Son muchas las Reliquias que antes pertenecían a la Iglesia Ortodoxa y que después del saqueo de Constantinopla por los cruzados pasaron a Francia. El P Nicholas Nikichine ha estado investigando muchas de estas reliquias y una de las que presenta más pruebas históricas a su favor es la de la cabeza de San Juan Bautista que se guarda en la catedral de Amiens.
En Amiens se guarda la parte delantera del cráneo, los huesos correspondientes a la cara menos la mandíbula inferior, mientras que en la Santa Montaña de Athos se guarda la parte superior del cráneo.
La reliquia de San Juan Bautista fue obtenida por los franceses después del saqueo de Constantinopla en 1204. Los cruzados a parte de buscar los tesoros que tenía la ciudad, se dedicaron a robar sistemáticamente los relicarios de las innumerables iglesias y monasterios de la ciudad. Hay que pensar que dentro de los cruzados se encontraban numerosos obispos y sacerdotes franceses, alemanes, e italianos que después de robar las reliquias enriquecieron con ellas sus catedrales e iglesias en sus países de origen.
Ahora bien, aunque nos pese el saqueo de la Ciudad y nos pese más el hecho de que este saqueo fuese perpetrado por cristianos, ¿qué hubiese sucedido si las reliquias hubiesen permanecido en Constantinopla y hubieran sufrido el asalto posterior de los turcos infieles? Se hubieran perdido para siempre o se encontrarían en un museo sin que se pudieran venerar como ocurre con el brazo del mismo Precursor que se encuentra en el museo Topkapi.
Aunque muchas se perdieron en la nefasta Revolución Francesa en la que miles de cristianos romanos fueron asesinados, son muchas las que han llegado a nuestros días: la Corona de Espinas que está en Notre Dame de París o el Velo de la Madre de Dios en Chartres.
Muchos franceses, desconocen hoy la existencia de estas Santas Reliquias en Francia pero ahora son muchos los ortodoxos que se acercan hasta Amiens para poder venerar la reliquia de la Cabeza de San Juan Bautista el siete de junio de cada año. Según los estudios realizados hay argumentos muy positivos a favor de la autenticidad de la Reliquia de Amiens. El estudio hecho a la misma por una comisión científica confirma que se trata de el hueso facial sin la mandíbula inferior de un hombre de origen mediterráneo de 30 a 45 años. Al estudiarla se encontraron con que había un agujero causado por un antiguo instrumento afilado , justo en la parte inferior de la frente. Según la tradición ortodoxa, sabemos que después de su decapitación, Herodías apuñaló la cabeza cortada del Precursor con su cuchillo, como venganza por la denuncia de su matrimonio ilegítimo. Aunque esto no era tan importante para los científicos, tenemos este argumento a partir de nuestra propia tradición, junto con otros argumentos históricos y antropológicos de la autenticidad de la reliquia. Al final cuando alguien nos pregunta si en definitiva podemos estar seguros la contestación siempre es la misma: Está la fe.
Desde luego es la Iglesia la que puede autorizarnos a venerar estas Reliquias que se encuentran en manos de los papistas. No sabemos porque Dios permitió determinadas cosas en el pasado y cuan es su plan para el futuro.
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