En monasterios y catedrales episcopales, se oficia la Santa Liturgia en cada día. En las iglesias parroquiales, la Santa Liturgia se realiza únicamente en domingos y días festivos, y entre semana se oficia sólo cuando es necesario, especialmente los sábados, cuando se hace el “Parastás” (en memoria de los difuntos).
En cuanto a la hora en que debe empezar la Santa Liturgia, según la antigua tradición de la Iglesia, es la hora tercera del día, que corresponde a las 9 de la mañana, según nuestra numeración, de acuerdo al momento en el que Nuestro Señor fue clavado en la cruz (Marcos 15, 25) y cuando el Espíritu Santo descendió sobre los Santos Apóstoles. De ser necesario, se puede oficiar más temprano o más tarde, pero siempre antes del mediodía.
La excepción a esta regla se hace únicamente en determinadas festividades reales, como en Pascua, Navidad (no en todas partes) y en algunos lugares, al celebrarse la Epifanía, cuando la Santa Liturgia se oficia más temprano por la mañana.
¿Hay días en los que no se realiza la Santa Liturgia, ni siquiera en monasterios?
Sí. En aquellos días en los que el “Typikon” y los libros litúrgicos establecen ayuno completo, hasta la tarde, como por ejemplo:
a) Viernes Santo (siendo un día de tristeza y ayuno completo, recordando el que Nuestro Señor fue crucificado y sepultado)
b) Lunes y martes de la primera semana del ayuno de Semana Santa (siendo los primeros días de Semana Santa, se hace también ayuno completo).
c) Miércoles y viernes de la semana previa al Ayuno Mayor.
d) Viernes previo a la Navidad y a la Epifanía, cuando estas dos festividades caen domingo o lunes (porque entonces se ayuna)
(Traducido de catehism.ortodoxiatinerilor.ro)
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