viernes, 4 de noviembre de 2022

SENTARNOS A LA MESA COMO CRISTIANOS, DANDO GRACIAS A DIOS Y NO COMO LOS ANIMALES QUE CORREN AL PESEBRE.



En la mesa no se debe ver que comemos con avidez, sino que debemos mantener siempre el dominio propio, la serenidad y la moderación en todo, no dejando que la mente se aleje de Dios incluso entonces, pero también en ocasión de probar la comida y forma en que está compuesto el organismo que alimentamos, hagamos de esto una ocasión para la glorificación de Dios, ya que aun de las muchas variedades de alimentos que quedan para el mantenimiento del cuerpo humano se ve que fueron dejados por el Creador de todas las cosas. Antes de sentarnos a la mesa, debemos elevar nuestra alma a Dios, pidiéndole que nos haga dignos de sus dones tanto en el presente como en los que tiene reservados para el futuro.

San Basilio el Grande, Epístolas, Epístola 2, VI.

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