lunes, 31 de enero de 2011

Dumnezeu sa-l ierte si sa-l odihneasca impreuna cu dreptii!

IN ACEASTA SEARA MITROPOLITUL BARTOLOMEU ANANIA A PLECAT SPRE LUMINA CEA NEAPUSA, INAINTE DE A FI IMPLINIT 90 DE ANI:

“Moartea, practic, nu exista,
pentru ca noi credem in Inviere!”


Ultimul sau cuvant, public, inainte de Nasterea Domnului:

“Va rog, parintilor, ocrotiti-va copiii!”

Operatia de la Viena nu a mai avut loc, Vladica Bartolomeu s-a intors in tara, in stare critica

La aproape o săptămână de la întoarcerea sa în ţară, Mitropolitul Clujului Bartolomeu Anania a deschis

pentru prima dată ochii, iar starea sa de sănătate dă semne de îmbunătăţire.

După cinci zile de la întoarcerea Înalt Prea Sfinţitului de la clinica vieneză AKH, medicii sunt mai optimişti în ceea ce priveţte starea de sănătate a Mitropolitului Bartolomeu Anania. "Este în stare de luciditate. Joi şi-a deschis ochii şi asta este deja un pas inmportant spre eventuala detubare", a declarat episcopul vicar, Vasile Someşeanul.

Chiar dacă Înaltul Ierarh este în continuare ţinut sub sedative, el reacţionează la stimuli, răspunde la întrebări şi chiar a încercat să comunice cu cei din jur. "Fizic este foarte slăbit, dar are o voinţă şi o capacitate deosebite. Şi creierul şi inima lui, mai ales inima, cu toate că este foarte slăbită, lucrează. Şi creierul pune toată fiinţa în mişcare. Şi bineînţeles, credinţa şi dorinţa de a mai fi cu noi", a completat episcopul Vasile Someşeanul.

Vineri după-amiază, Mitroplitul Bartolomeu a fost vizitat de Înalt Prea Sfinţitul Andrei, arhiepiscopul Albei.

sábado, 29 de enero de 2011

DOMINGO DE ZAQUEO

Lc 19, 1-10

Y habiendo entrado Jesús, paseaba por Jericó. Y he aquí un hombre, llamado Zaqueo; y éste era uno de los principales entre los publicanos, y rico. Y procuraba ver a Jesús quién fuese; y no podía por la mucha gente, porque era pequeño de estatura. Y corriendo delante, se subió en un sicomoro para verle, porque por allí había de pasar. Y cuando llegó Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vio, y le dijo: "Zaqueo, desciende presto, porque es menester hoy hospedarme en tu casa". Y él descendió apresurado y le recibió gozoso. Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había ido a posar a casa de un pecador. Mas Zaqueo, presentándose al Señor, le dijo: "Señor, la mitad de cuanto tengo doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, le vuelvo cuatro tantos más". Y Jesús le dijo: "Hoy ha venido la salud a esta casa; porque él también es hijo de Abraham. Pues el Hijo del hombre vino a buscar, y a salvar lo que había perecido".

La Salvación, a pesar de que es el don más grande de Dios, su regalo más precioso otorgado al género humano, por respeto a la libertad que también le ha sido dada, necesita de la aceptación y colaboración del hombre. Dios quiere que todos los hombres se salven (I Tim 2, 4) más por desgracia muchos se niegan a esta salvación que ha de desear nuestro corazón y que se logra con nuestro esfuerzo, con la ascesis. El vino a todos, es lo que vemos en el Evangelio de hoy, más sólo uno es el que busca al Salvador y la salvación que ofrece: Zaqueo.

Zaqueo era recaudador de impuestos. En su época era uno de los peores oficios que se podía ejercer ya que era un colaboracionista del poder de Roma que había invadido Israel. Además había pagado por el cargo y la ganancia que obtenía era a partir de subir lo prescrito desde Roma. A los ojos del pueblo era un pecador, un ladrón legitimado por el poder pagano de Roma, y por ello era separado del pueblo y despreciado.

Por el bien de este pecador estaba Jesús en Jericó y el deseo de salvación de nuestro Redentor, se encontró con la tierra fértil y preparada del corazón de Zaqueo. Deseaba con toda sus fuerzas ver a Jesús pero todo eran dificultades: su pequeña estatura, la gente que le rodeaba…Más nada le importó, ni el que dirían los demás, ni las barreras físicas, ni lo que en ese momento le dictara su razón. Sólo su corazón que ardía. Por ello se sube al sicomoro, se olvida de su situación, de sus riquezas y sin preocuparse de los comentarios de la gente se planta arriba del árbol. Sólo le importaba ver a Jesús, al Mesías.

Si queremos salvarnos, hemos de volver nuestros ojos hacia el Salvador, Jesús Cristo, hemos de superar los obstáculos y barreras que suponen nuestros pecados. Nuestra esperanza es que Cristo ha venido a llamar a los pecadores al arrepentimiento. San Juan Crisóstomo nos dice: “El inocente trata con los culpables, la fuente de la justicia con la avaricia, que es fundamento de perversidad; cuando ha entrado en la casa del publicano, no sufre ofensa alguna por la nebulosidad de la avaricia; antes al contrario hace desaparecer la avaricia con el brillo de su justicia.”

La voluntad de Dios se encuentra con la voluntad del hombre, el deseo salvador con el deseo de ser salvado. El amor de Dios se encuentra con el arrepentimiento del hombre vencido por su pecado y le ofrece su mano redentora. Zaqueo se sube al sicomoro, el árbol estéril que no da frutos y se convierte él en su único fruto; se desapega de la tierra y asciende a la altura del espíritu para poder encontrarse con Dios logrando aquello que deseaba, y escucha la voz del Redentor que le dice: "Zaqueo, desciende presto, porque es menester hoy hospedarme en tu casa."

Rápidamente responde ya que la respuesta a la salvación ha de ser inmediata. La demora es peligrosa. Muchos son los que piden el don del arrepentimiento, muchos son los que buscan salvarse, más cuando esa salvación se les ofrece llega la duda, el momento de la tentación. Como la mujer de Lot, aunque saben que detrás de ellos dejan la muerte y la destrucción, vuelven los ojos para mirar el pecado que abandonan. El aplazamiento, las escusas no son más que frustración, dolor por aquello que abandonan y esta actitud lleva al desastre espiritual ya que el maligno enemigo espera este momento para tentar, para hacer caer al que ya ha subido y precipitarlo de nuevo al abismo del pecado. Zaqueo responde rápidamente, tiene el corazón lleno de alegría y le abre de par en par a Jesús las puertas de su casa. Ha aprovechado su momento de gracia, su día de salvación. Y no sólo eso sino que su bienvenida va acompañada de los frutos necesarios de la penitencia y el arrepentimiento, no sólo hay palabras, hay hechos. Responde al ofrecimiento de Dios con su propia oferta que es acción de gracias y signo de su conversión: "Señor, la mitad de cuanto tengo doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, le vuelvo cuatro tantos más". Pone remedio a su pecado, rectifica el mal que hizo. La verdadera conversión supone el cambio de vida y la compensación del daño producido. Se cambian los frutos de la avaricia por los del amor.

El arrepentimiento de Zaqueo es motivo de alegría para él y para toda su familia: “Hoy ha venido la salud a esta casa.” Es salvación para él y para los suyos. Y esto es muy importante pues nuestros hechos no sólo nos afectan a nosotros si no también a aquéllos que nos rodean. Nuestro pecado afecta a los demás, nuestra salvación también, pues la luz que arde en nuestros corazones encendida por la gracia ilumina aquéllos que están a nuestro lado.

Respondamos, hoy a esta llamada de salvación, arrepintámonos de corazón de nuestros pecados, pongámonos en camino dispuestos a aprovechar este santo tiempo que se acerca y encomendémonos a la poderosa intercesión de los tres Santos Jerarcas, Faros luminosos, luces encendidas del Espíritu Santo que han sido puestas por Dios en lo alto de su Iglesia para iluminar a los creyentes en el resplandor de la santa Fe Ortodoxa: Basilio el Grande, Gregorio el Teólogo y Juan Crisóstomo, las tres lámparas en las que arde la triple luz de la Santísima Trinidad, Luz del mundo. Ellos defendieron a la Iglesia de las tinieblas del error, de la oscuridad de la herejía, de la muerte que supone el separase de la única y verdadera Viña que es Cristo. Ellos nos dan su testimonio de caridad y ejemplo en la lucha contra la corrupción tanto en el gobierno de los pueblos como dentro de la misma Iglesia.

No hay mejor manera de celebrar la memoria de estos santos que tomando el tesoro que nos dejaron es sus escritos, Ahí es donde está la verdadera teología. Ellos son los Padres Teóforos, los portadores de Dios y sus palabras que recogen la tradición recibida de los Apóstoles es para nosotros el agua que calma la sed de nuestro corazón.

Que ellos intercedan siempre por nosotros y rueguen para que permanezcamos fieles a nuestra Santa Fe Ortodoxa que ellos defendieron con sus palabras y sus vidas. Amén.

LA VERDAD

Muchos consideran que la Ortodoxia es una de las muchas “iglesias”. Es decir, un aspecto del cristianismo, o otros consideran la Ortodoxia como una religión. Ortodoxia en el sentido literal significa correcta doxa (gloria, fe y opinión). No es una de las “iglesias” porque es la Una y verdadera Iglesia de Cristo. Esto naturalmente no es arrogancia sino la VERDAD. Puesto que el Señor ha constituido sólo una Iglesia, ¿cómo nosotros hablamos de muchas? Tampoco la Ortodoxia se puede llamar religión, porque la religión es una superstición; cada religión intenta cubrir las necesidades psicológicas del hombre. Al contrario la Ortodoxia sana al hombre que padece psicológicamente (se entiende a todo hombre) y le hace santo, esto es la grandiosa y tangible demostración de la Ortodoxia.

Hablando sobre la Ortodoxia no debemos repetir el error de Pilato, cuando preguntó a Cristo: “Qué es la verdad” (Jn 18,38). Lo correcto, lo ortodoxo es: “Quién es la verdad”. Porque la verdad no es una idea, una teoría, un sistema, sino persona, la Santísima Persona del Humanizado Logos de Dios, del Jesús Cristo. Lo mismo tenemos que preguntar sobre la Ortodoxia, porque se identifica con la tentrópina (divino-humana) Persona del Logos de Dios. Él, como Θεάνθρωπος (Theánzropos, Dios y hombre), es nuestra Ortodoxia, nuestra Verdad entera.

P. Metalinós, protoprebítero y catedrático de la universidad de Atenas.

viernes, 21 de enero de 2011

21 de enero: San Máximo el Confesor

San Máximo nació en Constantinopla en una noble familia y recibió una muy buena educación. Él se encontraba entre los consejeros del emperador Heraclio (años 610-641). Viendo la difusión de la herejía de los monofisistas (los monofisistas negaban la voluntad humana de Jesús Cristo, con que disminuían el significado de sus sufrimientos en la Cruz). Con esta herejía también se contagió y el mismo emperador. Él dejó su palacio e ingresó en el monasterio Cristopolsky. Después San Máximo fue el abad de este monasterio.

Siendo teólogo y profundo pensador de su tiempo y un riguroso defensor de la Ortodoxia, Máximo demostraba exitosamente lo erróneo de la herejía monofisista. (Los monofisistas se equivocaban pensando que la naturaleza humana de Jesús Cristo fue absorbida y destruida por la naturaleza Divina). Por eso, Máximo, fue muchas veces objeto de persecuciones por parte de los enemigos de la Iglesia. Los argumentos de San Máximo a favor de la Ortodoxia fueron tan concluyentes que después de un debate público con el patriarca monofisista de Constantinopla, llamado Pirro, este ultimo renunció a la herejía en el año 645.

Varias veces fue deportado y nuevamente llamado a Constantinopla. Muchas veces las exhortaciones y las promesas de los herejes se convertían en amenazas, vejaciones y golpizas al San Máximo. Pero él quedaba firme en sus convicciones religiosas. Por último le cortaron el brazo derecho y la lengua para que él ni con la palabra ni por escrito pudiera proclamar y defender la verdad. Luego lo enviaron en reclusión al Cáucaso en Lasov (una región en Mingrelia). Ahí San Máximo falleció el 13 de agosto del año 662, sabiendo de antemano el día de su muerte.

San Máximo escribió muchas obras teológicas en defensa de la Ortodoxia. Especialmente representan un gran valor sus prédicas sobre la vida espiritual y contemplativa, algunas de las cuales entraron en una colección de sermones de los Santos Padres sobre la vida de los ascetas. En estas devotas prédicas se revela la profundidad espiritual y la agudez del pensamiento de San Máximo. También llegó a nosotros su explicación de la Liturgia, que tiene un gran significado teológico.

Se llama a San Máximo "el Confesor" en razón de sus trabajos y sufrimientos por la fe. Fue Máximo uno de los más distinguidos teólogos del siglo VII, verdadera columna de la ortodoxia contra la herejía monoteleta y gran defensor de la autoridad doctrinal de la Santa Sede. Nació hacia el año 580, en Constantinopla. En su juventud entró a servir en la corte y llegó a ser el principal de los secretarios del emperador Heraclio. Pero, al cabo de algún tiempo, renunció a su cargo (tal vez porque el emperador defendía ciertas opiniones heréticas) y tomó el hábito monacal en Crisópolis (actualmente Skutari). Ahí escribió algunas de sus obras de mística y fue elegido abad. El año 638 murió San Sofronio, patriarca de Jerusalén, a quien Máximo llamaba su maestro, padre y profesor. Entonces, el santo se convirtió en el gran campeón de la ortodoxia contra el monotelismo del emperador Heraclio y de su sucesor, Constante II. Como se sabe, el monotelismo sostenía que Cristo no poseía voluntad humana sino sólo divina. Máximo reivindicó la memoria del Papa Honorio, a quien se acusaba de haber profesado dicha herejía en su carta sobre Pirro, quien había sido desterrado de la sede de Constantinopla, dice Máximo: "Si la Sede Romana proclama que Pirro es hereje y réprobo, es evidente que quien se opone a la condenación de Pirro se opone a la Sede Romana, es decir, a la Iglesia católica... Lo que Pirro debe hacer, primero, es justificarse ante la Sede de Roma para que el mundo entero reconozca su piedad y ortodoxia... ya que la Sede Apostólica recibió del propio Hijo de Dios y de los santos concilios el dominio supremo y universal y el poder de atar y desatar sobre todas las Iglesias del mundo..."

El año 645, Gregorio, gobernador de las provincias de África y amigo de Máximo, organizó un debate público entre el santo y Pirro. El resultado fue que Pirro tuvo que ir a Roma para abjurar de la herejía monoteleta. Tres años más tarde, el emperador Constante II publicó el decreto llamado "Typos" en favor del monotelismo. Convocado por el Papa San Martín I, San Máximo asistió en Roma al concilio que condenó dicho documento. El año 653, el exarca imperial arrojó violentamente de Roma a San Martín I y le desterró al Quersoneso. Hasta ahí fue perseguido y murió de hambre. Fue el último Papa que sufrió el martirio. San Máximo permaneció en Roma; pero, como atacase el "Typos" ante un legado imperial, fue llevado prisionero a Constantinopla, a pesar de que tenía ya setenta y cinco años. En Constantinopla fue juzgado por conspirar contra el Imperio. Máximo afirmó que en el asunto del "Typos" estaba de parte de Roma. Cuando se le arguyó que por su declaración misma condenaba a la Iglesia de Constantinopla, replicó: "Yo no condeno a nadie; pero preferiría perder la vida antes que apartarme un milímetro de la fe." Los jueces le desterraron a Bizia en la Tracia, donde el frío, el hambre y el abandono le hicieron sufrir mucho. Al cabo de algunos meses le entrevistó una comisión presidida por el obispo de Cesárea de Bitinia, Teodosio. Máximo demostró a los embajadores con tal elocuencia la existencia de dos naturalezas en Cristo y les echó en cara con tal fuerza su cobardía en defender la verdadera fe, que Teodosio, convencido de la ortodoxia de Máximo, le regaló dinero y vestidos (que el obispo de Bizia confiscó inmediatamente) y le prometió someterse a la Santa Sede. Poco después, San Máximo fue trasladado a un monasterio de Regium, a donde fueron a verle Teodosio de Cesárea y otros enviados imperiales para ofrecerle en nombre del emperador toda clase de honores, con tal de que aceptase el "Typos." Máximo recordó a Teodosio el juramento que había hecho "sobre los santos Evangelios, sobre la Cruz y sobre la imagen de la Madre de Dios." El obispo replicó avergonzado: "¿Qué otro recurso me quedaba? El emperador piensa de otro modo." Máximo permaneció firme. A causa de ello, fue golpeado y cubierto de escupitajos, sus pocas posesiones le fueron confiscadas y, el año siguiente, fue trasladado a Perberis, donde se hallaban ya prisioneros sus dos amigos, Anastasio el Abad y Anastasio el Apocrisiario.

Ahí vivieron los tres, en la miseria, durante seis años. Finalmente, el emperador los convocó a Constantinopla para juzgarlos. Los tres fueron condenados por el tribunal y, con ellos, la memoria de San Martín I y San Sofronio. Los jueces los sentenciaron a ser azotados, a que se les cortasen la lengua y la mano derecha (que debían exponerse al público en cada uno de los doce barrios de la ciudad) y a prisión perpetua. Al perder la lengua, ya no podían predicar la fe católica y, al perder la mano, ya no podían defenderla con sus escritos; pero todavía podían confesarla si sufrían con fortaleza y morían con valor. San Máximo murió poco después, al cabo de un terrible viaje a Skhemaris, sobre el Mar Negro. Uno de los Anastasios había muerto antes que él, pero el otro vivió hasta el año 666.

San Máximo, gran confesor de la fe y notable autor místico, murió a los ochenta y dos años. Dejó muchos escritos; entre otros, algunos comentarios alegóricos de la Sagrada Escritura y de las obras de Dionisio Areopagita, un dialogo entre dos monjes sobre la vida espiritual y la "Mystagogia", que es una explicación de los símbolos de la liturgia. San Máximo no fue el padre del misticismo bizantino, como se ha afirmado algunas veces, pues le habían precedido ya en ese camino los antiguos padres del desierto, pero sí fue sin duda su punto culminante.

miércoles, 19 de enero de 2011

EL PRIMER FLASHMOB ORTODOXO


En un gran centro comercial de Moscú se celebró un flashmob (multitud convocada a través de Internet que baila durante unos instantes la misma coreografía en un lugar público) de elogio al nacimiento de Cristo. A las 15.00, hora local, en un centro de tiendas donde hay un popular café se levantaron uno por uno varios visitantes, que con voces profesionales empezaron a cantar el himno ortodoxo 'Koliadka'.

Los graduados de la escuela ortodoxa Pleskovo se reunieron para calentar la megalópolis durante uno de sus últimos días santos con este divertimento sagrado. Los cantantes de las catedrales ortodoxas rusas y los padres de las iglesias se habían encontrado entre sí y organizado en la red.

“Queríamos mostrar que los días santos son un tiempo de alegría, divertimento y canciones para toda la gente, independientemente de su grado de participación en la vida de iglesia”, destacó a la agencia RIA Novosti uno de los participantes de este flashmob.

martes, 18 de enero de 2011

Adevarul lui Hristos se numeste Ortodoxia!

IPS Bartolomeu Anania: predica la Sfintii Marturisitori Ardeleni.

Care este mostenirea pe care ne-o lasa ei (Sfintii Marturisitori Ardeleni n.n.) noua? Sa ne pastram credinta parintilor si stramosilor nostri, fara sa dispretuim celelalte credinte… Noi ne-am adunat de curand, noi, ierarhii din Sinodul Mitropolitan al Transilvaniei si am dezbatut si aceasta problema: ce se intampla cu ecumenismul? Multi cred ca ecumenismul inseamna pur si simplu sa ridici mainile si sa te predai! Ca este tot un Dumnezeu pentru toti, ca adevarul este partial, ca fiecare biserica are o parte din adevar, dar nici una nu are adevarul intreg…

Nu, dragii mei! Noi, ortodocsii, fara sa ii dispretuim si cu atat mai putin sa ii persecutam pe ceilalti, posedam adevarul intreg! Ne mantuim in Adevarul Iisus Hristos, pentru o ratiune foarte simpla. Ati rostit si astazi Crezul in Biserica. Retineti va rog: Crezul pe care l-ati rostit voi la aceasta biserica impreuna cu noi este cel pe care Sfintii Parinti ai Bisericii l-au formulat in primele doua sinoade ecumenice. Fara nici un adaos si fara nicio stirbire! Toate celelalte biserici au adaugat ceva sau au stirbit ceva. Noi l-am pastrat intreg! Conservatori? Daca vreti, conservatori! Fundamentalisti? Bine, daca vreti, fundamentalisti! Pai Iisus Hristos a fost primul fundamentalist. Cel ce va crede si se va boteza, se va mantui, iar cel ce nu va crede, se va osandi. Scurt pe doi! Nu incape discutie! Si noi la fel. Nu avem certitudinea ca cei de alte confesiuni se mantuiesc. Dar noi o avem pe a noastra si ne este de ajuns. Ca suntem in Biserica cea Adevarata, ca suntem in interiorul Adevarului lui Hristos, ca dragostea dintre frati nu este completa si adevarata decat in interiorul Adevarului! Iar Adevarul Cine este? Eu sunt Calea, Adevarul si Viata. Mergem pe Calea Adevarului, traim intru Adevar si asteptam Viata vesnica, tot in interiorul acestui Adevar.

Indemnul martirilor pe care ii sarbatorim astazi este acela de a ne pastra credinta noastra. Stiti din ce porneste admiratia mea personala cel putin pentru Atanasie Todoran, dar si pentru oricare [martir]? Eu cand ma uit la un altul care este de alta religie, care nu este crestina, ma intreb daca el in credinta lui religioasa este si de buna -credinta. Daca crede cu adevarat in credinta lui, chiar daca nu este a mea, si daca va fi gata sa moara pentru ea. Noi, in Transilvania, avem modele de urmat in cei care au fost gata sa moara pentru credinta ortodoxa si intru credinta ortodoxa. S-au mantuit, se roaga acolo pentru noi, si ne rugam si noi ca ei sa mijloceasca pentru noi si aceasta ne da si garantia ca si noi ne vom mantui daca vom ramane pana la sfarsit si fara de clintire in Adevarul lui Hristos care se numeste Ortodoxia, Amin!”

SA FACEM RUGACIUNI PENTRU SANATATEA INALTULUI BARTOLOMEU ANANIA! PEDIMOS ORACIONES POR LA SALUD DE VLADIKA BARTOLOMÉ DE CLUJ!!!

Va chemam pe toti, in primul rand preoti si monahi sau monahii, dar si pe toti mirenii care tin la Vladica Bartolomeu, Mitropolitul Clujului, sa ne unim din nou, cu mic cu mare, in rugaciuni arzatoare si umilite, din toata inima, pentru sanatatea si inmultirea zilelor Inalt PreaSfintiei sale, daca Domnul binevoieste.


Din informatiile noastre, chiar daca stirile oficiale vorbeau initial doar de un “control medical” la Viena, IPS Bartolomeu, care in luna martie ar putea implini 90 de ani, a trecut printr-o stare destul de grava, din cauza inrautatirii problemelor sale cardiace si, din aceasta cauza, a fost transportat la un spital din Viena. Nadajduim insa ca Domnul va binevoi asupra rugaciunilor intetite ale robilor Sai pentru “leul” duhovnicesc care a trecut in tinerete prin “temnita crunta a Aiudului” si care, dupa 1990, a luptat, a slujit si a aparat din rasputeri Biserica si Ardealul, ca arhiepiscop si ca mitropolit al Clujului. Unde este dragoste si durere adevarata a fiilor pentru Parintele lor, Dumnezeu se poate indura si poate face minuni. Mare nevoie avem de un om de curajul si verticalitatea sa, si cam singurul care mai indraznea, pana cand boala l-a slabit si izolat, sa tina piept in Sinod tendintelor autocratice si abuzurilor canonice ale noului Patriarh.

P Justinian

Cómo deben comportarse los cristianos ortodoxos durante los servicios divinos cuando están en la Iglesia y como se ha de santificar el Día del Señor.

Los cristianos en la Iglesia han de estar con fe y temor de Dios, con todos sus sentidos en atención. Han de rezar sin distraerse y con compunción en el corazón. El cristiano ha de ir regularmente a la Iglesia y participar en los servicios que en ella se realizan; sólo están libres de esta obligación las personas enfermas.

El sábado por la tarde se asistirá a las Vísperas, pues es el primer oficio del Domingo donde se recuerdan las obras maravillosas de Dios en la Creación. No es pues apropiado para los cristianos dedicar luego la noche del sábado a actividades propias de los paganos y sin Dios como es salir, emborracharse y asistir a fiestas.

El domingo por la mañana han de llegar temprano para poder venerar los santos iconos y asistir a los Maitines. Todo cristiano ha de dar su ofrenda a Dios según sus posibilidades, como sacrificio por los dones que recibe. Ha de dar los nombres al sacerdote para la conmemoración de los vivos y difuntos que se hace en la Proscomidia, por eso es importante llegar temprano, antes de que la Proscomidia sea realizada. La ofrenda que se le da al sacerdote y que acompaña el pomelnic, no es para pagar sus servicios, sino que es una ayuda económica para su sustento.

Los cristianos han de acudir a la Iglesia con modestia, poniéndose los hombres a la derecha y las mujeres a la izquierda, según están colocados los iconos de Cristo Salvador y de la Santísima Madre de Dios. Se ha de llevar ropa apropiada y limpia, no hay lugar para los grandes escotes, ni los tirantes, ni las faldas cortas ni los pantalones entre las mujeres que han de cubrir sus cabezas cuando entran en la iglesia según lo dicho por el Apóstol Pablo. Las mujeres cuidaran de no pintarse los labios si quieren besar los santos iconos pues los estropean y manchan y sobre todo si se ha de recibir la Santa Comunión. Tampoco hay lugar para los pantalones cortos ni las camisetas, ni las zapatillas ni las chanclas entre los hombres. Está prohibido hablar durante los servicios divinos sino es por una necesidad grave.

Después de que la Divina Liturgia haya comenzado, todos permanecen en su lugar y no se adelantan para venerar los iconos de los analogios del templo, sólo veneran los que se sitúan en el nártex, o sea en la entrada de la Iglesia. Asisten los cristianos con atención piadosa pues están participando con los Santos y los Ejércitos Celestiales en los venerables y salvíficos misterios de Cristo. Escuchan las oraciones y los cantos del coro y participan cantando el “Señor ten piedad” en el canto de las letanías de intercesión. Sobre todo están atentos a la lectura de la Epístola y el Evangelio y al sermón que hace al final de la Liturgia el sacerdote.

Aquellos que van a participar en la Santa Comunión después de haber confesado, harán las oraciones mandadas para antes de recibir el Cuerpo y la Sangre del Salvador. Primero comulgarán los niños, después los hombres y por último las mujeres que no deberán de llevar ningún tipo de pintalabios.

Nadie sale de la Iglesia antes de que el sacerdote de la bendición al final de Liturgia si no es por una causa grave. Los que han recibido la Santa Comunión leerán las oraciones de Acción de Gracias. Los que no han recibido la santa comunión reciben el antinodoron que es el pan o prósfora que queda después de preparar la proscomidia. Este pan los comerán en ayunas y guardarán para comer durante el resto de los días de la semana, tomándolo en ayunas con un poco de aghiasma pequeño después de haber hecho las oraciones de la mañana. En ningún caso sustituye a los Santos Dones, es más un consuelo para aquéllos que no han podido recibirlos.

Los padres y padrinos han de llevar a sus hijos a la Iglesia para que reciban los Santos Dones, pues los niños pueden participar de Ellos hasta los siete años sin necesidad de hacer antes la confesión. Esta es una gran responsabilidad pues de la misma manera que lo alimentan con el alimento material han de alimentarlos con el de la vida eterna.

Al finalizar los servicios divinos, los cristianos regresan reverentes a sus casas pasando el resto del día en santas ocupaciones en familia, leyendo libros espirituales, visitando a los enfermos y a los ancianos. A los niños se les cuentan las vidas de los santos e historias escogidas de la Sagrada Escritura. Están obligados también a contar lo ocurrido en la Iglesia, el Evangelio del día, el sermón a aquéllos que no pudieron ir.

Las esposas procurarán tener preparada la comida desde el día anterior para poder asistir a la Iglesia y los esposos e hijos no exigirán nada y ayudarán a poner y retirar la mesa pues es un día de descanso y santificación para toda la familia.

Al final del día se reunirán en familia delante de los santos iconos para la última oración del día. Los padres bendecirán a los hijos antes de ir a dormir.

Esto es lo que han de hacer los cristianos en el domingo y no hay cosa más urgente que esta pues de siete días que tiene la semana, el domingo es para santificarlo y para dar gracias a Dios por los beneficios que diariamente recibimos de su generosa bondad.

domingo, 16 de enero de 2011

Sobre la Fe Ortodoxa

Cuando ves la situación en la que se encuentran algunas parroquias ortodoxas de este país comprendes alguns afirmaciones de sus sacerdotes. Se crea en ocasiones una dependencia enfermiza entre el acogido y el acogedor, por no utilizar otra expresión de carácter más científico. Mejor es creer que esto es una realidad a pensar que el sacerdote que hizo la declaración siguiente en el Diarío de Alcalá piensa que es correcto lo que dice y es lo que le enseñaron en la facultad de Teología:

"El bautizo y el resto de sacramentos de una (la Iglesia Ortodoxa) son válidos en la otra (Roma), y viceversa. También tenemos obispos, sacerdotes, y no hay tanta diferencia en la doctrina”

La contestación vino dada por Jacobo Quintero-Touma del Patriarcado de Antioquía.

La enseñanza de la Iglesia es clara, la teología dogmática de la misma es clara y la tradición es clara. Hay uniformidad. Que un obispo, un patriarca o incluso un sínodo local rompa o contradiga esa uniformidad no implica que la Iglesia Ortodoxa no tenga uniformidad en su creencia. Las mayores herejías de la historia de la Iglesia han nacido de Obispos y estas grandes herejías no rompieron la uniformidad de la creencia de la Iglesia, sino que confundieron a los seguidores de los mismos por un tiempo limitado.

La Iglesia es clara en su enseñanza y tradición. No hay Iglesia fuera de la Iglesia, no hay Cuerpo de Cristo fuera del Cuerpo de Cristo y por lógica consecuencia no hay sacramentos fuera de los sacramentos ni misterios fuera de los misterios, acontecidos sólo dentro de la Iglesia. Estos existen solamente dentro y en, la Iglesia Ortodoxa de Cristo.

Todas las agrupaciones humanas: grupos filosóficos, protestantismo, entidad vaticana y todas las otras sectas, estan fuera de la Iglesia, por ello no existen misterios o sacramentos allí donde NO EXISTE IGLESIA.

Si el día de mañana yo creara una nueva "religión" y "bautizara" gente en el nombre de la Trinidad, eso no implica que ello sea un bautizo ni implica que la Iglesia de Cristo deba reconocerlo como tal. Pueden pasar 1000 años y mi religión creada seguir existiendo, pero esos mil años no harán que mi invento sea un misterio o un sacramento de la Iglesia. No es la antiguedad de las instituciones la que genera base sacramental, sino la pertenencia a la Iglesia de Cristo, de la que, la entidad vaticana y otras sectas NO forman parte.

La Iglesia de Cristo está sostenida sobre la sangre de los Apóstoles, la confesión de fe de los mártires y el sacrificio de todos quienes entregaron su vida por defender la Verdad. Si esta Verdad es ignorada o dejada de practicar por un obispo, un patriarca o un sínodo en algún lugar o tiempo determinados, esto no implica que la Verdad de la Iglesia sea confusa o que no exista uniformidad en ella, sino que alguien no la está practicando o entendiendo bien.

Esto no afecta a la Iglesia o a su dogma, sino a quienes están confundidos por este error.

Si nuestros obispos recordaran su fuerte juramento episcopal, hecho en su consagración y su obligación constante de predicar y defender la Verdad siempre, no tendríamos estas discusiones, pues la Verdad y Uniformidad de la Iglesia se mostraría con la misma LUZ ante todos.

La herejía no deja de ser herejía porque salga de la boca de un Obispo o sacerdote. Nestorio y Orígenes son la mayor prueba de ello.

Que a algunos Obispos se "autoconfundan" o proclamen una verdad a medias, no implica que la Iglesia no tenga Uniformidad en su creencia, sino que implica que ellos por algún inerés, están apostatando de la fe de Cristo parcialmente y están confundiendo a su rebaño.

A Dios corresponde juzgar, no a nosotros. Pero a nosotros sí nos corresponde proclamar la Verdad claramente y mostrar la LUZ tal cual fue mostrada hace dos milenios.

Un gran saludo a todos desde el Monte Athos de Grecia y una muy Feliz Navidad del antiguo calendario desde el corazón de la Ortodoxía... Aquí, dónde las herejías o confusiones no afectan la Ortodoxa fe pues ella sigue proclamándose con fuerza y en su misma UNIFORMIDAD quizá porque los cocteles y las páginas sociales de los diarios son poco relevantes en esta Santa Montaña.

Gloria a Dios por ella.

Jacobo Quintero Touma




Atentado sin víctimas con una bomba lapa colocada en el coche de un obispo copto egipcio

Después de las fiestas de la Navidad y la Santa Teofanía, creo que debemos ponernos al día.

Por desgracia la ola de ataques y asesinatos a los cristianos coptos de egipto no cesa. El pasado día 11 un policía disparó contra unos coptos en un tren en el sur del país y causó la muerte a uno de ellos y heridas a otros cinco. Además, la pasada Nochevieja murieron 23 personas y otras 90 resultaron heridas en un atentado contra una iglesia en la ciudad costera de Alejandría. El atentado del día 31 de diciembre mereció ser potada en algunos periódicos de este país y la noticia se escuchó, sin demasiados comentarios en los telediarios. Hoy vuelven a ser noticia los cristianos coptos de Egipto porque uno de sus Obispos ha estado a punto de saltar por los aires al ponerle una bomba lapa en su coche que se encontraba en el monasterio de Al Suryan uno de los más antiguos del país y que existía mucho antes de que naciera Mahoma.

Los islamistas se han propuesto hacerle la vida imposible a los cristianos de Egipto. No cuentan ellos su gran tradición martirial y con la fuerza de esta minoría que supone el 10% de la población del País.

Mientras los musulmanes asesinan a los cristianos en Egipto. Surge la incomodidad ante las palabras de Moseñor Serafín de Pireo que denucia, sin tapujos, la realidad del Islam. En el otro lado la situación incómoda que viveron los griegos que peregrinaron a Constantinopla el pasado 6 de enero para la fiesta de la Teofanía. Después de la Divina Liturgia celebrada en la Catedral Patriarcal de San Jorge del Fanar, fueron en procesión para benecir las aguas del Bósforo con la Santa Cruz. Cuando terminó de cantar el diácono la letanía, y el Patriarca debía entonar el tropario, el almuédano de una mezquita cercana comenzó a cantar la llamada a la oración. Ante el asombro de todos el Patriarca esperó a que terminara el canto para comenzar él el canto del tropario. ¡Señor, Señor!

Ésta es la noticia de hoy:

Explota una bomba lapa en el garaje del monasterio de Al Suryán



Una bomba lapa colocada en el coche de un obispo egipcio explotó anoche sin causar víctimas en el garaje del monasterio de Al Suryán, en un nuevo ataque contra los cristianos del país, informó hoy a Efe una fuente de seguridad. La explosión provocó un encendió en el garaje e importantes daños materiales en el monasterio, situado en una localidad a 150 kilómetros de El Cairo.


Las fuentes explicaron que tanto el obispo como los monjes y trabajadores del monasterio salieron ilesos del atentado. Los cuerpos de seguridad de la provincia de Al Behira y expertos en explosivos se trasladaron al lugar para investigar el suceso, aunque por el momento se desconoce quién puede estar detrás.


Una fuente del monasterio dijo a Efe que hay dudas sobre el momento en el que la bomba fue colocada en el vehículo del obispo Mateos, aunque es probable que fuera instalada ayer, cuando el prelado se encontraba en El Cairo. Este incidente se suma a otros recientes ataques contra los cristianos egipcios, que representan un diez por ciento de la población de Egipto.

lunes, 10 de enero de 2011

LOS SANTOS MÁRTIRES DE LA THEOPHANÍA


San Isidro era el párroco de la iglesia de San Nicolás de la ciudad de Yuriev, la actual Taru en Estonia. El día de la Santa Teophanía, fue a bendecir las aguas al río Omovzha junto a los feligreses de la parroquia. Habían cortado el hielo que cubría las aguas en forma de cruz y la habían levantado rodeándola de ramas verdes de abeto.

Los ortodoxos de la zona eran perseguidos por los alemanes que querían que renegasen de la verdadera fe y abrazasen el error de Roma. Contaban con una extraordinaria fuerza maligna, los caballeros teutones, que no tenían ningún reparo en arrasar los campos y aldeas de los ortodoxos para presionarlos.

Ante tales atrocidades San Isidoro se había manifestado en numerosas ocasiones con valentía en defensa de la Fe Ortodoxa. Pero el obispo y la nobleza papista de la ciudad los acusaban continuamente.

Aquella mañana y a pesar de las amenazas recibidas, salieron de la iglesia parroquias con los estandartes y los iconos cantando el tropario de la santa Theophanía. Mientras estaban en el río bendiciendo las aguas , fueron detenidos y llevados ante el obispo de los latinos, Andrés, y los jueces de la ciudad maniatados como si fueran criminales. A orillas del río habían quedado tiradas las cruces y los estandartes. Se les presionaba para que aceptasen el papismo, se les amenazaba con la tortura y la muerte, a hombres, mujeres, ancianos y niños. Más San Isidoro y su rebaño se negaban a renunciar a Cristo y la Fe Ortodoxa. Enfurecidos los metieron en la cárcel. Allí San Isidoro, alentaba a sus fieles para prepararse para el martirio. Todos confesaron y tomaron los Santos Dones que les habían llevado en secreto.

Al día siguiente fueron llevados ante el obispo y los jueces de la ciudad y una vez más le exigieron que se convirtieran al papismo. San Isidoro y sus feligreses se negaron a hacerlo. Fueron conducidos hasta el río en medio de empujones y golpes y todos, hasta los niños pequeños en brazos de sus madres fueron arrojados a las gélidas aguas en el hueco que se había abierto para la bendición. Todos murieron cantando el tropario del Bautismo del Señor que les ortogó las coronas de gloria inmarcesible.

La fiesta de los Santos mártires se celebra el 8 de enero.

viernes, 7 de enero de 2011

Χρόνια Πολλά!!!


Χρόνια Πολλά!!!

Que sea por muchos años!!! Este año la santa Cruz la sacó del mar Sotiris Bekiaropoulos que la guardará en su casa hasta la próxima fiesta de la Theophania. Que el Señor lo guarde y proteja, a él y a su familia, y le conceda salud.

lunes, 3 de enero de 2011

El ayuno de la Víspera del Bautismo de Cristo

La víspera del Bautismo del Señor, de la santa fiesta de la Teofanía, los cristianos guardan un ayuno total, según el canon de San teofilo de Alejandría y que sólo es roto al tomar el Agua Benndita (Aghiasma) el domingo por la mañana. El Tipicón de San Saba dice que si la víspera cae en sábado o domingo, este ayuno no se cumple.

Este ayuno se hace en memoria de los cuarenta días que ayunaban los catecúmenos antes de recibir el santo misterio del Bautismo, que recibían en la tarde del día 5 de enero, y que actualmente coincide con la llamada „bendición de las „aguas de dentro” ya que eran las aguas que se bendecían para bautizarlos. Después de recibir el bautismo, ayunaban hasta el día siguiente para participar por primera vez en la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Se ha de pedir la bendición al sacerdote para poder tomar el Gran Aghiasma desde el día de Teophanía hasta el día 14 de Enero. Siempre se ha tomar en ayuna y se ha ser consciente de que en ningún caso sustituye la Santa Comunión. San Sava en su Tipicón nos dice que el Aghiasma grande nos ha sido dado para santificación de todas las cosas creadas, de la creación y de las criaturas que la habitan. Por ello se ha de tomar con corazón puro.

El Gran Aghiasma es asperjado en las casas de los creyentes hasta el domingo después de la Teophanía. Con ella se bendicen las cosas santas: La Cruz, las iglesias, las campanas, los vasos y ornamentos litúrgicos, los iconos.

El agiasma pequeño se bendice normalmente en las iglesias el primero de los domingos del mes y siempre que los fieles lo piden, tanto en la iglesia como en las casas (Sfestania). Más el Gran aghiasma sólo se bendice una vez al año, el día de la Santa Theophanía. este agua se mantiene durante todo el año pura y sin contaminación ni corrupción y se ha de conservar en casa, con sumo respeto, en el lugar donde se veneran los iconos, tomándose en caso de enfermedad o de peligro grave y al romper el ayuno en los días de las Cuaresmas.

Las enseñanzas de los Padres Teoforos, nos dice que el Gran Aghiasma es „Para lavar el alma y el cuerpo, ella nos santifica, nos renueva y nos convierte en hijos de Dios”


San Juan Crisóstomo: Sobre el bautismo de Cristo.

Había un bautismo de los judíos que limpiaba las inmundicias de la carne, pero no las culpas del alma; en tanto que nuestro bautismo libra de todos los pecados, purifica nuestra alma, y derrama la gracia del Espíritu Santo. El bautismo de San Juan era mejor que el de los judíos, porque no consistía en la observancia de las purificaciones corporales, sino que exhortaba a convertirse del vicio a la virtud. Pero era de menos valor que el nuestro, porque ni concedía la gracia del Espíritu Santo, ni el perdón que se obtiene por la gracia. Pero Jesucristo no fue bautizado ni con el bautismo de los judíos ni con el nuestro -porque ni necesitaba el perdón de los pecados, ni su carne, que había sido concebida desde el principio por el Espíritu Santo, tenía necesidad de él- pero fue bautizado con el bautismo de San Juan, para que comprendamos, por la naturaleza misma de este bautismo, que no fue bautizado porque hubiera cometido alguna culpa, ni tampoco porque necesitase el don del Espíritu Santo. Dice el evangelista: "Bautizado y estando en oración", para que se comprenda que una vez recibido el bautismo, es muy conveniente orar.

Dice, pues: "Se abrió el cielo", como si hasta entonces hubiera estado cerrado. El redil del cielo y el de la tierra ya se habían reunido, y habiendo un sólo pastor de todas estas ovejas, el cielo se abrió, y el hombre terreno se juntó con los ángeles.

Bajó el Espíritu Santo sobre Jesucristo, porque era como el principio de nuestra especie para estar primero en El, el cual no lo recibió para sí, sino para nosotros. De donde prosigue: "Y bajó sobre El el Espíritu Santo", etc. No se crea que lo recibió porque no lo tenía, porque El mismo, como Dios, lo enviaba del cielo, y a la vez como hombre lo recibía en la tierra. Así voló desde El hasta El, es decir, desde su divinidad hasta su humanidad.

Ahora, para expresar la mansedumbre del Maestro, aparece en forma de paloma; mientras que en Pentecostés se presenta en forma de fuego, para representar la pena. Cuando convenía perdonar los pecados, era necesaria la mansedumbre; pero cuando hemos alcanzado la gracia, sólo queda el tiempo del examen y del juicio.

Jesucristo también aun desde su nacimiento se había dado a conocer por medio de muchas profecías, pero como no quisieron entenderlas, habiéndose ocultado algún tiempo se vuelve a manifestar de una manera más clara por otro principio. Pues la estrella lo había revelado ya en el cielo, mas en las aguas del Jordán el Espíritu Santo desciende sobre El en forma de paloma y al Padre lo proclama haciendo resonar su voz sobre la cabeza de aquel que era bautizado; de donde sigue: "Se oyó una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado",