Por Hierotheos Metropolita de Nafpaktos
Los Padres, al hablar de la Transfiguración de Cristo y participar de la gloria divina, hablan de la ascensión personal al monte de la visión de Dios. Es el grito constante de la Iglesia: "Haz que tu luz eterna brille también sobre nosotros pecadores." Y en una oración que se hace en las primeras horas del día sentimos la necesidad de pedir a Cristo: "¡Oh, Cristo, la luz verdadera, que illuminas y santificas a todo hombre que viene al mundo, que la luz de tu rostro se nos muestre a nosotros, para que podamos contemplar la luz inefable. "
En la Iglesia se habla de la evolución del hombre, no del simio al hombre, sino del hombre a Dios. Y esta "teoría eclesiástica" de la evolución que la Iglesia, nos da la comprensión de la vida, resolviendo todas las ansiedades internas y existenciales del hombre.
San Máximo el Confesor nos enseña que Cristo no se muestra a todos de la misma manera, a los principiantes se muestra en la forma de siervo, más para aquellos que están ascendiendo la montaña de la visión de Dios, Él se muestra "en la forma de Dios ".
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