miércoles, 3 de junio de 2009

Ante las próximas elecciones al Parlamento de la UE


Son muchos los que han pedido consejo ante las cercanas elecciones del 7 de Junio para el Parlamento de la UE. Como es evidente no voy a decir a nadie a que partido tiene que votar. Pero lo que si que me siento en la obligación de hacer es una reflexión que pueda orientar.

Lo primero es dejar claro que se ha de votar. Es un derecho del que no se ha de prescindir. Puede que algunos aduzcan que no les afecta lo que se decida en Europa y esto es un gran error. Las decisiones que se toman en Estrasburgo afectan a todos los ciudadanos de la Unión Europea hasta en detalles mínimos como puedan ser los kilos de pólvora que se han de disparar en las fiestas de Moros y Cristianos. Imaginad lo que sucede a otros niveles como son la concesión de subvenciones a la agricultura etc.

Así mismo la participación de los cristianos es cada vez más necesaria ante la ignorancia de algunos gobernantes que pretenden prescindir del origen cristiano de Europa y que nos quieren hacer creer que es un ente cuyo origen es el laicismo y el racionalismo. Europa es lo que es gracias al cristianismo y gran parte de la diferencia existente entre los distintos estados es fruto de su confesión cristiana.

Ahora bien, cuando los cristianos nos situamos ante los programas de los distintos partidos, ¿Cuál ha de ser el criterio que nos guíe en nuestro voto? Por su puesto, el criterio ha de ser nuestra fe.

Hay un error que espero y confío que no se extienda entre los ortodoxos y es el crear departamentos estancos en nuestra vida sin ningún nexo entre ellos como sucede en nuestra sociedad occidental. Dentro de estos departamentos existe uno que es la fe y la vivencia religiosa que algunos, cada vez menos, desempolvan el domingo mientras van a la iglesia y que luego el resto de la semana guardan hasta el domingo siguiente. Luego su fe no influye para nada ni en su trabajo, ni en sus relaciones, ni en su manera de ver la vida.

Esto es imposible para u cristiano de verdad y mucho menos para un cristiano ortodoxo ya que nuestra fe es vivida cada segundo de nuestra vida y es la luz que nos ilumina en todos los ámbitos de nuestra existencia.

¿Cómo ha de influir entonces en nuestra opción a la hora de votar? Lo primero que tenemos que hacer es tener presentes cuales son las propuestas de los diferentes partidos expresadas normalmente en los programas electorales que no suele leer nadie. En ellos viene reflejado claramente el ideario del partido y lo que hemos de hacer es ver en que concuerdan con nuestro único ideario que es aquello que nos dice la Fe que vivimos en la Iglesia.

Si hacemos este ejercicio veremos que hay partidos que se hayan a años luz de aquello que nos dice el Evangelio, de aquello que nos dice nuestra fe. Llegados a este punto esto ha de ser lo que nos oriente a la hora de depositar nuestro voto en las urnas. No nos hemos de dejar llevar por ideologías políticas sino por la única ideología que puede tener un Cristiano: Aquello que dice nuestra Fe Ortodoxa.

No podemos votar a partidos que lleven en sus programas propuestas que estén en contra de nuestra fe, que se declaren abiertamente ateos, que tengan en su programa una lucha abierta contra el cristianismo y que no duden en menospreciar sus símbolos sagrados, que está a favor del aborto, de l,os matrimonios entre personas del mismo sexo, de la eutanasia, de la familia de la cual afirman que es un resto de la sociedad patriarcal que se ha de abolir… Creo que esto no es posible porque en definitiva al dar nuestro voto a estos partidos estamos diciendo que apoyamos que nos gobiernen siguiendo estos criterios ya que cuando llegan al poder lo que hacen es cumplir con el programa que llevaban en las elecciones, o por lo menos eso es lo que dicen.

¿Qué pensaríamos si viésemos, por ejemplo, (y es sólo un suponer, pero a alguien tenía que citar) Al Patriarca Bartolomé de Constantinopla en una manifestación a favor de la eutanasia, o del aborto en la capital de la Unión Europea? ¿Qué pensaríamos de un cristiano ortodoxo que vota a favor de un partido que está a favor de la eutanasia, o del aborto?

Si llegado el caso, y después de una reflexión seria, no encuentras ningún partido que se adecue a por lo menos unos mínimos cristianos, vota en blanco, pero vota. Las elecciones son el Santísimo día de Pentecostés. Que el Espíritu Santo ilumine a todos los que participen en las elecciones para que su voto salga aquello es mejor para Europa y para los europeos.

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