sábado, 30 de enero de 2016

ZAQUEO

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Hermanos míos,
 
El caso de Zaqueo es el modelo o prototipo de conversión de cada hombre. De esta conversión podemos sacar las siguientes conclusiones:
 
1. Para la conversión del hombre de pecador a hombre piadoso y creyente, es indispensable la divina gracia y el consentimiento del hombre.
 
2. Cuanto el hombre no abandona su costumbre pecaminosa, tanto tarda proceder la gracia divina en su admirable obra. Cuanto el hombre se aleja y niega el pecado y no lo consiente, tanto más se acerca y le ocupa la divina gracia.
 
3. Sólo el Cristo tiene la fuerza de fundir la dureza de las almas humanas, hacerlas sensibles y receptivas del amor divino. Confiemos, pues, en Él también nuestra conversión de modo que lo único que deseemos y anhelemos sea la presencia del Señor en nuestra vida y en nuestra alama.

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