Parroquia Ortodoxa de Alicante, Semana V de Cuaresma
Miércoles 9 de Abril: 19:30 h Vísperas
20:00 h Gran Canon de San Andres de Creta
20:00 h Gran Canon de San Andres de Creta
El miércoles de la V semana de Cuaesma sereza en las Iglesias Ortodoxas el Gra Canon de Arrepentimiento de San Andrésd e Creta. En este Canon se nos ofrecen par la reflexión los siguientes temas que nos ayudan a prerpararnos para la celbración de la Noche Luminosa de la Santa Pascua:
-Toma de conciencia de la propia pequeñez y temor de Dios o asombro del alma ante su grandeza
y su gloria; la nostalgia del paraíso perdido o de la condición originaria.
y su gloria; la nostalgia del paraíso perdido o de la condición originaria.
-“Nadie ha pecado más que yo” o el reconocimiento del propio pecado a ejemplo de David.
-Cristo liberador del pecado; la confianza y la humildad ante Cristo, Buen Samaritano, ante el Padre como el hijo pródigo, ante Dios como el publicano que implora misericordia, ante Jesús como la pecadora arrepentida o el buen ladrón.
-La ascesis o lucha contra los obstáculos que impiden que la vida nueva se desarrolle.
-Las lágrimas o la verdadera compunción.
-Buscar vivir una vida nueva, es decir, una vida de virtudes, de contemplación, transfigurada por Dios que es Vida y Amor.
Viernes 10 de Abril
19:30h Vísperas
20:00h Canto del Akathistos a la Santíima Theotocos.
El Akáthistos (a veces pasa al español como "acátisto") es el gran himno de la liturgia orodoxa que medita sobre el misterio de la Maternidad Divina.
Akáthistos (a =negativo, y kathistomai=sentarse) quiere decir "no sentado". Se le llama así porque, a diferencia de otros himnos en la liturgia bizantina, se canta y escucha de pie como el Evangelio en señal de especial reverencia, ocupa un lugar privilegiado y goza de su propia fiesta: el quinto sábado de cuaresma, llamado precisamente por eso sábado de Akáthistos.
Es un himno de acción de gracias. La ciudad de Constantinopla, consagrada a María, cuando se veía asediada por los bárbaros recurría a su protección; y le daba gracias con vigilias y cánticos en su honor. Según el relato del Sinaxario, el Akáthistos habría tomado su nombre de las celebraciones nocturnas de agradecimiento a María: "Celebramos esta fiesta en recuerdo de las prodigiosas intervenciones de la Inmaculada Madre de Dios".
Como recuerdo de estas liberaciones de Constantinopla, que todos atribuían a la Virgen, quedó la solemne introducción al Akáthistos (probablemente del S.VIII):
"¡A la invicta enerala el himno de victoria! Liberada de cruel desventura,este canto de gracias a ti te dedico, yo, tu ciudad,¡Oh Madre de Dios!Tú, que gozasde un poder invencible,líbrame de toda clase de peligros,para que te aclame:¡Salve, Virgen y Esposa!"
Cuando en 1453 el imperio bizantino cayó bajo los turcos, no se derrumbó esta confianza, sino que se elevó al orden de la gracia: el patriarca Jorge Scholarios decía a María que ya no la importunarían para que salvase a la ciudad, pero que les conservase siempre en la fe de los padres. El Akáthistos sigue siendo el testimonio seguro de la fe.
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