viernes, 28 de octubre de 2022

MALDITO HALLOWEEN

 Año tras año, me parece una lucha de esas que se consideran como la pelea de Don Quijote contra los molinos de viento (las víctimas de la ESO y posteriores, pueden encontrarla en el libro de D. Miguel de Cervantes del mismo nombre) y lo que más me asombra, este año en particular, es el exacerbado ardor de las/los profesores de primaria e infantil por introducirla con calzador en los colegios. Sobre todo, me llama muchísimo la atención, que gente que se llena la boca diciendo que hemos de conservar y guardar las tradiciones, bla, bla, bla… se afanen tanto por introducir esta “americanada” de mal gusto. En el cole de primaria que hay cerca de mi casa, admiraba asombrado la cabeza arrancada del cuerpo de una muñeca, manchada de sangre artificial y colgada de los pelos por la puerta por donde entran a su clase los niños de infantil. Las calabazas, pueden resultar graciosas (las prefiero en buñuelos) pero esto me parece algo innecesario y de mal gusto. Algunas madres protestaban, pero luego son las mismas que se afanan en montar una fiesta con los mismos siniestros decorados.

Para los que se interesan tanto en los colegios e institutos por el “Conservemos nuestras tradiciones” algunas ideas, aunque no lean estas líneas:

Esta fiesta gira en torno a los difuntos, pero no ha sido nunca algo macabro y dantesco. Los cementerios en España en estos días se convierten en auténticos jardines llenos de flores y lamparillas en memoria de los familiares que ya no están. Una actividad podría ser que los niños investigasen sobre sus abuelos, bisabuelos, y familiares difuntos, que buscasen fotos, anécdotas sobre ellos, en que trabajaban, sus apodos… Todo esto forma parte de su historia familiar, de lo que ellos son.

Taller de cocina en el que se puede aprender a hacer buñuelos con esas hermosas calabazas que aparecen en los campos y jardines. Buñuelos de calabaza, calabazas asadas con miel, buñuelos de viento, huesos de santo… La gastronomía de estos días es más que rica en nuestra tierra.

La visita al cementerio: Como decían antes, los cementerios en estos días son lugares llenos de flores, totalmente alejados de lo que ellos presentan con sus decorados tétricos de fantasmas, zombis y vampiros. Allí están las personas que tanto quisimos en nuestras vidas, los abuelos, los padres, las personas que hicieron posible que estemos aquí.

 Me quedo con nuestra fiesta, hermosa, tradicional, llena de recuerdos de aquéllos a los que quisimos y seguimos queriendo. De flores y cálidas velas en recuerdo de mi padre, de mis abuelos, de los tíos… Me quedo con los buñuelos (sin azúcar, claro). Vosotros quedaros con la muerte, con lo cutre, lo tétrico y feo, yo me quedo con la vida y la esperanza de que volveremos a juntarnos un día y que será para siempre.













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