sábado, 30 de enero de 2016

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Acatisto a nuestro Padre San Antonio el Grande
 

Contaquio I

Taumaturgo elegido y grandioso siervo de Cristo, venerable padre San Antonio. Venerando humildemente tu vida agradable a Dios, ofrecemos a Dios himnos de agradecimiento por ti. Tú que confiaste plenamente en el Señor, libra de todo peligro a los que con devoción te claman: ¡Alégrate, venerable padre San Antonio, fundador de la vida en el desierto!

Ikos I

Amaste la vida angélica desde tu juventud y deseaste caminar en los mandamientos de Dios, oh venerable padre, y con celo por el Señor de los ejércitos, alzaste tu mente a lo divino, contando lo temporal y terrenal como pérdida. Por eso. Maravillados por la providencia de Dios en ti, con fe te clamamos:

Alégrate, digno hijo de padres devotos.
Alégrate, pues creciste en la piedad.
Alégrate, pues seguiste a Cristo desde tu juventud.
Alégrate, pues valoraste la vanidad terrenal como nada.
Alégrate, trabajador ferviente de la viña de Cristo.
Alégrate, maestro de los habitantes del desierto.
Alégrate, pues deseaste la salvación para todos.
Alégrate, pues mostraste el verdadero camino monástico.
Alégrate, lámpara que iluminas con el fuego divino.
Alégrate, roca inquebrantable de la fe en Cristo.
Alégrate, pues resplandeces con la gracia del Espíritu Santo.
Alégrate, pues fuiste coronado con las obras excelentes.
Alégrate, venerable padre San Antonio, fundador de la vida en el desierto.

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