lunes, 30 de agosto de 2010

La Iglesia Ortodoxa Rusa recupera uno de sus tesoros más preciados en el Kremlin.


Este sábado se celebró en Moscú la ceremonia oficial del develado del icono del Redentor, ubicado sobre el portalón de la Torre Spassky del Kremlin. A pesar de la lluvia, en la ceremonia participó mas de un millar de creyentes. El patriarca Kirill de Moscú y de Toda Rusia tuvo a su cargo el oficio de la consagración y bendición de la imagen religiosa.

A las 15 horas de Moscú, simultáneamente con el tañido del carillón del Kremlin salieron del primer bloque del Kremlin y cruzaron el portalón del Kremlin el jefe de Estado y Su Santidad Kirill. Después de la plegaria, el Patriarca subió el pedestal adornado con flores blancas que lo acercó directamente hasta la imagen religiosa. El Primado ortodoxo esparció sobre el icono agua bendita y bendijo a los creyentes.

El presidente Medvedev, después de la bendición de la imagen religiosa, agradeció a quienes ayudaron a la preservación y restablecimiento de la reliquia.

-Estoy seguro que, desde el momento que fue recuperado y bendecido el ícono, del restablecimiento de la justicia, nuestro país ha obtenido una protección adicional, y por consiguiente, todos los presentes aquí, todos los que rezan y aman a nuestro país.
Ahora, todos los que acudan a la Plaza Roja, bajo la estrella de rubín que corona la torre y los famosos carillones verán el rostro de Cristo. Esa reliquia histórica y religiosa estuvo cerca de 80 años oculta de los ojos d la gente. Es mas, el ícono se consideraba perdido. Su segundo nacimiento es un suceso señero para la Rusia contemporánea.
El descubrimiento del fresco sobre el portalón de la Torre Spassky, en mayo de este año fue algo de veras sensacional. Resulta que en la década del 30 del siglo pasado fue tapiado. El poder soviético, que predicaba la ideología atea no podía aceptar que todos los que entraran en el Kremlin a través del portalón principal se inclinaran en señal de veneración ante la santa imagen. Entonces se dispuso retirar la imagen. Los restauradores cumplieron la tarea, taparon la imagen religiosa, pero, resultó que no la destruyeron sino que hicieron todo lo posible para preservarla para los descendientes. El secreto fue revelado después de que en la primavera se hiciera un sondeo en el nicho, en el que estaba instalada la santa imagen. A ello se refiere el director de los trabajos de restauración, Serguei Filatov.

-Debajo de una capa de estuco que habíamos estado viendo todos estos años se encontraban rejas metálicas y una malla. Ellas estaban mas o menos a unos diez centímetros de la capa de pintura del icono. Es decir, entre ambos existía un espacio de aire. La pintura fe hecha sobre un estuco de yeso. La última renovación de esta pintura fue realizada, según documentos, en la torre Spassky, con una técnica de óleo.
Fue necesario cerca de tres meses de un meticuloso trabajo por los mejores especialistas a fin de devolver al icono para la vista de todos. Resultó que sacarlo de debajo del estuco, sin dañarlo, fue mucho mas complicado que restaurarlo. Fue simplemente increíble que mas del 80% de la imagen resultara ilesa, expresaba sin ocultar su asombro el pintor restaurador Constantin Muraviov.

-Fue enorme el trabajo realizado para destaparlo. Sobre el ícono había innumerables fragmentos de yeso y de cementos petrificados. Cando tapiaron el cemento, los obreros arrojaron a través de la reja cemento, y la solución en 80 años se petrificó considerablemente.
Una vez que fueron retiradas las minúsculas partículas y que fueron llenados los fragmentos de la pintura que faltaban, los pintores aplicaron con precisión microscópica la pintura de oro. Y el ícono del Redentor apareció prácticamente en su expresión original. Cristo sostiene en las manos el Evangelio, y a sus pies lo veneran dos Santos rusos: San Sergio de Radonezh y San Varlaam Jutynski. El fresco fue creado sobre l Torre Spassky a mediados del siglo XVII, por orden del zar Alexei Mijailovich, en memoria de la erradicación milagrosa de Moscú de la peste. En la antigua Rusia existía de tiempos inmemoriales la tradición de situar una imagen religiosa sobre los portalones que llevan a la ciudad. Perder un ícono se consideraba de mal agüero, y recuperarlo, un milagro. Y por cierto que es un milagro lo ocurrido este año. Pero, pudo no haberse realizado de no existir personas, gracias a cuya habilidad profesional y fuerza moral se logró salvar la valiosa reliquia.

Valga recordar que, en 2007, la Fundación Internacional de San Andrés, la que tiene a su haber una buena cantidad de actividades similares planteó la iniciativa del restablecimiento de los íconos que se encuentran sobre los portalones del Kremlin. La iniciativa recibió el apoyo del presidente y la bendición del Patriarca y luego fue cristalizada.

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