El día de la gloriosa Ascensión de Nuestro Señor y Dios Jesucristo a los cielos, se conmemora en Rumanía a todos los héroes que defendieron la patria y la ortodoxia. Esta fiesta y conmemoración debería de ser para todos nosotros un toque de atención para ver cuales son nuestros héroes, quienes son aquellas personas a las que admiramos y cuales son los valores que nos proponen para su imitación.
Cuáles son los grandes héroes de hoy en día? Jugadores de futbol que no saben hacer la o con un canuto pero que tienen aseguradas sus piernas por cientos de miles de euros y cuyos goles se celebran como si se hubiera descubierto la cura contra el cáncer? Cantantes de moda efímeros que viven en medio de la degeneración del sexo, las drogas y el alcohol y que son imitados hasta la saciedad? Los corruptos ladrones pues en definitiva nos gustaría tener los bolsillos repletos como ellos?
Se admira al adúltero que le es infiel a su mujer con cuantas más mejor; se admira al que logra pegar el pelotazo aunque arruine a otros; se admira al que tiene el coche mas potente y más grande aunque sólo utilice de su cerebro la parte proporcional al tamaño de una nuez...
Nadie admira al científico que sacrifica su vida en un laboratorio buscando la curación para alguna enfermedad; nadie admira al profesor que día tras día se mata por enseñar a sus alumnos; nadie admira al guardia civil que vela por la seguridad en nuestras carreteras; al padre de familia que sale todos los días a buscar el pan para sus hijos...
Ellos son los verdaderos héroes, los otros son ídolos de barro del nuevo paganismo.
Gloria a los héroes verdaderos de nuestras patrias, a aquellos que dan su vida día a día para que todo siga funcionando y no caigamos en el caos.
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