Maxim, el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria, murió esta madrugada en un hospital público de Sofía, una semana después de cumplir los 98 años, según confirmaron a Efe fuentes de la clínica. Maxim, que estaba al frente del Sínodo ortodoxo del país balcánico desde 1971, estaba ingresado desde hace un mes por problemas de salud debido a su avanzada edad.
Ahora, el Santo Sínodo, formado por trece obispos, elegirá a un presidente interino que asumirá las riendas de la Iglesia Ortodoxa búlgara hasta que el Consejo Eclesiástico se reúna y designe al sucesor de Maxim, en los próximos cuatro meses.
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