Por desgracia la situación continúa muy mal en Irak para los cristianos. Estos que ahora son expulsados son los descendientes de los asirios que recibieron el cristianismo ya en el siglo III después de Cristo. Son por lo tanto una de las comunidades cristianas mas antiguas. Esta Iglesia floreciente que dio personajes de la talla de San Efrén el sirio ha sido mermada desde la llegada del islam. Son los descendientes de los que han sufrido vejaciones y opresiones sin fin durante muchos siglos. Prefirieron seguir en la tierra de sus antepasados regándola con la sangre de los mártires que desde entonces hasta hoy han sido asesinados por el hecho de ser cristianos y confesar a Cristo como verdadero hombre y verdadero Dios. A estos que tiene que huir de sus casas, a los familiares de los muertos, a los que sufren por la intolerancia fanática de los islamistas, sólo les queda la esperanza de las palabras del Apóstol Pablo:
"Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David. Éste ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna.
Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo."
Cristianos expulsados de Mosul
Apenas 500 personas conforman una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, en la actualidad duramente perseguida
Apenas 500 personas conforman una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, en la actualidad duramente perseguida
La comunidad cristiana de Mosul (Irak) ha quedado reducida a cerca de 500 miembros a causa de la persecución que está sufriendo en las últimas semanas. Si los ataques continúan, podría extinguirse una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo. Antes del inicio de la guerra, los cristianos en Mosul alcanzaban el número de 25.000.
Los últimos informes a los que ha tenido acceso Ayuda a la Iglesia Necesitada confirman que los cristianos siguen huyendo de Mosul, en un éxodo que pueden haber protagonizado cerca de diez mil cristianos iraquíes en el último mes. El hostigamiento sobre esta comunidad ha supuesto la muerte de al menos 15 cristianos y la destrucción del hogar de varias familias que se han negado a abandonar la ciudad.
En medio de esta situación, Ayuda a la Iglesia Necesitada suministrará alimentos, mantas y asistencia médica a la población desplazada, especialmente en la zona de Nínive. La acogida que han prestado a los refugiados familias de aldeas y ciudades cristianas próximas a Mosul han evitado una crisis humanitaria aún mayor. También los salones parroquiales, los colegios, centros de pastoral y otras infraestructuras eclesiales se han habilitado como alojamientos de emergencia para los desplazados.
Esta tragedia -que recuerda la situación de los cristianos en los primeros siglos- comenzó justo después de la caída de Saddam Hussein en el 2003. Miles de cristianos y de kurdos musulmanes han sido perseguidos, asesinados, secuestrados, obligados a abandonar Mosul. Ya queda menos de un cuarto de la población cristiana de otros tiempos.
Las amenazas, las sanciones, las discriminaciones, la propaganda islámica en las escuelas, las pintadas en las paredes, han llevado incluso a los musulmanes moderados a no defender ya de la intolerancia a los cristianos.
Esta tragedia -que recuerda la situación de los cristianos en los primeros siglos- comenzó justo después de la caída de Saddam Hussein en el 2003. Miles de cristianos y de kurdos musulmanes han sido perseguidos, asesinados, secuestrados, obligados a abandonar Mosul. Ya queda menos de un cuarto de la población cristiana de otros tiempos.
Las amenazas, las sanciones, las discriminaciones, la propaganda islámica en las escuelas, las pintadas en las paredes, han llevado incluso a los musulmanes moderados a no defender ya de la intolerancia a los cristianos.
Lo que sucede en estos días es fruto de un largo silencio del primer ministro irakí y de su gobierno de Bagdad, incapaz de parar la oleada de violencia contra los cristianos. Lo que sucede en estos días es su responsabilidad, sin olvidar las responsabilidades de las Naciones Unidas. Lo que sucede en Mosul tiene lugar ante sus ojos: los terroristas asesinan, ponen bombas en las casas y en las iglesias, arrojan fuera a los cristianos sin que las autoridades de Mosul hagan el mínimo gesto en defensa de aquellos cuya única culpa es sólo la de ser discípulos de Jesucristo.
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