sábado, 17 de mayo de 2008

4º Domingo después de Pascua , Domingo del Paralítico



Este día, recordamos el milagro que realizo Nuestro Señor Jesucristo, a un hombre que sufría de parálisis desde hacía 38 años. “Había allí, junto a la Puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzata. En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años.” .(Juan 5:2-5) Este fragmento del Evangelio nos ubica en el lugar y la particularidad de éste estanque que curaba cuando sus aguas se agitaban, a la primera persona que entrase en él.(Juan 5:7) “Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: --¿Quieres quedar sano? --Señor --respondió--, no tengo a nadie que me meta en el estanque”.(Juan 5:6-7) Notemos la fe, paciencia y mansedumbre de este hombre, que no se quejo al no haber recibido ayuda durante tanto tiempo para poder curarse. Pero el Señor con su gran misericordia le dice: Levántate, recoge tu camilla y anda(Juan 5:8) realizando un milagro más. Fe, esperanza, mansedumbre y arrepentimiento; éstas y otras aptitudes más, nos ayudaran a poder recibir la bendición y la gracia de nuestro Señor.

EXAPOSTELARIO

El Señor misericordioso, Amante de la humanidad, se detuvo en la Piscina de Betesda para curar las enfermedades, y encontró a un hombre paralítico desde muchos años atrás, y le dijo: “Levántate, carga tu camilla, y anda por rectos caminos.”


DOXASTICO

Oh Señor, la Piscina de Betesda no curó al paralítico, pero tu palabra sí lo renovó, sin que la prolongada enfermedad lograra ser un obstáculo, porque la acción de tu voz se reveló mucho más penetrante que su mal. Así descargó lo insoportable y cargó el peso de la camilla como testimonio de la abundancia de tu compasión, ¡Gloria a Ti!

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