En qué se ha convertido la Navidad?
Muchos son los que te saludan diciendo felices fiestas,
llenan sus casas de guirnaldas y árboles llenos de luces, ponen mesas
abundantes en comida y bebida, se gastan cantidades ingentes en regalos de todo
tipo que trae un personaje vestido de rojo como si fuera un duende o gnomo…
Esto es en lo que se ha convertido la Navidad, que podría llamarse de cualquier
forma desde la fiesta de la matanza del cerdo, hasta las vacaciones de
invierno, o fiesta del duende.
Pero esto no es la Navidad y el que se empeñe en que esto
sea lo que centre en sus vidas en estos días no puede llamarse cristiano.
Lo primero es el saludo: no podemos desearnos simplemente
felices fiestas. ¿Qué fiestas estamos felicitando? Nos hemos de desear una
Feliz Navidad, más claro, para esto deberíamos tener claro que la Navidad es
fiesta del nacimiento de Cristo que se ha hecho hombre para nuestra salvación y
que nació en Belén de Santa maría la Virgen tal y como aparece en la confesión
de nuestra fe. Este momento de gran alegría por el comienzo de nuestra salvación,
la llegada del Mesías y el cumplimiento de las profecías es lo que celebramos.
La decoración de las casas se centra en un elemento pagano
potenciado después por los protestantes que borraban del mapa doméstico las
representaciones del Nacimiento y las imágenes del Niño Jesús y a partir del
s.XIX se generaliza esa costumbre del árbol. Vistoso, lleno de luces y
colgaduras se convierte en el símbolo de las fiestas de invierno. Más es eso lo
que debería ser el centro en nuestras casas e iglesias tan sólo porque es
decorativo? No, el centro de nuestras casas debería de girar en torno al icono
de la Navidad o de la Madre de Dios que en estas fechas debería de estar
especialmente adornado con ramas y luces tal como se hacía antes de que el
comunismo arrasara con todas las tradiciones cristianas.
Fue el comunismo el que arrasó con la figura de San Nicolás
como portador de los regalos en estas fechas. No queramos creer que ha sido una
tradición inmemorial porque es falso. En toda la Europa cristiana San Nicolás
es el que tradicionalmente ha traído los regalos a los niños. Lutero cuando extendió
su secta por el norte y centro de Europa, esta hermosa tradición la comenzó a
sustituir por que no aceptaban el culto a los Santos. Mal que bien permaneció
más o menos disimulada y desde Inglaterra, Alemania y Holanda llegó a lo que
serían los Estados Unidos. Allí al Santo Obispo le despojarán de sus vestiduras
episcopales para vestirlo ridículamente primero de verde y luego por orden y
mandato de la Coca-Cola de rojo, con mujer y nariz de borracho. Así se vestirán
los distintos abuelos de invierno y Navidad que traen los regalos en
sustitución del Santo Obispo. Aún así en países como España y Portugal donde
traen los regalos los Santos Reyes e incluso en Grecia donde lo hace San
Basilio y que no sufrieron las influencias ni del protestantismo o del comunismo
se intenta por todo los medios imponer a ese ridículo personaje para relegar a
los que están relacionados con tradicines verdaderamente cristianas.
Las comilonas son otra de las características de estas
fiestas. La fiesta de la Navidad está precedida por cuarenta días de ayuno para
prepararnos al nacimiento de Cristo. Después de la Liturgia del día de Navidad
tenía todo su sentido que familia y amigo se sentasen a la mesa común para
celebrar la Natividad. Más ahora, sin ayuno, se come y se bebe porque hay que
hacerlo pero sin su motivación original. Luego para los que están en el
calendario eclesiástico se presenta la situación del comienzo del año civil en
los días precisamente más santos del ayuno. Esta fiesta fue precisamente
impulsada por los gobiernos comunistas para contrarrestar las influencias de la fiesta de la Navidad y
ahí se ha quedado, como algo verdaderamente innecesario. Para los que siguen el
nuevo calendario ensombrece la fiesta del glorioso san Basilio y los excesos de
la noche impiden precisamente a los fieles acudir a la iglesia para participar
en la Liturgia y en la molitva de San Basilio. Verdaderamente ha de estar
contento el demonio de que la gente no participe en estas santas oraciones que
lo expulsan a él de la vida de los hombres.
Queda luego lo peor de todo. Cómo poder llamar
verdaderamente cristianos a aquellos que durante estos santos días se han
dedicado a comer, a beber, a gastar dinero, y que sin embargo no han sido
capaces de venir a la iglesia aunque solo fuera para encender una vela para dar
gracias a Dios porque están vivos y con salud? Como podrán llamarse cristianos
los que sacan a Cristo de sus vidas?
Creo que deberíamos de reflexionar sobre todo esto para que
el año que viene sea San Nicolás el que traiga los regalos a los Niños, el
icono Santo de la Navidad presida nuestros hogares y vidas y después de romper
el ayuno el día la Navidad con la comunión del precioso Cuerpo y Sangre de
nuestro Señor JesuCristo podamos sentarnos juntos a la mesa para celebrar cion
verdadera alegría su nacimiento. Sólo así podremos verdaderamente llamarnos
cristianos ortodoxos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario