BAGDAD, 03 Nov. 07 / 01:54 am (ACI).- Un posible ataque turco al norte de Irak con el fin de combatir a las milicias kurdas tendría como principales víctimas a los cristianos iraquíes, señaló el Obispo caldeo Mer Patros .
Turquía ha acumulado un importante contingente militar en la frontera norte de Irak, en la región del Kurdistán, y ha lanzado ataques esporádicos contra bastiones del grupo separatista kurdo, que opera en Turquía pero encuentra refugio entre la población de esta región iraquí.
Según Mons. Patros, que tiene su sede en Dohuk, los cristianos iraquíes, reducidos a menos de la mitad en los últimos años, "temen más que nadie un ataque turco en el Kurdistán porque ya no les queda donde ir, tras haberse exiliado una, dos y hasta tres veces huyendo de la violencia".
El Obispo señaló que de los "algo más de 600 000 cristianos" que quedan aún en Irak, 250 000 de ellos viven en el Kurdistán. "Los cristianos somos objeto de una auténtica persecución en Irak y solo aquí, en el Kurdistán, encontramos la paz gracias a la tolerancia del gobierno autónomo kurdo". "Por la ocupación americana del país, nos han considerado cómplices por ser cristianos como ellos; y luego están los musulmanes fanáticos que quieren limpiar Irak y Oriente Medio de cristianos", explicó Mons. Patros. Tras la caída de Sadam Husein, los cristianos iraquíes -caldeos y asirios- comenzaron a sufrir atentados personales y contra las iglesias. Aquellos con más recursos huyeron a otros países, pero los más pobres se trasladaron a las montañas kurdas.
"Esta pobre gente ya ha agotado todas las posibilidades. Solo les queda meterse en una tienda de campaña", dijo Mons. Patros, y lamentó que "hay quien quiere exterminar el cristianismo oriental, y tampoco los musulmanes decentes hacen nada por defendernos".
Turquía ha acumulado un importante contingente militar en la frontera norte de Irak, en la región del Kurdistán, y ha lanzado ataques esporádicos contra bastiones del grupo separatista kurdo, que opera en Turquía pero encuentra refugio entre la población de esta región iraquí.
Según Mons. Patros, que tiene su sede en Dohuk, los cristianos iraquíes, reducidos a menos de la mitad en los últimos años, "temen más que nadie un ataque turco en el Kurdistán porque ya no les queda donde ir, tras haberse exiliado una, dos y hasta tres veces huyendo de la violencia".
El Obispo señaló que de los "algo más de 600 000 cristianos" que quedan aún en Irak, 250 000 de ellos viven en el Kurdistán. "Los cristianos somos objeto de una auténtica persecución en Irak y solo aquí, en el Kurdistán, encontramos la paz gracias a la tolerancia del gobierno autónomo kurdo". "Por la ocupación americana del país, nos han considerado cómplices por ser cristianos como ellos; y luego están los musulmanes fanáticos que quieren limpiar Irak y Oriente Medio de cristianos", explicó Mons. Patros. Tras la caída de Sadam Husein, los cristianos iraquíes -caldeos y asirios- comenzaron a sufrir atentados personales y contra las iglesias. Aquellos con más recursos huyeron a otros países, pero los más pobres se trasladaron a las montañas kurdas.
"Esta pobre gente ya ha agotado todas las posibilidades. Solo les queda meterse en una tienda de campaña", dijo Mons. Patros, y lamentó que "hay quien quiere exterminar el cristianismo oriental, y tampoco los musulmanes decentes hacen nada por defendernos".
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