jueves, 29 de noviembre de 2007

30 de Noviembre: Santo Apóstol Andrés, el Primer Llamado



El apóstol Andrés fue natural de Betsaida (Galilea). Cuando Juan Bautista empezó a predicar sobre el río Jordán, Andrés junto con Juan Evangelista (eran de la misma ciudad) siguieron al profeta esperando encontrar la contestación a sus preguntas espirituales. Muchos empezaron a pensar que probablemente Juan Bautista era el esperado Mesías. Pero él explicaba a la gente que no era Mesías y que fue enviado para preparar el camino al Mesías. En este tiempo el Señor Jesús vino al río Jordán para que Juan Bautista lo bautice y éste, señalando al Señor, dijo a sus discípulos: "He aquí el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo." Escuchando esto Andrés y Juan siguieron a Jesús Cristo. El Señor viendo a ellos pregunto: "¿A quién buscáis?" Ellos contestaron: "¿Rabino (Maestro) dónde moráis?" "Venid y lo veréis," respondió Jesús. Y a partir de este momento ellos se convirtieron en sus discípulos. En el mismo día el apóstol Andrés fue a lo de su hermano Simón — Pedro, y le dijo: "Encontramos al Mesías" Así Pedro se hizo el discípulo de Jesús. Sin embargo ellos no empezaron su apostolado enseguida. Sabemos del Evangelio que los hermanos Andrés y Simón — Pedro y los hermanos Juan y Jacobo tuvieron que regresar por un tiempo con sus familias y hacer el mismo trabajo que hacían antes — ser pescadores. Unos meses después el Señor los encontró pescando en el mar de Galilea y les dijo: "venid conmigo, que Yo os haré pescadores de hombres." Entonces ellos dejaron sus botes y redes para pescar y a partir de aquel día se hicieron permanentes discípulos de Cristo.
Andrés, el primero en seguir al Señor, se le llama "el primer llamado." Él estaba con Cristo durante todo el tiempo que El estuvo predicando. Después de la Resurrección del Señor, el apóstol Andrés, junto con otros discípulos, tuvo el privilegio de verlo y estaba presente sobre el monte de los Olivos cuando el Señor los bendijo mientras ascendía al Cielo. Después del descenso del Espíritu Santo, los apóstoles hicieron un sorteo para saber a que país debe ir cada uno para predicar el Evangelio. A San Andrés le correspondieron los países que se encontraban sobre las costas del Mar Negro. Regresando a Grecia, el apóstol Andrés se quedó en la ciudad de Patrás. Aquí curaba a la gente poniendo sus manos sobre ellos. Entre ellos a Santa Polixenia, hija de Hispania, natural de Tarraco, que con todo su corazón se hizo cristiana y fue discípula del apóstol. Muchos habitantes de Patrás se hicieron cristianos. El procónsul de Patrás Egea se enfureció por esto con el apóstol y lo condenó a morir crucificado, quien sin asustarse reveló en una prédica inspirada delante de la gente la fuerza espiritual y el significado de los sufrimientos del crucificado Salvador. El procónsul Egea no creyó en la prédica del apóstol, diciendo que su enseñanza eran una locura. Después el ordenó crucificar al apóstol de tal modo que el sufra más. A San Andrés lo ataron a la cruz en forma de la letra X, sin clavarle clavos en sus manos y pies para que la muerte sea más lenta. La injusta condena hizo que el pueblo se indignara, pero la condena se cumplió. El martirio del apóstol Andrés fue alrededor del año 62, después del Nacimiento de Cristo.

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