Aunque San Justín dijo esta homilia el día de San Sava ante el pueblo serbio, bien podemos aplicarnos sus conclusiones todos los cristianos ortodoxos independientemente de que seamos serbios, rumanos, griegos, rusos, españoles, búlgaros, ucranianos o americanos.
Que él, interceda siempre por nosotros ante Dios nuestro Señor
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