viernes, 18 de marzo de 2011

18 de marzo: San Nicolás de Zicha

San Nicolás de Zicha, "El Crisóstomo Serbio" nació el 4 de Enero, 1881 en la ciudad de Lelich al oeste de Serbia. Sus padres eran Dragomir y Katerina Velimirovich y vivían en una finca donde criaron una familia grande. Su madre piadosa tuvo una influencia enorme en su desarrollo espiritual y enseñándole con palabras y especialmente por ejemplo. Cuando todavía era un niño pequeño iba caminando tres millas al monasterio Chelije con su madre para asistir los servicios.

Era un niño enfermizo y de adulto no era muy fuerte. Cuando fue a la academia militar fracasó en los requisititos físicos. Sin embargo por sus calificaciones excelentes, pudo entrar en el seminario de San Sava en Belgrado, aunque todavía no había terminado con sus estudios preparatorios.

Se graduó del seminario en 1905 y obtuvo un doctorado de la Universidad de Berne en el año 1908 y en el Colegio del Rey, en Oxford, en el año 1909. Cuando volvió a Serbia cayó enfermo con disentería. El se comprometió a dedicarse servir a Dios por toda la vida si recuperaba. Recibió la tonsura monástica en el monasterio Rakovica el 20 de diciembre, 1909, y fue ordenado al sacerdocio.

Se fue a Rusia para estudiar en el año 1910 y prepararse para ser maestro en el seminario de Belgrado. En la Academia Teológica de San Petersburgo el Preboste le preguntó porque había venido. Contestó, "Quiero ser un pastor. Cuando era joven, cuidaba del rebaño de mi padre. Ahora que soy hombre, quiero cuidar del rebaño racional de mi Padre Celestial. Creo que ésta es la manera que me ha sido revelado". El Preboste sonrió y aceptó su respuesta con gusto, entonces lo llevo a su cuarto.

Cuando terminó con sus estudios volvió a Belgrado para enseñar filosofía, lógica, historia, e idiomas en el seminario. Podía hablar siete idiomas, algo que resulto ser útil para el resto de su vida.

San Nicolás era renombrado por sus sermones. Nunca duraron por más de veinte minutos y se concentraban en tres puntos. Enseñaba la teología de la Iglesia con un lenguaje que la gente podía entender y que los inspiraba a arrepentirse.

Al principio de la Primera Guerra Mundial, mandaron al Archimandrita Nicolás a Inglaterra en una misión diplomática para tratar de conseguir ayuda para los Serbios contra Austria. Por su doctorado de Oxford lo invitaron hablar en la abadía de Westminster. Se quedó en Inglaterra por tres meses, pero dejó una impresión duradera con los que le escuchaban. Específicamente sus escrituras sobre "Los Mandamientos del Señor" y "Meditaciones sobre la Oración del Señor" impresionaron a muchos en la Iglesia de Inglaterra.

Archimandrita Nicolás se fue de Inglaterra y a los Estados Unidos, donde fue un embajador bueno para su país y su Iglesia.

El futuro Santo  regreso a Serbia en 1919, donde lo consagraron como el Obispo de Zicha. Después lo transfirieron a Ohrid. El jerarca ayudaba a los que sufrían de los estragos de la guerra estableciendo orfanatos y ayudando a los pobres.

El Obispo Nicolás tomo el mando de Bogomljcki Pokret, un movimiento popular para el despertar religioso que animaba a la gente a orar y leer la Biblia. Bajo la dirección del Obispo, el movimiento contribuía al crecimiento de los monasterios. Restauraron a los monasterios, algo que revitalizaba la vida espiritual de la gente Serbia.

En el 1921, invitaron al Obispo Nicolás a visitar los Estados Unidos y pasó dos años en América como un Obispo misionero. Dio mas de 100 charlas en menos de seis meses para recaudar fondos para sus orfanatos.

Cuando Alemania invadió a Yugoslavia el 6 de abril, 1941, el Obispo Nicolás fue un crítico valiente denunciando a los Nazis, y por eso fue detenido y recluido en el monasterio Ljubostir Vojlovici. En el año 1944 mandaron al Obispo Nicolás y el Patriarca Gavrilo al campo de muerte en Dachau. Allí fue testigo de muchas atrocidades y él mismo fue torturado. Las tropas Americanas liberaron los prisioneros en Mayo de 1945. El Patriarca volvió a Yugoslavia, pero el Obispo Nicolás fue a Inglaterra.

El líder comunista Tito subió al poder en Yugoslavia. Perseguía a la Iglesia y aplastaba a la gente que se le oponía. Por esta razón el Obispo Nicolás creía que podía servir mejor a los serbios en la diáspora. Se fue a América en 1946 y mantenía un programa riguroso a pesar de sus problemas de salud que fueron exacerbados durante su tiempo en Dachau. Enseñó por tres años en el seminario de San Sava en Libertyville, IL, y después se ubico en el monasterio de San Tijon en 1951 en South Canaan, PA.

Fue profesor en San Tijon y sirvió como decano y párroco del seminario. También fue orador invitado al seminario de San Vladimiro en Nueva York y al monasterio de la Santísima Trinidad en Jordanville, NY.

El Sábado, el 17 de Marzo, 1956, sirvió su última Liturgia. Durante la trapeza dio una charla corta. Cuando se iba, se inclino y dijo, "Perdónenme hermanos". Fue algo inusual que no había hecho antes.

El 18 de Marzo, 1956 San Nicolás durmió en el Señor quien sirvió su vida entera. Lo encontraron por la mañana arrodillado en la posición de oración. Lo enterraron en Libertyville, IL, aunque el santo había dicho que deseaba ser enterrado en su patria. En Abril de 1991 trasladaron sus reliquias al monasterio de Chetinje en Lelich, justo al lado de su amigo y discípulo el Padre Justin Popovich (+1979).

Los ortodoxos de habla inglesa están familiarizados con, "Prólogo de Ohrid", "La Vida de San Sabas, una antología de la Espiritualidad Serbia", y otras obras que benefician a toda la iglesia. El pensaba que sus obras escritas eran sermones mudos dirigidos a las personas que nunca iban a escucharlo predicar. El Espíritu Santo brillaba en todas partes de su vida y en todas sus obras, aunque por su humildad el santo se consideraba el menos entre los hombres.

San Nicolás tiene importancia universal para los Ortodoxos en todo el mundo. Era como una lámpara sobre el candelero que alumbra a todos (Mateo 5:15). Era un guía espiritual y un maestro con una personalidad cautivadora que atraía a muchos. El amaba a todos, y veía el imagen de Dios en cada persona que conocía. Poseía un amor especial por los niños, quienes se apresuraban para recibir su bendición cuando lo veían en la calle.

Era un hombre de reparo y poseía el don de lágrimas, algo que purifica el alma (San Juan Clímaco, Escala, Escalón 7). Era un pastor verdadero y protegía a su rebaño de los lobos espirituales, guiándolos en el camino de la salvación. Nos dejó mucha literatura que trae beneficio al alma, literatura que proclama la verdad de Cristo al hombre moderno. En las escrituras exhortaba a la gente que amara a Dios y que llevaran una vida virtuosa y santa. Que nosotros también seamos capaz de alcanzar el reino de los cielos por las oraciones de San Nicolás, y por la gracia de nuestro Señor Jesucristo, a quien pertenece toda gloria eternamente. Amen.

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