viernes, 19 de junio de 2009

España otra vez de luto.


Hoy los asesinos de ETA han asesinado a un hombre, esposo y padre de familia. Su asesinato es fruto de la enfermedad ponzoñosa del nacionalismo que es capaz de poner una idea por encima del hombre y lo que es más grave por encima de Dios. El fin para ellos justifica los medios y el asesinato criminal está por encima de todo.

Supongo que algunos de mentes retorcidas, en algunas partes de España, se habrán alegrado. Tendremos que soportar ver como algunos políticos que pactaron con los terroristas salen en los medios para que los vean compungidos. Algunos terroristas, que ocupan puestos de gobierno en algunas regiones de España y que tienen las manos manchadas de sangre se alegrarán interiormente.

¿Qué se puede esperar de una sociedad que le ha dado la espalda a Dios? No temen el día del Juicio, porque aunque se libren del juicio de los hombres, no se librarán del juicio de Dios.

Espero y confío que sus compañeros sigan luchando contra estas bestias sin Dios que no respetan la vida, la libertad ni la democracia.
Mi madre conocía a la tía de Eduardo, era un año mayor que yo y algunos años veraneó en Alicante.

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