensibles. ¿Cómo un Jerarca Ortodoxo Ruso, puede condecorar al dictador comunista de Cuba? Hay que cuidar los gestos y este dice poco de la Iglesia Ortodoxa a los cientos de miles de cubanos exiliados de su tierra y que huyeron de los despropósitos comunistas de Fidel Castro y a los que han sido perseguidos en la isla por profesar la fe cristiana. Que no se nos olvide que no es un país democrático, sino la dictadura más antigua de América. Lo peor de todo es que el periplo continuó por Venezuela.
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