jueves, 22 de octubre de 2009


Nunca dejan de sorprendernos estos catalanes con sus benditas ocurrencias que causan más compasión que espanto.

La noticia que se levantaba ayer en los medios de comunicación es que los miembros de algunas asociaciones de padres piden a la Generalitat un cambio de nombre para denominar "vacaciones de invierno" a las de Navidad y "de primavera" a las de Semana Santa. Dicen que así se evitarían referencias religiosas.

Claro porque hay que respetar a los niños que no son cristianos, no sea que les salga espuma por la Boca al saber que los días que no van a clase a finales de diciembre y principios de enero son porque se celebra el nacimiento de Jesucristo. Claro porque hay que ser plurales y eso de celebrar la Navidad y la Pascua es un carquerío de mucho cuidado y nosotros estamos por hacer el ridículo con la alianza de civilizaciones apoyando a dictaduras como Irán. Y claro no sea que alguno al hacer un Pesebre o Belén en el colegio y viendo al Niño Jesús entre pajas se confierta a la nefasta fe de los malditos cristianos. Vamos faltaría más!

Eso sí, luego celebraremos el fin del Ramadán y el nacimiento del profeta con grandes faustos porque entre 35 niños hay tres mulsulmanes.

Disparates de mentes desnortadas, y en ese respeto a las minorías ¿no se les ocurre pensar en los niños de este país que lo que quieren es celebrar la Navidad y el día de Reyes y que luego por Pascua sus padrinos les regalen las monas con el escudo del Barça? Y estos progres de pacotilla, que pasa que van a ir a trabar contentísimos el día de Navidad estando en el instituto hasta las siete de la tarde y cenando Special-K y pasando "dels canalons de la mare"? Anada ya!!!

Lo que le pasa a la pseudoprogresía de este país llamado España y al que pertenece Cataluña como una de sus regiones, es que desprecian profundamente los valores democráticos y lo único que pretenden es la instauración, a semejanza de las dictaduras que tanto aplauden y les gustan como la de Cuba, Irán, etc. del pensamiento único, de su pensamiento. Lo que ocurre es que les retuerce las tripas el ver que la historia de este país, su cultura y tradiciones, estan llenas de ese espíritu cristiano y de todo lo que supone el que celebremos el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo. Lo que asusta es que nadie reaccione contra tanto disparate y los padres de los alumnos catalanes no pongan en su sitio a esa minoría manipuladora que pretende meter al caganet, al pesebre y a la mona de Pascua en el armario de las constumbres malditas.

Y ahora que se vayan a Irán, a Egipto, o a Turquía y que le pidan a los moros que le cabien el nombre a la fiesta del cordero porque hay que respetar a las minorías cristianas, bueno eso sería fácil, ellos no tienen ya casi minorías cristianas, son tan democráticos que se los han cargado.

Sigan haciendo el rídiculo, que tristenmente nosotros seguiremos sonriéndonos con gran pena por sus esperpénticas propuestas.

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