miércoles, 3 de abril de 2019



CRISIS
Aún no hemos salido de una crisis y ya hay otra que se avecina, más la crisis económica no es la más grave que sufrimos en estos ti. Si miramos la Historia, es un cementerio de civilizaciones que han desaparecido y que nadie ya se acuerda de ellas gracias a los nuevos sistemas educativos.
empos. La peor de las crisis es la espiritual que está destruyendo los cimientos de nuestra civilización. Claro que podemos seguir engañándonos y creer que el desarrollo de nuestra sociedad no tiene fin y que siempre marchará hacia delante. Si quieres seguir ciego, no hay problema, camina con los ojos vendados hasta que caigas al precipicio

Sufrimos, porque en el lugar de Dios, nos hemos puesto a nosotros mismos. Hemos sustituido el matrimonio con un acta notarial, o simplemente con la cohabitación. Se suprime la familia; ya no hay padre y madre, hay progenitores; el hombre según las feministas rabiosas es malo, malo, malísimo y las leyes se cargan la igualdad necesaria ante la Ley; el aborto se practica libremente hasta casos aberrantes como que en Nueva York se puede abortar hasta el mismo momento antes del parto, monstruosidad que celebraron hasta el paroxismo como la culminación de lo que llaman un derecho y que es la peor de las abominaciones. Suprimimos las relaciones y en el lugar del otro colocamos la televisión o el móvil. Confundimos lo espiritual con lo psíquico, el Domingo ya no es el día del Señor, es “mi” día, porque solo existimos nosotros para nosotros mismos. Quitamos a Cristo y en su lugar ponemos nuestras pasiones, que en vez de combatir, adoramos convirtiéndonos en sus esclavos.
Que cierto es lo que decían los santos padres de Athos: La gran crisis que hay en nuestra sociedad es espiritual. La gran crisis es que no nos arrepentimos; es que el pecado ha metastizado como un cáncer maligno nuestra alma, espíritu y cuerpo; es que el hombre se ha alejado de Dios y ha abandonado los valores morales.


La única solución es la de la parábola del hijo pródigo: “Sí, me levantaré y volveré hacia mi Padre”

No hay comentarios: