jueves, 3 de febrero de 2011

LA ORTODOXIA EN ESPAÑA E IBEROAMÉRICA

El Libro de los Santos Evangelios, en una edición cuidadísima a tres tintas, que tenemos encima de la Santa Mesa de nuestra Parroquia de Alicante viene de México. De allí vienen también muchos libros que son utilizados por los ortodoxos españoles y los CD con la música de la Liturgia, la Paraclesis de la Madre de Dios, de la Semana Santa... El calendario que está en las paredes de nuestras casas viene del Monasterio de san Antonio de Texas, monasterio fundado por monjes del Monte Athos, discípulos del Bienaventurado Geronta José el Hesicasta. La página mejor en contenidos, textos teológicos y litúrgicos, es la del siempre recordado Vladika Alejandro Milerant; México DF fue la sede del primer Obispo Ortodoxo español desde hacía mil años Monseñor Pablo Ballester, Mártir por la Fe Ortodoxa y cuya canonización estudia el santo Sínodo de Grecia. Cientos de estudiantes hispanoamericanos se preparan para el sacerdocio estudiando Teología en Tesalónica, un colombiano estudia en el seminario ruso de París. Cientos de Iglesias abiertas por toda América, cientos de miles de fieles alabandoa  Dios en la santa Fe Ortodoxa.

Y en Hispano América surge la pregunta inevitable: y ¿qué pasa en España? La Ortodoxia en España lleva presente ya varias décadas. Sobre todo a partir de la segunda mitad d ela década de los 90 han sido miles los ortodoxos que se han establecido en España provenientes de los países del Este de Europa, sobre todo de Rumanía. Hay presencia de las Iglesias de Constantinopla, Rumanía, Rusia, Ucrania dependiente de Constantinopla, Bulgaria, Georgia y Serbia. Dos osbispados, la Metropolis de Constantinopla y el Obispado de España y Portugal del Patriarcado de Rumanía Existen parroquias ortodoxas en todas las capitales de provincia y en muchos pueblos... Más ¿es posible en España el fenómeno que se está produciendo en Iberoamérica? Sólo Dios lo sabe, pero los datos hablan por si sólos.

¿Cuáles pueden ser las causas de que la Fe Ortodoxa no arraigue entre el pueblo Español? Es un gran misterio. En las conversaciones con el P Artemio y el Archimandrita Giorgios del Monasterio de Grigoriu en la Santa Montaña de Athos, les comentaba que había como un gran cristal entre los españoles y la Ortodoxia. Algunos se sentían atraidos, más cuando se acercaban había un tropiezo invisible que les impedía entrar.

¿Qué puede ser este cristal; cuáles son los impedimentos con los que se pueden encontrar; seremos el impedimento los mismos ortodoxos?

Uno de los grandes problemas es la división de la Ortodoxia en España. Nadie cede en la adminsitración de sus parcelas y no hay ninguna intención de crear una única jurisdicción, repitiendo en muchos casos los errores cometidos en otras partes como por ejemplo en Francia. La creación de una única jurisdicción haría que se uniesen fuerzas y hubiera la presencia de una Iglesia Ortodoxa de considerable importancia.

Los sacerdotes que han venido, lo han hecho con la intención de atender a los fieles de su nacionalidad, produciéndose situaciones tan lamentables que hay fieles de una jurisdicción en una ciudad que no asisten a la Iglesia que hay en ella ya que no es de su jurisdicción. Esto es también fruto de que en las parroquias nacionales se usa en la mayoría de las ocasiones exclusivamente la lengua de origen, lo que hace que fieles de otras jurisdicciones no entiendan nada de los oficios litúrgicos. Así mismo muchos sacerdotes aún después de estar muchos años en España tienen un conocimiento muy pobre del español al relacionarse sólo con personas de su nacionalidad lo que hace imposible que fieles de otras nacionalidades puedan por ejemplo pedir consejo o celebrar el sacramento de la Penitencia.

Al venir sólo a apacentar el rebaño que se les ha encomendado, no sienten la necesidad de salir a buscar a las otras ovejas que andan perdidas y en medio de la oscuridad del error. Esto viene también propiciado por la indeterminada indeterminación con la que es presentada la Iglesia Ortodoxa: "es lo mismo", "Catolicismo y Ortodoxia son casi iguales". Esto viene sostenido por la presencia en actividades ecuménicas por parte de los ortodoxos que viene a confirmar el error anterior.

Muchas iglesias ortodoxas se encuentran alojadas dentro de templos católicos por lo que se tiene mucho cuidado de no realizar ninguna actividad, ni decir nada que pueda molestar a los que hospedan, sobre todo la presentación de una clara eclesiología ortodoxa, y una predicación efectiva de las verdades de la Fe que se quedan diluidas en medio de la nebulosa de los políticamente correcto.

La falta de materiales en español y la dificultad para poder conseguir algunos que ayudasen a los españoles que quieren acercarse a la Ortodoxia a conocer la verdaera Fe, transmitida por los Apóstoles y que conserva en toda su pureza e integridad, nuestra Santa Iglesia, la única Iglesia de Cristo.

Todo esto hace que los españoles que pudieran estar interesados vean la Ortodoxia como una complicación del catolicismo, con ceremonias más hermosas, pero también más largas y todo se quede en un filoorientalismo o filortodoxismo, pero sin llegar más allá.

Más grave todavía es el hecho de que se esconda la lámpara debajo del celemín en vez de ponerla en lo alto de la sala para que ilumine a todos. Esto viene de la carencia de espíritu misionero que puede estar producido por un lado por la opinión de que de la misma maera que un ruso o un rumano son ortodoxos, un español o portugués han de ser católicos, no existiendo necesidad de que los españoles entren en la ortodoxia. Antye esta idea cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Es qué los Españoles no están necesitados de la salvación? ¿No tienen  derecho a conocer la verdaera Fe y entrar en la Iglesia de Cristo?

Son cientos de miles los que han abandonado en las últimas décadas el catolicismo romano, por muchos motivos y uno de ellos precisamente ha sido el proceso de protestantización que ha sufrido la iglesia romana, abandonando su culto secular, prácticas de piedad y espiritualidad. Sus sacerdotes se han convertido en muchos casos en profesores de religión y gestores de las ONGs en que se han convertido muchas de sus parroquias. Muchas de estas personas buscan con gran sed espritual las fuentes donde beber del Agua Viva, por el camino son muchos los que se pierden en las manos de las religiones orientales, pentecostalistas,evangelicos. No han encontrado una mano tendida que los sacase de las tinieblas de pelago para subirlos a la barca de la salvación.

Es un grave compromiso para todos nosotros que vivimos en este país: el anuncio de la verdad salvadora de Cristo, para que sean muchos los que conociéndola, se salven.


Su Eminencia el Arzobispo Metropolitano Atenágoras de México, es el Jerarca de la Metrópolis Griega de México, América Central, Colombia, Venezuela y las Islas del Caribe bajo el Omorfión del Patriarca Ecuménico. Este es un extracto de un texto en el que precisamente habla de la situación de la Iglesia Ortodoxa en Hispanoamérica.


Hace trece años, cuando se creó la Metrópolis de México con sólo tres sacerdotes y la misión de atender las comunidades de lengua griega de México, Panamá y Venezuela, nunca hubiera imaginado el milagro que se ha desarrollado en América Latina.


Todos vivieron el milagro de Cuba cuando Fidel Castro llevó a cabo la construcción del templo de San Nicolás de la Habana y recibió al Patriarca Ecuménico Bartolomé I que presidió la consagración de la nueva iglesia en enero de 2004.


Desde el año 2000 hemos experimentado un gran aumento de nuestra Santa Fe Ortodoxa en México, Colombia y Costa Rica.


Grecia vivió hace 2000 años su propio Pentecostés entrando dentro del cristianismo de la mano del apóstol San Pablo y los demás Apóstoles. Allí como dice el dicho popular, levantas una piedra y te encuentras la reliquias de un Santo y no sólo eso, está el ejemplo de tantos Padres iluminados por Dios y luchadores por la Fe Ortodoxa. Nosotros ahora en América Latina estamos viviendo nuestro Pentecostés y ahora salvo pequeñas minorías de lengua griega, la Ortodoxia está formada por hispanos y su lengua es el español.


Cuando hace seis años el Patriarca Ecuménico visitó Cuba para la consagración del templo de san Nicolás, sólo había cuatro cubanos y ahora son más de mil familias las que han sido bautizadas y han abrazado la Santa Fe Ortodoxa. Cada día aumenta el número de aquellos que quieren conocer la Ortodoxia. Hace seis años, con la inauguración de la Iglesia de San Nicolás, comenzó su camino aquel pequeño grupo. Ahora, con la ayuda de Dios y la labor incansable de cinco sacerdotes, un colombiano y cuatro cubanos, se ha realizado un trabajo misionero impresionante a pesar de todas las dificultades económicas y políticas y se abren iglesias en otras ciudades con la ayuda de Grecia que envía ayudas para poder dotarlas de lo necesario. Ahora necesitamos 35.000 euros para poder tener una iglesia y atender las necesidades de los neófitos. Confiamos y pedimos que Dios nos envíe un donante. Comfiamos en que lo hará.


En Colombia y gracias a una donante de la Asociación Misionera “San Cosme de Aetolia” se está construyendo el primer templo en la ciudad de Cucutá. Y ahora otro milagro: Guatemala…


Durante décadas, en todos los países de América Central y del Sur, innumerables grupos de personas que habían abandonado a Roma, estaban esperando el abrazo de la Ortodoxia. Uno de esos grupos llamó a nuestra puerta en Guatemala hace varios meses, pidiendo ser admitidos en la Ortodoxia. Hacía veinte años que habían establecido una iglesia no canónica sin saber muy bien que era lo que hacían y durante este tiempo habían intentado sobrevivir. Lo hacían de forma incorrecta y deseaban y anhelaban la Ortodoxia. Ellos sabían que en nuestra Iglesia es donde está depositada la verdadera fe. Veinte años después les llegó la plenitud, entrando en la Metrópolis del Patriarcado Ecuménico. Eran un grupo de más de 500.000 personas, con 338 iglesias y capillas, en montañas y llanuras e incluso en ciudades del sur de México. Entonces comprendí lo que dijo el historiador Steven Runciman cuando escribió que “el tercer milenio pertenece a la Ortodoxia.


Ahora se ha iniciado el camino de catequesis para estas personas, camino bendecido por Dios, para enseñarles lo que supone la Fe Ortodoxa para sus vidas y ayudarles a experimentar la propia resurrección. Así aprenderán y vivirán la verdadera adoración y después de ser bautizados y de haber recibido la Santa Crismación, participarán en los Inmaculados y Sagrados Misterios del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor y Redentor Jesús Cristo.


Para esta gran labor misionera en América Latina es necesario imprimir en Español miles de textos catequéticos para los fieles, así como formar maestros y catequistas para niños y adultos muchos de los cuales son analfabetos


Y esto es sólo el principio, la lucha ha comenzado. A pesar de los escasos medios a nuestro alcance contamos con la gracia y la fuerza de la presencia del Espíritu Santo que nos sostiene en nuestro trabajo por la Ortodoxia.

1 comentario:

Hieromonje Macario dijo...

Me identifico totalmente con este escrito por su valentía y su veracidad.