Domingo del Fariseo y el Publicano
Acordaos del fariseo y del publicano. El fariseo tenía obras, pero también mucho orgullo. El publicano tenía pecados, pero tenía reconocimiento de sí mismo, humildad y quebrantamiento del corazón, -que es lo más importante que el Cristo Dios pide del hombre-, por eso se salvó. ¡Habéis visto en un icono, cómo lo tienen al fariseo! Indicando con el dedo al publicano: «¡no soy como éste…! » El pobre publicano se escondía detrás de una columna. ...No tenía valor de mirar alrededor suyo. ¡Y el fariseo indicó a Cristo Dios donde está el publicano! ¿Lo veis? ¡Es como si el Cristo Dios no supiera que era publicano! El fariseo hizo todo típicamente, pero todo se perdió. ¡Veis lo que hace el orgullo! Cuando un hombre tiene pecados y no tiene humildad, entonces tiene los pecados del publicano y el orgullo del fariseo. “¡doble… carismas o dones!”
San Paísios el Aghiorita
No hay comentarios:
Publicar un comentario