martes, 20 de julio de 2010

FIESTA DEL GLORIOSO PROFETA ELÍAS EL TEBISITA


El domingo pasado se celebraba en la Bolivia de Evo Moralesun gran culto a la Pacha Mama en medio de nubes de copal y hojas de coca. Es precisamente en este país andino donde más se mezclan los antiguos cultos paganos de los aimaras con el cristianismo y más ahora que su presidente los fomenta como una especie de religión oficial. Pero este culto a la pacha mama no es más que una de las manifestaciones de los cultos a gaia tan queridos para la new age y que de forma cubierta o manifiesta se extienden por todo el orbe.

Si hay hombres que quieren adorar a la tierra pues bueno, libertad religiosa hay. Si hay quienes quieren considerar nuestro planeta como un ente o ser vivo, no le faltaran libros en las librerías para profundizar en el tema. ¿Pero puede un cristiano meterse en estos berenjenales? Pues no y aquí viene el quid de la cuestión pues acompañando a los sacerdotes aimaras en sus ofrendas de copal estaban ministros de diferentes confesiones cristianas. (queden tranquilos los ortodoxos que por allí no hay muchos de los nuestros y no me pareció ver ninguna eskufia). De todas formas ya me dirán ustedes que hace un ministro cristiano en semejante festival. Y luego todos felices se fueron a la catedral a cantar el himno de nuestro padre San Ambrosio de Milán.

Bueno, pues no es más que un ejemplo del gazpacho religioso tan de moda y ahí tienes a los anglicanos participando en los cultos de Brigit, a las monjas americanas danzando en honor de la diosa madre, etc. etc, (por cierto es bastante divertido ver los videos tan coloristas que aparecen en You Tube) Más o menos como si el archimandrita Nectario de Aghia Kateriní de Tesalónica le diera por ir a Delfos a aspirar los efluvios del laurel quemado en honor a Apolo, o a abba Antonios de San Marcos de Alejandría se le ocurriese coronar con flores las imágenes del buey Apis.

Aquél que se llame cristiano y en este caso hasta me va a dar igual que sea ortodoxo, católico-romano, anglicano o luterano, solo puede adorar al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin dejar ni el espacio que ocupa un pelo para otros dioses, diosecillos, entes o ectoplasmas naturales o sintéticos y que en la Sagrada Escritura aparecen descritos como espíritus inmundos o simplemente como la nada más absoluta. Precisamente la Sagrada escritura está plagada de textos que condenan claramente la participación de un cristiano en cualquier tipo de ceremonia pagana.

Bueno, bueno, padre, pero nosotros somos piadosos cristianos ortodoxos. Si, claro, pero precisamente muchos piadosos cristianos ortodoxos no tienen reparos en disfrazar a sus hijos para participar en el Hallowen y muchos cristianos piadosos y ortodoxos se van a los rituales de la noche de San Juan a saltar hogueras y bañarse, eso sí, sin buscar mucha fertilidad porque las cosas no están para ir aumentando los índices de natalidad y así podríamos seguir con un largo etc.

Una cosa es respetar las religiones paganas, eso sí con afan misionero para iluminarlos con la luz verdadera del Evangelio, y otra muy distinta es participar en sus cultos aunque sólo sea como una expresión progre de la “unidad en la diversidad” o más progre todavía “la alianza de las civilizaciones”. Claro pero es que el Apóstol San Pablo, era muy poco progre, ya le gustaría a más de uno/a borrarlo del Santoral, y en su carta a los de Corinto, nos recuerda: “¿Qué concordia entre Cristo y Belial? ¿Qué parte del creyente con el infiel? ¿Qué concierto entre el templo de Dios y los ídolos?” (2ª Cor 15,16). Hoy se preguntaría: “Qué concordia entre Cristo y la Pachamama? ¿qué parte el cristiano con el pagano? ¿qué concierto entre el templo cristiano y los ídolos?".

Precisamente la fiesta que celebramos hoy es la que ha motivado esta reflexión. El Glorioso Profeta Elías denuncia la infidelidad del pueblo de Israel, que abandonando la Alianza pactada con Dios en el Sinaí, corre tras los Baales porque en aquella época era el dios de moda en la zona y por supuesto era mucho menos exigente y celoso que el Dios de los Ejércitos. La cuestión es que cuando los sacerdotes de Baal, el dios de las moscas, se ponen a gritar delante de él, cuando ya hartos de gritar se empiezan a cortar y a mutilarse, pidiéndole el fuego que no los dejase en ridículo ante la asamblea de Israel, la respuesta es el más absoluto de los silencios. Y es que la nada no puede contestar, una piedra no puede dar ni vida, ni salud, ni prosperidad y de la muerte sólo sale muerte. Que estos pobres le griten a la Pacha Mama, que los otros le griten a los dioses y diosas celtas, a Shiva, Visnú y Brahma, que griten y se desgañiten, solo habrá silencio, un silencio espeso de muerte.

El Santo Profeta Elías, estaba bien seguro de lo que hacía y mandó regar tres veces con el agua de cuatro cantaros el sacrificio que había dispuesto encima de las doce piedras que representaban a cada una de las tribus de Israel. No necesitó realizar ningún aspaviento. La fe era el mejor aval de su oración: "Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que Tú eres Dios en Israel y que yo soy tu servidor y que por orden tuya he ejecutado toda estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, y que todo este pueblo sepa que Tú, Señor, eres Dios que conviertes sus corazones." (IRe 18, 36-37) Y Dios escucho las palabras que con fe brotaron del corazón de Elías y envió fuego del cielo que devoró el sacrificio, el altar y el agua con que había sido mojado.

No nos queda más que como Elías decirle a los sacerdotes, sacerdotisas, druidas y druidesas y demás comparsas lo que él les decía con humor socarrón a los adoradores del “señor de las moscas”: "¡Gritad más alto, porque es un dios; tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará en camino; tal vez esté dormido y se despertará!" (I Re 18, 27)

Pidamos al Profeta Elías en este santo día de su fiesta que nos libre de la tentación de correr tras el culto fácil de los falsos dioses que no son más que hechura de manos humanas. Que por su intercesión nos veamos afianzados en la única y verdadera Fe Ortodoxa y no libre con su espada de todos los enemigos visibles e invisibles. Amén.
¡Feliz fiesta!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy Boliviano, vivo en la ciudad de La Paz y dejeme decirle que yo no estoy deacuerdo con las festividades inter-reliosas que el presidente Morales hace aquí, yo creo que usted deberia venir aquí o la Iglesia Ortodoxa deberia enviar a alguien a Bolivia para evangelizar y enseñar al presidente y a algunos el correcto y "ortodoxo" cristianismo y dejeme agregar que en Bolivia en Santa Cruz hay una iglesia Ortoxa Copta, osea que si hay presencia ortodoxa aquí.