Por desgracia hay muchos cristianos ortodoxos a los que les pica la curiosidad y tentados por el enemigo, caen en la trampa de consultar horóscopos como si estar bajo uno u otro signo del zodiaco fuera importante y decisivo en nuestras vidas. Esto es contrario totalmente a la fe ortodoxa y es un pecado directo contra Dios aunque nos parezca algo inocente.
Nuestras vidas están en manos del Señor y nosotros construimos nuestro futuro, no predestinados por ninguna constelación o astro. Si nuestro futuro es bueno o malo depende de nosotros mismos y de nuestras malas o buenas obras ayudados con la fuerza y la gracia de Dios.
El gran problema es que esos horóscopos, lecturas de cartas, brujas, hechiceras y magos aparecen en la televisión y demás medios de comunicación como si las mentiras que cuentan fueran una ciencia digna de crédito; aparecen anuarios con el horóscopo para cada día del año en los kioscos y se presentan ofertas para hacer la carta astral. Esto son prácticas paganas que nos separan de Dios, no existe la suerte, ni la fortuna, ni los planetas pueden regir nuestra vida, ni hay nada escrito en las cartas o los posos del té. Todo es inpiración del maligno para separar a los creyentes del verdadero camino que nos conduce a Dios.
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