Todavía tengo clavados en los oídos los himnos de anoche que se prolongaron hasta bien entrada la madrugada.
En una larga procesión, cientos de personas hondeaban banderas y estandartes en medio de cánticos de victoria.
Corrían las libaciones, y de todas partes de la ciudad en medio de luminarias acudían al lugar elegido para celebrar la sinaxis…
Hermosa descripción que podría ser la de piadosos cristianos reunidos en vigilia nocturna para celebrar la solemne fiesta de la Ascensión. Pero no, no es así, ya que el que convoca es el dios futbol, el nuevo opio del pueblo que idiotiza, atonta y embrutece.
Mejor sería decir que se dedicaron ha fastidiar al prójimo, porque el futbol da derecho a todo, incluso a desvelar a base de tocar el pito.
Que la turba y sus banderas se desmandaron gritando y berreando a placer.
Que borrachos se dedicaron a destrozar el mobiliario urbano y una de las plazas emblemáticas de la ciudad se salvó por el despliegue de la policía nacional.
Padre, no va a verlo? No, pues mañana gane quien gane yo seguiré levantándome por la mañana, iré a la Iglesia rogando que por lo menos seamos tres para poder celebrar la Liturgia, la panadera me cobrará el pan, en el supermercado tendré que pagar, seguiré pasando un muy apurado fin de mes. Gracias a Dios pierdan o ganen, ganen o pierdan, hoy es la gloriosa fiesta de la Asunción del Señor y cuando llegue a casa me comeré, lleno de alegría, mi huevo pintado de rojo y mi trozo de Kosonac.
La pena es que miles de corazones no se alegrarán por esta fiesta, ni se alegran por la Salvación, ni se alegran por la promesa del Espíritu Santo; la pena son los miles de corazones vacíos, cerrados a Dios; la pena es que los nuevos templos sean los campos de futbol en los cuales domingo tras domingo, se reúnen los adoradores de los ídolos de turno mientras las Iglesias se quedan vacías.
Roma, la ciudad eterna, pisada de nuevo por los bárbaros que no acudían a venerar las reliquias de los Mártires, sino a adorar a sus nuevos dioses paganos tan caducos como los antiguos Martes o Mercurios.
Ellos también morirán, “Sic transit gloria mundi” (que para los que no estudiaron el bachillerato como Dios manda significa: Así pasa la gloria del mundo) Por unas horas se olvidó la crisis, el paro, los miles de nuevos pobres, los servicios sociales saturados, los parados que no cobran subsidio…
Dejémonos de tonterias, yo hoy me alegro porque ¡CRISTO HA ASCENDIDO, DE LA TIERRA AL CIELO!
PD Claro es que al Padre no le gusta el futbol! Mi abuelo me apuntó como socio del Hércules dos días después de nacer. Mi primer partido en el campo fue un Hércules-At. de Bilbao con Iribar de portero. Jugué en el equipo Pinguinos Salesianos durante 5 años, uno de los cuales nos quedamos como campeones de la liga provincial juvenil. En el bachillerato jugué al balonmano y en la universidad al rugby. Hoy sin merecerlo, y por la misericordia de Dios soy un pobre hieromonje.
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