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| Reliquia de San Judas Tadeo, Parroquia Ortodoxa de San Andrés y San Nicolás Alicante |
Durante el confinamiento, se elevaron continuamente preces a la Madre de Dios a San Jaralambos, a San Sebastián y otros poderosos intercesores en casos de epidemia. Ahora, en medio de tantas necesidades y problemas como nos acucian, hemos de seguir pidiendo la intercesión de los Santos ante Dios.
En Atenas, en el monte Licabetos está la iglesia de San Isidoros, famosa por los milagros que realiza la Santa Cruz. Allí también es venerado el icono y la reliquia de San Judas Tadeo. Los fieles acuden a la Iglesia, veneran la Santa Reliquia y hacen la oración al que es protector en medio de las necesidades.
En La parroquia podremos venera una reliquia de San Judas todos los sábados después de las vísperas y rezaremos la misma oración que allí se hace. Que San Judas Tadeo, el hermano del Señor, interceda siempre por nosotros ante Él.
ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO
Oh San Judas Tadeo, hermano de nuestro Señor Jesucristo, Apóstol y Mártir glorioso, radiante en virtudes y poderoso en milagros, fiel y rápida ayuda de los que te veneran y confían en ti, mira con benevolencia a los que hoy acudimos a ti pidiendo tu intercesión. Has obtenido de Dios el don de ayudar a los que han perdido toda esperanza están al borde de la desesperación, por eso te pido que mires mi situación, mi vida es una vida de sufrimiento, mis días están llenos de dolor y los problemas me acucian. Mi alma es un mar de amargura, mis caminos están llenos de espinas y no paso un solo momento sin suspiros y lágrimas. Me tienta la desesperanza y me parece que la divina providencia me ha abandonado. Mi alma se llena de oscuridad, mi fe vacila, mi corazón se debilita y la desesperación se arrastra hacia mi alma queriendo apoderarse de mí. Oh Santo Apóstol, no me abandones en este estado, escucha la oración que te hago. Date prisa y ven en mi ayuda, no permitas que quede avergonzado por poner en tu intercesión mi confianza. Tú que estás ante el trono de Dios, junto al coro de los Apóstoles intercede raudo por mí ante el que es Dios de infinita compasión y ternura y así pueda alegrarme y proclamar el poder de tus suplicas ante Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
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